Ingresa en prisión por agresión sexual continuada a una familiar en Donostia

Según informó ayer el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, los hechos sucedieron a última hora de la tarde del jueves, después de que una mujer pusiera en conocimiento de la Ertzaintza «que estaba siendo víctima de un caso de agresiones sexuales de forma continuada en el tiempo por parte de un hombre».

Así, agentes de la ertzain-etxea de Donostia acudieron al domicilio de la víctima, y con los indicios aportados por ella y las pruebas obtenidas en la inspección ocular, la Policía vasca preparó el dispositivo para arrestar al varón, que no se encontraba en la vivienda. Vecinos del portal aseguraron que el hombre vivía «al menos con su mujer y su hija pequeña. La otra hija ya no vivía en la casa. La pareja es de origen sudamericano pero llevan muchos años viviendo en Pasaia».

Testigos presenciales relataron ayer que la detención fue en torno a las 21.00 horas cuando el sospechoso regresaba a casa al volante de su furgoneta, una Ford Tourneo azul. «Entró bastante rápido por la calle (Eskalantegi) seguido de un coche patrulla con las sirenas dándole el alto. Justo coincidió cuando el microbús de dBus estaba en la parada, y una segunda patrulla le estuvo tocando la bocina porque no podía pasar», narró una vecina de Eskalantegi.

Otra mujer dijo que «el hombre intentó huir, pero se ve que no pudo seguir hacia el centro de Antxo y giró por la calle de atrás (Maiatzaren lehena) para dar la vuelta a la manzana. Al pasar por segunda vez por el portal, paró y la Ertzaintza lo detuvo. En el asiento de copiloto iba una chica joven que salió del coche llorando y enseguida la arroparon unos ertzainas, que le preguntaron si luego los acompañaría a comisaría. Al balcón de su casa se asomó una mujer. A él le estaban esperando, porque por la tarde había varios agentes de paisano con walki talkies en la calle. Luego cortaron toda la calle y desviaron el tráfico por Blas de Lezo».

Mientras el arrestado permaneció junto a su vehículo -que fue registrado por los policías-, la mujer que iba con él fue acompañada a su domicilio. Desde ese momento se activó el protocolo de servicio integral a las víctimas de agresiones sexuales, y la víctima fue acompañada tanto para su asistencia hospitalaria como para la interposición de la denuncia.

El portal estuvo custodiado «toda la noche por una patrulla», y la Policía Científica trató de reunir evidencias en la vivienda. «A las 6.00 de la mañana aún había tres coches policiales, una ambulancia y una furgoneta de paisano. Se fueron a las 7.30».