Pedaleando de bar en bar
Criticaban las 'carreras de chiquiteo' incluidas en los programas festivos de localidades guipuzcoanas
En las fiestas de poblaciones de Gipuzkoa, se había extendido hace 75 años la costumbre de montar pruebas alcoholizadas: había que correr en bicicleta de ... bar en bar y beber en cada uno de ellos rápidamente un 'txikito' hasta alcanzar, bastante perjudicados tras tomar al menos once vinos, la meta final. Es lo que llamaban 'carreras de txikiteo', que fueron denunciadas por EL DIARIO VASCO como «una mala moda que debe cesar»…
El artículo, publicado por el diario en su última página en octubre de 1949 y firmado por Alfredo R. Antigüedad, conscientemente no señalaba las localidades guipuzcoanas en que se habían producido (aunque de algún modo así señalara a todas)…
«Han pasado ya las fiestas patronales de la inmensa mayoría de las villas guipuzcoanas –podía leerse–, y creemos que es el momento de tratar este asunto con un llamamiento a la reflexión, para que en todos los municipios guipuzcoanos se piense en evitar la repetición de esas cosas. Ni citamos ni queremos recordar las localidades donde han ocurrido. Lo que sí esperamos es que no se repita en ninguna».
Muchachos y maduros
Explicaba Antigüedad las características de aquel tipo de carreras…
«Desde hace unos pocos años viene cundiendo en esta provincia una modalidad de diversiones en las fiestas patronales de los pueblos. Se trata de una carrera hecha en bicicleta, denominada 'carrera del chiquiteo'. Consiste en que los participantes recorran las diferentes tabernas y bares de la localidad, deteniéndose a tomar un vaso de vino –un 'chiquito'– en cada una».
«El triunfo se lo adjudica el corredor que en menos tiempo ha bebido más vasos de vino, por haber recorrido más establecimientos. En cuanto a los practicantes en este 'deporte' no se les exige condición alguna de edad; lo mismo toman la salida muchachos apenas adolescentes, que hombres ya maduros».
«Imagínese el lector –escribían hace 75 años– cuáles suelen ser las consecuencias de la carrera; y más, teniendo en cuenta que esas 'pruebas' se realizan, generalmente, por la mañana, algunos de los participantes en ayunas, y en tiempo de mucho calor, que es cuando en la mayor parte de los casos tienen lugar las fiestas patronales».
No piensen que aquellas 'carreras de chiquiteo' estaban organizadas clandestinamente por cuadrillas ocultas. Lo que más escandalizaba a Alfredo R. Antigüedad es que, al menos en algunos casos, tenían pleno apoyo municipal…
«Tenemos a la vista el programa oficial de unos de estos últimos espectáculos, en el cual se anuncia que el Ayuntamiento concederá 'valiosos premios' a los primeros clasificados y que la inscripción es libre para toda clase de personas. Sabemos, de igual manera, que en una de esas 'carreras del chiquiteo' se ha llegado a la inscripción de dos muchachas».
«Fomentar el gamberrismo»
La cultura del alcohol había llegado demasiado lejos. En palabras del articulista de DV, «todo esto es muy doloroso por dos razones: La primera, por el origen de la organización y la segunda, porque en lugar de hacer deporte, con ello no se hace más que fomentar el gamberrismo».
«Sin contar con lo intolerable de que unos chiquillos puedan inscribirse en esas competiciones de tan mal gusto, en las cuales, para clasificarse, viene adoptándose la condición de que han de beber un mínimum, de once vasos exactos».
El articulista concluía haciendo un llamamiento a que se impusiera «el buen sentido en los pueblos guipuzcoanos donde iba prendiendo esta mala moda y que la 'carrera del chiquiteo' sea desterrada de sus programas de fiestas». Suponemos que así sería.
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