El veto a nuevos hoteles en Donostia ampliará la oferta en el resto de Gipuzkoa

En los últimos años Donostia había ejercido un «efecto imán» muy importante sobre las inversiones hoteleras, por lo que la actividad en el resto del territorio «estaba un poco parada», según reconoce el director de Turismo de la Diputación, Iker Goiria. «Tengo clarísimo que la moratoria de licencias en Donostia puede ser una oportunidad para que se beneficie el resto del territorio», defiende. También el consejero vasco de Turismo, Javier Hurtado, ha avanzado que la decisión de San Sebastián «tendrá sus consecuencias en los municipios limítrofes que, desde su autonomía local, deberán tomar sus propias decisiones». Hay que recordar que las competencias para otorgar licencias para negocios de explotación turística corresponde a los ayuntamientos, que ahora deberán adaptarse al impacto que la moratoria de Donostia puede provocar.

Aunque San Sebastián se lleva la palma en el aumento de oferta hotelera que se viene produciendo desde el parón de la pandemia, en los dos últimos años las plazas ofertadas se han incrementado también en el área metropolitana de Donostialdea, la costa y el interior de Gipuzkoa, que son las zonas en las que Eustat divide los datos más allá de la capital. En esta clasificación se incluyen los hoteles de todas las categorías, los hostales y las pensiones. Sumando todos ellos, la media de plazas ofertadas en 2022 en Gipuzkoa marcó el récord histórico de las 12.820, pero esa cifra sube hasta las 13.665 plazas si se mira por meses. Se produjo en julio del año pasado.

Solo con los hoteles que se abrirán en San Sebastián en los próximos meses –el Letoh Letoh en la calle Matia, The Social Hub en Riberas de Loiola o el Nobu de Miraconcha, más incorporaciones recientes como el Arrizul Catedral de la calle Urbieta–, el pico de oferta hotelera de este verano se irá por encima de las 14.000 plazas en Gipuzkoa y de las 8.500 en Donostia. Hay que tener en cuenta, además, que esas cifras no incluyen los agroturismos, los campings y los albergues, así como tampoco las viviendas y apartamentos de uso turístico. Estos últimos, por sí mismos, aportan 10.619 plazas más a la oferta alojativa, 6.622 de ellas en Donostia, que también ha congelado la concensión de nuevas licencias para pisos turísticos.

Fuentes de la Alcaldía donostiarra señalan que la moratoria de licencias a nuevos establecimientos hoteleros y la modificación del Plan General de Ordenación Urbana que se va a realizar con la idea de «poner freno» a la proliferación de hoteles se ha adoptado ante la percepción de que «la ciudad ha tocado techo». «Así como hace seis o siete años podía haber un consenso generalizado de que había un déficit de camas para momentos de mucha afluencia de visitantes, la oferta actual ya cubre esa demanda».

El movimiento de Donostia abre ahora nuevas posibilidades para otros municipios guipuzcoanos. El director foral de Turismo lo ve como la ocasión propicia para incidir en algunos objetivos de la Diputación como «la descentralización, la diversificación o la sostenibilidad del turismo en Gipuzkoa. Creemos que muchas comarcas se pueden beneficiar de esta nueva situación y que tendrá un impacto positivo en el resto del territorio», señala Iker Goiria.

Un repaso por las diferentes comarcas de Gipuzkoa permite comprobar que en estos momentos apenas hay proyectos hoteleros en marcha, y los que hay son sobre todo pequeños hoteles en edificios rehabilitados o agroturismos con pocas habitaciones. Un ejemplo de ello es la reforma del histórico restaurante Aiten Etxe de Zarautz, que se va a reabrir próximamente incorporando un hotel de cuatro estrellas y trece habitaciones, que se llamará Ur Bare. En Deba también hay un proyecto para abrir el hotel Debako Kresala. En Goierri, Oarsoaldea y Debagoiena no hay proyectos hoteleros en marcha en estos momentos, según confirman las agencias de desarrollo de estas comarcas. Y en la de Bidasoa también está el tema bastante «parado». Como muestra, un botón. El Ayuntamiento de Irun cuenta desde hace años con una parcela reservada a ubicar un hotel en el entorno de la plaza San Juan, en pleno centro, que aún no ha encontrado un promotor que lo impulse, aunque ha habido varios intentos. Quizá la moratoria de Donostia le dé ahora una nueva oportunidad.

Entre las dos principales asociaciones hoteleras de Gipuzkoa hay un posicionamiento dispar en torno a la moratoria de licencias aprobada por el Ayuntamientos de Donostia. Hoteles de Gipuzkoa, que abarca a establecimientos que representan el 80% de las plazas ofertadas en el territorio, opta por el silencio a la hora de valorar la medida. «No nos pronunciaremos al menos hasta que pasen las elecciones de mayo», aclara su presidente, Raúl Fernández Acha. Por su parte, Hostelería Gipuzkoa, que engloba a un centenar de hoteles y pensiones, respalda la decisión adoptada por el Ayuntamiento. Alberto Aguas, el responsable de hoteles de la asociación, considera declarar San Sebastián zona saturada de hoteles es una decisión correcta y apropiada. Es positivo que durante cuatro o cinco años se relantice la incorporación de nuevos alojamientos para ver cómo evoluciona el mercado guipuzcoano a las últimas aperturas

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