«Obligados a comer bocadillos»
El enrevesado conflicto entre unos vecinos de Oiartzun y una constructora por la ubicación de un depósito de gas
Nuestro periódico con frecuencia recoge conflictos. A veces, algunos bien extraños y enrevesados. Uno de ellos saltó a la palestra hace 35 años, cuando encontramos ... el siguiente título…
Según informaban en el inicio de la información, «veintisiete familias de una comunidad de vecinos de Oiartzun se vieron privados del suministro de gas propano, al haberles sido retirado el depósito. En la jornada de ayer, los afectados no pudieron hacer uso de las cocinas ni del agua caliente. 'Nos hemos visto obligados a comer bocadillos y ni siquiera nos hemos podido duchar', manifestaron los vecinos».
Lo extraño estaba en ese depósito que había sido «retirado» y que los vecinos (del grupo de viviendas Erriberane, en la calle Arraskulare de Oiartzun) acusasen directamente a una constructora de haberlo sustraído: «El constructor de unas casas que se encuentran en fase de edificación al lado de las nuestras y con quien mantenemos un litigio desde hace varios meses, desmontó la cisterna de gas propano y se la llevó», aseguraban.
Proyectos que no satisfacían
Según leemos el 9 de octubre de 1990, «el conflicto que ha originado el desmantelamiento del depósito de gas propano se remonta a varios meses, cuando el constructor acusado de los hechos, Luis Amenabar, emprendió la edificación de un grupo de viviendas, parte de cuyos cimientos habían de asentarse en el lugar donde permanecía el citado recipiente».
Un vecino explicó que «el terreno en el que se ubicaba el gas se nos había concedido por derechos de servidumbre. Durante los últimos seis meses, los copropietarios hemos mantenido diversas entrevistas con Amenabar a fin de dialogar sobre la nueva ubicación del depósito. Sin embargo, ninguno de los proyectos que han presentado ha satisfecho nuestras exigencias».
«Hubiera bastado una llamada»
Según los vecinos, la constructora había actuado finalmente a las bravas y con la temeridad de manejar un material peligroso de noche.
Por su parte, «fuentes de la empresa constructora aseguraron a DV que 'si han permanecido sin gas y no han podido comer ha sido porque así lo han deseado. Hubiera bastado una llamada telefónica y en dos horas hubieran tenido suministro, porque hay otro nuevo que hemos construido nosotros y no quieren utilizar».
En fin, estamos ante un contencioso que se enquistó y se prolongó en el tiempo. El tema volvió a asomar en el periódico tres meses después, el 3 de enero de 1991…
«La comunidad de vecinos Erriberane de Oiartzun ha formulado una denuncia ante el departamento de Medio Ambiente de Guipúzcoa por la licuación y posterior quema de cuatro mil litros de gas propano, que les fueron sustraídos previamente por la empresa Construcciones Amenábar SA, 'sin la autorización pertinente', según han señalado los propios vecinos. Este hecho tuvo lugar el pasado 9 de octubre y desde entonces varias decenas de familias que residen en el citado grupo de viviendas permanecen sin poder hacer uso de agua caliente ni de la calefacción, al carecer del correspondiente depósito».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión