La Fiscalía pide 20 años por asesinato para los acusados de matar a Santi Coca en Donostia

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso este periódico, el Ministerio Público señala que el 26 de abril de 2019, sobre las 5.03 a la altura de la salida de emergencia de la discoteca GU de Donostia, en la calle Igentea, los seis acusados «ocasionaron la muerte de Santi Coca». Así, el fiscal relata que la víctima discutió con dos de los acusados y estos, «con ánimo de menoscabar su integridad corporal,» le propinaron «reiterados puñetazos en la cabeza». Uno de ellos le agarró «fuertemente del cuello» y le condujo hasta la pared de la discoteca, mientras el otro «continuaba propinándole repetidos puñetazos y patadas», por lo que Santi «cayó derrumbado» al suelo.

Fue en ese momento, señala el fiscal, cuando los otros cuatro acusados aparecieron es escena «prestando apoyo» a los dos agresores, «separando a los amigos de Santi que acudían en su auxilio», de manera que para el fiscal «aseguraban la acción» de esos y asumían que con ese proceder «podrían causar la muerte de Santi, al garantizar que no tuviera medio de defensa alguno». Además, añade que los seis «siendo conscientes de que el joven estaba inconsciente», continuaron propinándole «puñetazos y patadas en la cabeza».

Un amigo de Santi y su propio hermano trataron de proteger al menor cubriendo su cuerpo, por lo que también sufrieron lesiones. El amigo sufrió un traumatismo craneoencefálico y el hermano diversas contusiones en la mandíbula y la espalda.

Santi, por su parte, sufrió diversas lesiones en todo su cuerpo, aunque las más graves fueron en la cabeza, que le causaron una hemorragia interna. El menor ingresó en el Hospital Donostia a las 5.16 en parada cardiorrespiratoria y tuvo que ser reanimado durante 40 minutos. A los dos días, el 28 de abril, falleció por «la destrucción de centros vitales encefálicos» generados por la hemorragia cerebral.

El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato del que considera autores a los seis acusados, que en el momento de los hechos tenían entre 18 y 22 años, y de otros dos delitos leves de lesiones por la agresión al amigo y al hermano de la víctima, y pide para cada uno de ellos 20 años de prisión. El fiscal impone asimismo que todos ellos indemnicen conjuntamente a los padres y al hermano de la víctima con 350.000 euros.

Por su parte, la acusación particular que ejerce la familia de Santi Coca, representada por el conocido abogado navarro Eduardo Ruiz de Erenchun, que llevó la defensa del asesino de Nagore Laffage o la del caso Osasuna, también solicita 20 años de prisión para los seis inculpados por el delito de asesinato. Además solicita la prohibición de que residan en San Sebastián por un tiempo de diez años y impone una medida de alejamiento de 500 metros a los padres y el hermano de la víctima. Respecto a la indemnización a la familia del menor fallecido, la eleva a 1.300.000 euros.

El Ayuntamiento de Donostia, que se persona en la causa como acusación popular, varía en su calificación de los hechos. Según recoge su escrito de acusación, «a pesar de ya haber perdido el conocimiento» uno de los acusados «le propina una última y brutal patada en la cabeza, la cual llega por ello a golpearse contra la pared». Por ello pide para él 20 años de cárcel y para los otros cinco acusados 15 años, todos como autores de un delito de asesinato.