La delincuencia en los menores, un «reflejo» de la sociedad que les rodea

Como dejó en evidencia el testimonio de Mikel y como todos ellos han comprobado en el desempeño de su trabajo, «la comisión de un delito en los jóvenes es un síntoma de que hay un mal profundo anterior». Una afirmación de Adela Asua, que reclama «una justicia juvenil fuerte, no en la intensidad de la pena, sino en el tipo de medidas orientadas a entender qué factores explican esta conducta».

Casos como la paliza que un grupo de jóvenes propinó a otro en Amorebieta, dejándole en coma permanente, horrorizan a la población, «síntoma de que somos una sociedad sana, en la que estos casos no son habituales», apuntó Patxi López, quien asegura que en justicia juvenil «no tienen cabida las ocurrencias, solo el estudio y las evidencias científicas». Sin embargo, la Fiscal de Menores del territorio, cree que la sociedad tiene «un concepto idealizado de la juventud, y esas expectativas son las que hacen que nos escandalicemos ante un delito grave».

A juicio de Mercedes Bautista, las conductas delictivas en menores son «una consecuencia de la realidad que les rodea, se contagian de lo que ven». Gemma Varona coincide en que «existen procesos de banalización de la violencia que se ven en la sociedad», por eso advierte de la importancia de «hablar con los jóvenes delincuentes». No obstante, critica que la sociedad es «hipócrita» a la hora de hablar de justicia juvenil, por un lado porque se cree que es «blanda, y no es así», y también porque «nos escandalizamos y queremos que se aplique mano dura, pero luego no queremos saber qué ha pasado con esos chicos».

En el proceso de comprender por qué los menores se comportan de manera violenta, los expertos consideran necesario analizar las nuevas pautas de comportamiento entre los adolescentes. «Pautas de consumo exacerbado», aumento de los casos de violencia de género y filioparental, «banalización de la sexualidad y de la violencia», sumado todo ello a la «potencia» de las redes sociales para dañar, forman el cocktail delictivo de los jóvenes vascos en el siglo XXI. La Fiscal de Menores advierte con preocupación de la utilización de las redes sociales por parte de los menores para la «exhibición del cuerpo» y la proliferación entre ellos de la pornografía infantil. El jefe del servicio del Gobierno Vasco pone el acento en la violencia de género entre adolescentes, un problema «sobre el que debemos estar muy atentos para actuar».

En cuanto al marco legal, todos coinciden en que la ley actual «funciona», y abogan por invertir en medios para ayudar a los jóvenes delincuentes a su resocialización. «Hace falta un buen diagnóstico y una inversión en profesionales que puedan ayudar», asegura Adela Asua. «Las leyes no cambian la actitud ni los valores, lo que necesitamos es saber qué podemos hacer como sociedad para la reparación», defiende Varona. «El éxito se consigue si los menores se hacen responsables», define López.