En 2010, en la cueva de Denisova, en Siberia, se encontraron restos óseos que pertenecían a nueva especie humana totalmente desconocida, a la que hemos ... llamado denisovanos.
En 2018 se descubrió un individuo, hembra, al que después se le llamó Denny, que vivió hace 90 000 años. Se determinó que su padre era denisovano y su madre neandertal. Es decir, que el cruce de ambas subespecies humanas se produjo.
En un reciente artículo de la revista 'Science', con Jioyang Ruan como investigador principal, se unen datos genéticos con los climáticos y se llega a una conclusión interesante. Los denisovanos estaban muy adaptados al frío y a la vida en bosques boreales o incluso tundra, por lo que vivían en el noreste de Eurasia. Los neandertales preferían climas más cálidos, por lo que vivían en el suroeste de Eurasia. Es decir, sus hábitats estaban separados, por lo que un mestizaje era difícil.
En este trabajo, se dice que en los periodos interglaciares cálidos, cuando la órbita de la Tierra alrededor del Sol era más elíptica y el verano en el hemisferio norte ocurría más cerca de nuestra estrella, los hábitats de neandertales y denisovanos se superponían y entonces era posible el mestizaje.
Denny no estaba sola, en la cueva de Denisova se han encontrado restos de otras personas que también eran híbridos de neandertales y denisovanos. La mezcla ocurrió, pero preferentemente en las épocas interglaciares cálidas.
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