Hasta el infinito y más allá
Se estrena 'Lightyear', con polémica de tiempos pasados, y casi todo se dispara: el Euribor, la luz, la gasolina y hasta el precio de la sandía y de los pimientos rojos
No hay término medio. O te pasas una semana achicharrada por culpa de un caloret que ríete tú del de Córdoba, que hasta los roedores ... que habían salido de su guarida aprovechando las obras del Topo en Donostia volvieron a su escondite bajo tierra, que se está más fresquito y además no te lías con los cambios del tráfico, o tienes que echar una mantita extra encima de la colcha del verano y recuperar la ropa de entretiempo. ¿Que llueve? Bendita agua. Por cierto, un fuerte abrazo a nuestros vecinos navarros.
Menuda diferencia al fresco, después de tantos días casi sin poder salir de casa, con las persianas bajadas, que cogías la tableta y solo te faltaba la sudadera con la capucha puesta para sentirte un ciberdelincuente intentando traficar con sandías y pimientos rojos, cuyo precio subió más que el mercurio. A este paso 'Vamos Rafa' va a ser el único en poder permitirse el lujo de comer plátanos. Y Sergio Ramos y Pilar Rubio, que han alardeado de la horterada de meterse un chuletón bañado en oro de 24 kilates entre pecho, tatuajes y espalda. A 900 euros la joya comestible, que con ese dineral te compras una barbacoa que ni la de Tony Soprano, carne para la cuadrilla y chimichurri para llenar una piscina. Y tan ricamente.
Estoy por poner gallinas en el balcón a ver si son más productivas que las surfinias y los geranios y ahorro en huevos
Estoy por poner gallinas en el balcón a ver si son más productivas que los geranios y las surfinias y ahorro en huevos, porque están los asuntos del comer más disparados que el Euribor y la factura eléctrica, que ni por esas baja. De momento, lo de la 'excepción ibérica' solo sigue funcionando para referirse a esa costumbre en peligro de extinción de la siesta diaria, o a la cata ocasional de jamón de bellota en vez del de Bayonne, dónde va a parar.
Para colmo oyes al presidente de la red de gasolineras decir que «no descarta ningún escenario», eufemismo que viene a decir agárrense los machos que vienen curvas, para avisar de que, ojo al dato, el litro de carburante puede superar los 3 euros en verano. Como para que no te de un vahído solo de pensarlo. ¿Cuánto han subido desde que nos tomamos las uvas los gastos corrientes de cualquier familia media? ¿Y sus ingresos?
Leo que en Nueva York tienen una teoría económica más bien doméstica para medir el coste de la vida. Y allí también van cuesta abajo y sin freno. Viene a llamarse el 'principio de la pizza', según el cual una porción básica, pongamos de Margarita, no supera al billete ordinario de metro. Pues bien, el ticket se mantiene a 2,75 dólares, gracias eso sí a la continuidad de las subvenciones porque sigue siendo deficitario, y en cambio el coste medio de una porción de pizza ha aumentado hasta los 3,14 dólares. Estoy por hacer la analogía con el pintxo de tortilla de patata y el billete de Dbus, Lurraldebus, el Topo o el Cercanías.
A este paso 'Vamos Rafa' va a ser el único en poder permitirse el lujo de comer plátanos
Si hasta ha regresado la prima de riesgo. Menudo 'revival'. Si, al final, todo vuelve. Lo mismo el debate de las bermudas en la oficina, que si pueden ser más elegantes que cualquier pantalón largo en días de calor, que si hay que guardar las formas porque se acaba fichando en chanclas y camiseta sin mangas...
También ha vuelto el debate ideológico de la década de los 70, pero sin pantalones campana, entre los jóvenes radicales más nacionalistas y los que enarbolan un discurso marxista, que ahora andan a la gresca por los gaztetxes y las txosnas en fiestas, a ver quien sirve más kalimotxos, mojitos y cañas.
Luego hay cosas que nunca se han ido pero que, fíjate tú, parecen descubrimientos que ni la pólvora o la penicilina. Porque no hay cosa más sostenible, 'eco friendly' y económica que practicar el 'sundrying', algo tan revolucionario como poner la ropa a secar al sol, como toda la vida alma de cántaro. Una tendencia que las redes sociales y algunos 'influencers' descubrieron en pandemia y sigue siendo lo más. No me extraña, con el precio de la luz como para poner la secadora. Así que a practicar el 'sundrying' y a tender la ropa, que dicen que viene un verano «más cálido y seco». Uf.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión