GHK aumentará un 5% la tarifa de basuras en Gipuzkoa tras cuatro años de congelación

En aquel momento, la tarifa de la fracción resto paso de los 144,26 euros por tonelada a los 173,11 euros, con la consiguiente subida de tasas por parte de los consistorios guipuzcoanos al usuario final.

Ahora, tras cuatro años de congelación en dichas tarifas, la dirección del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) considera «necesario» hacer una pequeña revisión al alza de esos precios para hacer frente a un coste de gestión ligeramente superior al esperado y a las cargas financieras a consecuencia de los 'swaps' (coberturas por el tipo de interés de firmadas para la construcción del anterior proyecto de incineradora). En previsión, el presidente del consorcio de GHK propondrá en la asamblea del próximo lunes la aprobación de una subida del 5% en la tarifa de basuras.

Eso, a priori, no significa que la tasa de basuras que abona cada ciudadano aumentará un 5% líneal. A partir de ahora, comienza el proceso en cascada y cada mancomunidad decidirá el aumento de tarifa que aplicará a sus ayuntamientos y estos, a su vez, decidirán finalmente el incremento de tasa que traslada a sus ciudadanos. De hecho, en los últimos años que GHK ha congelado su tarifa, varias mancomunidades y consistorios han ido elevando esas tasas.

El incremento en la tarifa de fracción resto sitúa el precio a abonar por los servicios por cada mancomunidad en los 181,36 euros por tonelada. GHK ha realizado una previsión para llegar a gestionar el próximo curso unas 162.000 toneladas de rechazo. Pero también se incrementarán las tarifas del restos de residuos que prevé gestionar. La tarifa por cada tonelada de envases ascenderá a 239,66 euros (se prevé tratar 7.500 toneladas), y por cada tonelada de biorresiduo la tarifa base será de 147,95 euros (50.000 toneladas).

Eso sí, ninguna mancomunidad abonará el precio máximo por cada mil kilos de biorresiduo, ya que se mantienen las bonificaciones de entre el 15% y el 35% que tiene cada una de ellas en función del peso relativo que tenga esa fracción orgánica en el total de residuos generados. Así, las mancomunidades más beneficiadas, como ya lo fueron este 2019, serán las de Debagoiena y Sasieta, que abonarán 118,15 euros por cada tonelada de biorresiduo. La tarifa media final por biorresiduo rondará los 132 euros por tonelada.

Distintos informes tanto por parte de la directora de Medio Ambiente como de la interventora del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) avalan ese incremento de tarifas con el objetivos de que «se recauden ingresos suficientes para cubrir los costes operativos y gastos financieros» del consorcio para 2020. Y es que el próximo año, el gasto operativo ascenderá, según las previsiones, a los 38,5 millones de euros. De ellos, más de 29 millones son provenientes de la gestión de fracción resto. Un residuo al que todavía Gipuzkoa deberá dar salida utilizando una doble vía a lo largo del ejercicio, por un lado el envío a Bizkaia de parte de esa generación de basura y, por el otro, utilizando la incineradora de Zubieta en cuanto la operatividad de la misma alcance su cota idónea. Esa cuestión, en principio sobrevenida, es la que justifica según ha podido conocer DV buena parte de esa subida de tarifa, ya que en un principio no se esperaba que durante 2020 Gipuzkoa tuviera que recurrir a ninguna instalación externa al Complejo Medioambiental de Zubieta (CMG) para gestionar su fracción resto. Sin embargo, esos plazos se han retrasado unos meses.

Por otro lado, en 2020 tendrán que responder a unos 'swaps' por valor de 8,3 millones de euros. La deuda adquirida con los bancos por aquel producto financiero todavía sigue siendo importante y requerirán de un puñado de años más para ser corregida. De hecho, GHK sigue planteando la premisa de que cualquier posible superávit en el próximo ejercicio sea destinado a seguir pagando esos seguros.

En total, por tanto, el coste de gestión y el financiero para 2020 ascenderá previsiblemente hasta los 46 millones de euros. GHK considera que con el establecimiento de las nuevas tarifas se ingresarán 36 millones, y la bolsa se completará con los 3,1 millones que se prevé obtener de las entregas al reciclador de los envases ligeros, así como los 6 millones fijos de subvención de explotación aportados por la propia Diputación de Gipuzkoa y otras aportaciones variables de la propia institución, lo que al final dejaría los ingresos en aproximadamente 46,3 millones para el próximo ejercicio.

En la asamblea también se planteará la aprobación de otros puntos que son esenciales para conocer la situación actual del Complejo Medioambiental de Zubieta (CMG) y las derivadas que han provocado esa propuesta de aumento de tarifas para el próximo ejercicio.

En cuanto a los canon por toneladas gestionada que se abonarán a las concesionarias del CGM1 y del CMG2 se prevén dos partidas. La primera de 23,7 millones para la concesionaria de las plantas de tratamiento mecánico-biológico y de valorización energética; y otra de 5,1 para la que gestiona la biometanización y la planta de escorias.

Pero conviene poner el foco en otro punto de la asamblea, en el que se tratará el retraso en la puesta en marcha de la CMG1 al completo, esto es, el retraso en la activación de la incineradora. La previsión de GHK señalaba que toda esa instalación entraría en funcionamiento para el 3 de octubre de este año como indicaba el contrato firmado. Sin embargo, distintos incidentes y condicionantes propiciaron que Ekondakin, la concesionaria, solicitara un aplazamiento de seis meses para esa puesta en marcha. GHK abrió un expediente informativo para comprobar si las causas esgrimidas justificaban el retraso y si esa situación podría derivar en acciones por parte del consorcio por el incumplimiento de plazos.

Los distintos informes solicitados para comprobar si las justificaciones son constatables han acreditado que las condiciones meteorológicas acaecidas entre los meses de noviembre de 2017 y julio de 2018 «han provocado un retraso justificado de cinco meses en la ejecución del contrato por causas no imputables a la concesionaria». Así lo revela el informe técnico redactado por Idom. Por tanto, no se estima la prórroga de seis meses solicitada por la concesionaria, pero sí se concede una de cinco meses «hasta el 3 de marzo de 2020 para finalizar la construcción y puesta en marcha de la CMG1».

Esa eventualidad provocará que el envío de parte de la fracción resto que se produzca en Gipuzkoa se siga enviando a Zabalgarbi en Bizkaia el próximo curso. Como se refleja en la memoria económica de los encargos, para este 2019 se estimaban gestionar 93.000 toneladas en el vertedero de Mutiloa -que cerró en noviembre- y otras 25.000 en Bizkaia. Finalmente, Mutiloa pudo acoger más de 100.000 toneladas, pero en los últimos meses del año se están enviando residuos -previo tratamiento en la TMB- a Zabalgarbi.

El acuerdo además se ha alargado con la Diputación de Bizkaia, y GHK prevé un envío de 12.500 toneladas de fracción resto el próximo año, a un precio de 134,5 euros (más IVA). En total, el coste de ese tratamiento fuera de la CMG ascenderá a 1,8 millones de euros.