Que su teléfono móvil muestre su posición, depende de una vasta red de satélites artificiales. Recibe señales de radio de varios de ellos y, para ... lograr una ubicación precisa, necesita al menos cuatro.
Las señales de cada satélite son muy delicadas, pueden perturbarse por infinidad de motivos, entre otros por variaciones en la ionosfera. Dichas perturbaciones producirían errores en la posición que da tu teléfono si no fuera porque al haber varios satélites los errores se corrigen.
En un sorprendente giro de guion, lo que parecía ruido se convierte en voz: los errores revelan tsunamis. Un tsunami produce un movimiento de enormes masas de agua, que, a su vez mueven la atmósfera que tiene encima, llegando incluso a perturbar la ionosfera y eso provoca perturbaciones en la señal de radio de los satélites. La Nasa ha desarrollado un sistema, al que llaman «Guardian», que es capaz de detectar esas perturbaciones y alertar de un tsunami.
En julio de este año ocurrió un terremoto de magnitud 8,8 cerca de la península de Kamchatka (Rusia), que desencadenó un tsunami cuyas olas viajaron a más de 644 km/h. Gracias a «Guardian» se dio la alarma y millones de personas fueron evacuadas, especialmente en Japón. Finalmente, por suerte, los efectos fueron menores de los esperados.
«Guardian» no solo escucha al mar: también descifra erupciones volcánicas y explosiones atómicas. Sin duda alguna, las alarmas tempranas tanto de tsunamis como de volcanes, permiten salvar vidas.
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