La joven que ha fallecido en un atropello en Gaintxurizketa tenía 18 años y era de Lezo
El alcalde de la localidad ha instado a la Diputación a que «tome medidas en la zona para que no vuelva a suceder»
La mujer que fue atropellada el pasado jueves, víspera de Reyes, a primera hora de la mañana en la subida al alto de Gaintxurizketa ha ... fallecido este sábado. Se trata de una joven de 18 años vecina de la zona que se dirigía caminando hacia su casa por la GI-636 en Lezo cuando sufrió la embestida de un vehículo que circulaba sentido Irun que le provocó graves heridas. Es la primera víctima mortal de este recién estrenado año en las carreteras guipuzcoanas.
La víctima es Joana de Almeida, una joven de tan solo 18 años que residía en el domicilio familiar del barrio de Rekalde de Lezo. Era estudiante del grado de electrónica en el instituto de FP de Don Bosco de Errenteria. Ella junto a otros tres estudiantes protagonizaba un reportaje a principios de diciembre en este periódico en el que presentaban el proyecto de robots sociales que iban a mostrar a alumnos de secundaria de Oarsoaldea. La noticia de su muerte ha llenado de consternación a sus compañeros y profesores.
El accidente se produjo a las 8.00 horas de la mañana del pasado día 5 de enero en el kilómetro 7 de la GI-636. La joven fue arrollada por un turismo y quedó tendida en la calzada inconsciente. Los servicios de emergencia trasladados al lugar le realizaron maniobras de reanimación, aunque tuvo que ser evacuada al Hospital Universitario Donostia debido a la gravedad de las lesiones que presentaba. Sin embargo, la joven no pudo superar la gravedad de las mismas y finalmente falleció ayer.
La Ertzaintza abrió una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjo el atropello mortal, que tuvo lugar en las cercanías del bar La cabaña biker, conocido popularmente como «La Seta». El domicilio de la joven se encuentra en las inmediaciones del mismo, en el barrio Rekalde, a donde se dirigía caminando.
El acceso al alto de Gaintxurizketa es una zona de difícil tránsito para peatones al carecer de aceras o zonas protegidas para caminar. En la recta se encuentra un apeadero de Renfe por lo que los usuarios del tren si quieren hacer algún tipo de trayecto lo tienen que hacer con toda la atención puesta en los coches utilizan esa vía bien para ir a Irun o para llegar a Errenteria. Se trata de un tramo en la que los coches pueden coger gran velocidad. El problema se agrava si se quiere cruzar al otro lado de la carretera, ya que los transeúntes deben atravesar hasta tres carriles sin que haya ningún tipo de semáforo o advertencia para que los vehículos reduzcan su marcha.
En declaraciones a este periódico, el alcalde de Lezo, Jesús Mari Martiarena, insta a la Diputación a que «tome las medidas necesarias en ese tramo de la carretera para que no vuelva a suceder un accidente tan trágico» en ese punto. Asimismo lamenta el fallecimiento de la joven y traslada sus más sentidas condolencias a su familia y allegados.
El de Joana de Almeida es el primer accidente de tráfico mortal de este año en Gipuzkoa. El mismo día 5 un coche arrolló a un ciclista que circulaba por una céntrica calle de Zarautz. Al parecer, la conductora no se percató de que en ese momento pasaba el ciclista, que fue lanzado por los aires tras el impacto. El ciclista tuvo que ser trasladado también al Hospital Universitario Donostia tras sufrir heridas de consideración. El último caso de atropello mortal se produjo en 2022 en agosto, cuando una mujer de 54 años falleció tras ser alcanzada por una motocicleta en Irun.
Colectivos vulnerables
Peatones, motoristas y ciclistas están considerados como colectivos vulnerables en las carreteras vascas. Dos de cada tres muertos en la carretera el año pasado en Euskadi pertenecía a uno de estos grupos. De los 44 decesos registrados en Euskadi, 15 eran peatones, 14 motoristas y un ciclista. En Gipuzkoa hubo que lamentar un total de 18 muertes en 2022.
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