Euskadi amplía ayudas a familias ante la dificultad de conciliación en la pandemia

En contraste con lo que ha ocurrido con las solicitudes del resto de ayudas a la conciliación -por reducción de jornada o excedencia-, que se han visto reducidas en un 5% aproximadamente en un contexto de crisis, se ha dado un aumento en el número de peticiones de la ayuda para contratar a un cuidador, que está dirigida a los padres y madres que trabajan a jornada completa y emplean a una persona para que atienda a sus hijos o hijas durante esas horas. Las familias reciben una ayuda del 75% de la cotización de la Seguridad Social. En lo que va de año, 276 familias vascas han demandado esta contribución, 70 de ellas en Gipuzkoa.

El alza de la demanda de esta ayuda está ligada al contexto de la pandemia y a la menor oferta también de actividades sociales y educativas para los menores. La limitación en algunas actividades extraescolares o el hecho de que por ejemplo haya familias que prefieran no llevar a sus hijos al comedor escolar -para reducir el contacto con otros niños- hace que los pequeños pasen más tiempo en casa.

A estas circunstancias, se suma la posibilidad de tener que guardar días de aislamiento en caso de que haya habido un positivo en su grupo 'burbuja' de la escuela. Las necesidades de conciliación para las familias son obvias y una reivindicación histórica. La pandemia ha acentuado la realidad. De ahí que el Gobierno Vasco se pusiera a trabajar en una nueva orden, que prevé aprobar en primavera, pero tendrá carácter retroactivo desde el 1 de septiembre de 2020. Varias asociaciones representativas de familias con hijos también habían trasladado al Ejecutivo sus inquietudes por este asunto.

Con la ampliación de esta ayuda se busca dar una respuesta a esa necesidad de conciliación en familias con hijos en edad escolar y que se han visto incrementadas cuando ambos progenitores han vuelto al trabajo presencial. Si antes se recurría a los abuelos, ahora esta opción queda desaconsejada al formar parte del colectivo más vulnerable. En la mayoría de ocasiones, no hay otra alternativa que contratar a una persona cuidadora.

El resto de líneas de ayudas a la conciliación del Gobierno Vasco, en su mayoría, están dirigidas a progenitores con hijos de hasta 12 años. Esta, hasta que se apruebe la nueva norma, a finales de invierno o comienzos de primavera, solo amparaba hasta la fecha a aquellas familias con niños de 0 a 3 años.

El impulso a esta ayuda tiene un doble objetivo: ayudar a las familias y propiciar la generación de empleo y evitar la economía sumergida, en un sector, el de las trabajadoras del hogar, donde esta realidad sigue siendo mayoritaria. Las familias tienen que dar de alta en la Seguridad Social al trabajador. Las cuotas las paga el empleador en función de la retribución mensual -pueden superar los 100 euros al mes en función de las horas de trabajo-, pero este puede recibir de vuelta el 75% de estas cantidades, siempre que se cumplan los requisitos necesarios para que el Gobierno Vasco conceda la subvención.

Hasta ahora se trataba de una ayuda que, pese a su utilidad, pasaba desapercibida, pero desde que la pandemia trastocara la actividad diaria, con el cierre de colegios y los aislamientos, las peticiones se han incrementado. Las solicitudes del resto de subvenciones relacionadas con la conciliación, en cambio, no han crecido, son similares a otros años o incluso algo más bajas.

En su conjunto, 3.140 familias guipuzcoanas han recibido una ayuda a la conciliación este 2020, de un total de 3.340 expedientes solicitantes -casi el 95% de las peticiones se han aprobado-. En la totalidad de Euskadi, más de 8.500 unidades familiares han recibido algún tipo de subvención, lo que supone más de 15,7 millones de euros abonados. Casi el 75% de los expedientes solicitados han sido resueltos.

Aunque las líneas ordinarias han recibido menos solicitudes, tampoco ha habido una caída drástica pese al contexto de ERTE y crisis. La diferencia con respecto a otros ejercicios es solo un 5% inferior. Por contra, las dos ayudas nuevas, la de equiparación de los permisos por nacimiento y cuidado de ambos progenitores y la generada para afrontar situaciones concretas derivadas de la crisis sanitaria, han tenido una menor acogida de la prevista.

El 8 de abril el Departamento de Empleo y Políticas Sociales publicó una orden por la que se regulaban las medidas específicas en materia de apoyo a las familias para responder al impacto económico del Covid-19. Entre otras cosas, se pusieron en marcha varios programas sociales y se flexibilizaron las ayudas para la conciliación vigentes. La idea era dar respuesta a unas situaciones puntuales, pero al alargarse los cierres de colegios la demanda ha sido escasa. En todo caso, todavía no se ha realizado una evaluación completa. Aunque esta prestación se puso en marcha en marzo, con los primeros cierres de escuelas y su efectividad finalizaba el 30 de junio, puede pedirse hasta junio de 2021, por lo que los datos podrían variar.