Ensayo aéreo en 260 hectáreas de pinares de Gipuzkoa para frenar la banda marrón

El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, S.A. (Neiker) ha anunciado que este mes iniciará una segunda fase para combatir la banda marrón y la banda roja del pino dentro del Plan Piloto Experimental 2019-2021 que comenzó el año pasado. Esta enfermedad sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza de los propietarios forestales del País Vasco.

El Plan Piloto Experimental 2019-2021 se centra en la selección de genotipos o arboles resistentes a las bandas, el estudio para la posible introducción de especies de interés comercial y resistentes en las condiciones locales, la evaluación de sustancias eficaces para combatir las bandas marrón y roja y los ensayos terrestres y aéreos para testar las sustancias que in vitro, en invernadero y en otros ensayos han mostrado su eficacia.

Una de las principales novedades de esta segunda fase del plan piloto es que, en función de las condiciones meteorológicas, este mes se llevarán a cabo fumigaciones mediante helicóptero con el fin de estudiar el efecto de fertilizantes y bioestimulantes solubles que serán aplicados sobre parcelas que no fueron tratadas en 2019. Según explica Neiker, estos productos se componen de macro y micronutrientes mezclados con derivados de algas y otras sustancias naturales que, adaptados a las condiciones de las acículas del pino, ayudarían a fortalecer la resistencia natural de las masas de pino radiata y pino laricio. No son fitosanitarios, sino sustancias naturales con nutrientes y bioestimulantes que activan la defensa de los árboles.

El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, S.A. (Neiker) ha destacado que estos fertilizantes están siendo evaluados por sus expertos como alternativa al uso de fitosanitarios.

Este ensayo aéreo se llevará a cabo en parcelas que suman cerca de 600 hectáreas. De ellas 260 corresponden a Gipuzkoa, 280 a Bizkaia y 60 a Araba. Neiker considera que esta extensión permitirá recoger la amplia diversidad del pino en Euskadi (edad, nivel de afección, etc.) y proporcionará más datos para su escalado en caso de mostrarse efectiva. Señala que como es habitual cuando se aplican tratamientos aéreos, se tomarán las máximas medidas de precaución: las parcelas estarán alejadas al menos 100 metros de áreas habitables y de interés medioambiental y de aguas de cualquier tipo y destino.

Asimismo, en la segunda fase continuarán los ejes de trabajo iniciados durante el ejercicio anterior con algunas novedades. Destaca la selección de genotipos: tras multiplicar piñas inmaduras de pinos resistentes a la enfermedad, Neiker recalca que trabaja para obtener pinos resistentes. A partir de 9 árboles diferentes se han obtenido más de 20 genotipos en los que se está evaluando su resistencia a la enfermedad. Si muestran una resistencia o tolerancia clara, serán introducidos en el programa de mejora genética forestal en los próximos años.

También se llevará a cabo un estudio de otras especies de interés comercial. En este sentido, se siguen estudiando las características del suelo para realizar mapas con los que desarrollar una herramienta que ayudará a decidir qué especies son las más adecuadas en localizaciones concretas y en un clima cambiante. Además, se están evaluando otras especies de pino (alternativas a laricio y radiata) y se ha comprobado que el hongo también es capaz de multiplicarse en algunas de ellas.

En cuanto a los ensayos de campo terrestres, estos se desarrollan en condiciones controladas de monte donde, al igual que el año pasado y en las mismas parcelas, se siguen evaluando las cinco sustancias activas más prometedoras (son derivados de Saccharomyces cerevisiae, Equisetum arvense, quitosano clorhidrato, lecitina de soja, bicarbonato de potasio).

De otro lado, Neiker ha puesto en valor los resultados de la primera fase del Plan Piloto Experimental 2019-2021 . Destaca que la selección de genotipos o árboles resistentes a las bandas se han multiplicado mediante técnicas avanzadas de cultivo in vitro piñas inmaduras de pinos que mostraban resistencia en el monte frente a la enfermedad.

En relación con la introducción de otras especies resistentes se han realizado mapas de Euskadi con características del suelo y del clima, tanto presentes como futuros, basados en las previsiones de cambio climático. Gracias a estos mapas se conocerá si una zona es adecuada para diferentes especies forestales que permitirían diversificar las masas locales haciéndolas más resilientes y resistentes a las patologías más habituales en Euskadi.

Se ha llevado a cabo una evaluación de sustancias activas en la que se han testado más de 70 materias activas y productos fitosanitarios in vitro en laboratorio y en invernadero para determinar su eficacia y posteriormente evaluar los más efectivos en campo. Las que ofrecieron mejores resultados pasaron a la siguiente fase.

En cuanto a los ensayos en campo, vía terrestre, se han efectuado pruebas vía terrestre en los tres Territorios Históricos con los productos que mostraron mejor funcionamiento in vitro o que habían mostrado eficacia en otros ensayos o especies. Hasta el momento cinco de ellos derivados de Saccharomyces cerevisiae, Equisetum arvense, quitosano clorhidrato, lecitina de soja, bicarbonato de potasio han demostrado distinto grado de control y son candidatos a ensayo en las próximas dos campañas.

Por último, referido a los ensayos en monte, vía aérea, se aplicaron óxido cuproso y bioestimulantes en Bizkaia, y Araba con drones y helicóptero, y se ha comprobado que el tratamiento es adecuado y efectivo, que la deriva (desplazamiento de un producto fuera del blanco determinado debido al aire) es baja tanto con drones como con helicópteros y que no hay evidencia de alteraciones en el medio ambiente.