Un ganadero de Lastur denuncia importantes daños provocados por los jabalíes en uno de sus terrenos
Joseba Zubizarreta asegura que los destrozos en la zona se están intensificando y que no puede sacar a su ganado a pastar
Los jabalíes han vuelto a hacer de las suyas esta semana. Terrenos de pasto de Lastur se han visto afectados al paso de una ... cuadrilla de cochinos salvajes «este miércoles o jueves», según contaba Joseba Zubizarreta, el propietario de los prados. El baserritarra reconocía que los daños eran «importantes», por lo que se mostraba «enfadado por la impotencia que sientes al ver cómo han dejado tu terreno y que no puedes hacer nada para impedirlo».
Zubizarreta lamentaba que «de nada sirve que estén debidamente cerrados, entran por cualquier lugar». El ganadero reconocía que los destrozos en sus terrenos de Lastur no son los únicos que ha padecido recientemente, ya que «hace quince días hicieron lo mismo en otro terreno que tengo en Azkoitia». Joseba reconoce que entran de manera continua. «Durante los últimos cinco años se han producido numerosos episodios muy a mi pesar». Incluso reconocía que se estaban intensificando las 'visitas' de los jabalíes, con las consecuencias que eso supone. «Dejan inutilizable la zona en la que se alimentan y tenemos que pasar una trituradora para poder adecentar el terreno. Pero si vuelven a destrozarlo es muy difícil recomponerlo».
El ganadero reconocía que «he abonado y preparado el terreno para que mis vacas pasten a partir de la semana que viene en él», algo que se podría atrasar porque «me da mucho miedo que se puedan contagiar de las enfermedades que portan los jabalíes. Nos exigen que nuestro ganado pase controles sanitarios, pero nadie se encarga de hacérselos a los jabalíes que beben de los abrevaderos de nuestras vacas y se alimentan en las mismas zonas de pasto».
Al gran trabajo extra que supone a los ganaderos recuperar los terrenos y adecentarlos, para Zubizarreta hay que añadir que mientras «los jabalíes campan a sus anchas, nosotros debemos tener el ganado estabulado con el consiguiente gasto que eso supone». «Doy parte cada vez que se produce un destrozo, pero no sirve de nada», dice. Además la huelga de cazadores provocó que no abatieran jabalíes en marzo y que ahora no pueda haber batidas especiales, algo que provoca nerviosismo entre los ganaderos porque «nadie hace nada».
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