«Nuestros embalses están en mínimos históricos»

– ¿Qué función tienen los embalses en nuestro país?

– La función de los embalses es el abastecimiento de la población, la retención o la laminación de avenidas cuando vienen gotas frías o tormentas fuertes. En algún caso también sirven para la producción de energía eléctrica. En España tiene en gran parte un uso agrícola. En Euskadi, salvo en Álava, este uso es nulo.

– ¿Qué está pasando con ellos?

– Estamos observando que en los últimos años lo que antes era un ciclo normal del embalse ya no lo es. Lo común es que empiece a llenarse hacia octubre o noviembre, cuando tienen el nivel más bajo, y más o menos en el mes de marzo o abril se llenan. A partir de ahí van descendiendo de una forma muy regular y continuada hasta octubre. Desde hace unos años esa forma de comportarse del embalse está cambiando. Ahora deberían estar a unos niveles del 80-85%, y los tenemos a niveles más bajos. Por ejemplo, el de Urkulu está al 65% en este momento. Es el nivel más bajo de la historia del embalse desde que se construyó en 1980. Además, observamos que este año está siendo especialmente seco, y cuando se llenan lo hacen de golpe. Como hemos visto en Añarbe hace un mes, durante una tormenta se recogieron 240 litros en un solo día, que es lo que se recoge en un mes bueno de abril.

– ¿Por qué está pasando esto?

– Es la pregunta del millón. Los años hidrológicos se miden del 1 de octubre al 30 de septiembre. El año hidrológico del 21/22 precipitó aproximadamente la mitad que el 20/21. ¿Es por el cambio climático? ¿Son años de sequía? Yo creo que será una combinación de ambas. Cambio climático hay, la temperatura sube, incluida la del mar y además se nos suma que este año ha sido especialmente seco.

– ¿Es peligrosa la situación?

– Más que peligro, lo que nos está causando es que no tengamos la seguridad de que, por ejemplo, en el mes de octubre el embalse empiece a recuperar. Por eso estamos tomando medidas desde ahora, como coger otro tipo de captaciones o hacer trasvases de un embalse a otro. Como está cambiando el sistema temporal y espacial de las precipitaciones, estamos un poco asustados.

– ¿Hay suficientes embalses para combatir una posible sequía?

– Si como consecuencia del cambio climático van a a ser necesarios más embalses es una de las dudas. Creo que lo que deberíamos hacer es empezar a utilizar los recursos que ya tenemos y que todavía existen en Gipuzkoa. Son recursos que no se están utilizando porque la calidad del agua no es tan buena como la que tenemos ahora, pero las técnicas de potabilización han cambiado mucho y seguramente vamos a tener que utilizarlas, pero no veo necesario construir más embalses.

– ¿Tenemos que preocuparnos por posibles restricciones de agua?

– De momento no. En este embalse que he dicho que está en mínimos históricos (Urkulu) ya estamos adoptando medidas sin precipitar nada. Si no llueve nada, este embalse tendría autonomía hasta marzo de 2024. Supongo que si en septiembre u octubre no ha precipitado ni hay expectativas de que vaya a llover, entonces es cuando tendremos que tomar ciertas medidas. La primera sería un llamamiento a la población para que haga un buen uso y procure gastar menos. Luego, poco a poco habría que impedir que se rieguen calles y jardines o que se laven los coches.

– ¿La bajada del nivel de agua afectará su precio?

– No. Tenemos provisiones en caso de sequías y no hay previsiones de que pueda pasar algo tan drástico como para llegar a ese extremo. Si la situación que estamos viviendo se extendiese muy a largo plazo, se plantearía una subida de precios, pero no es el caso.

– Ante la falta de agua en un embalse durante una sequía, una de las medidas es llenarlo con agua de otro embalse. ¿Cómo se hace eso? ¿Estamos preparados?

– Se hace mediante un sistema de tuberías. Estas conectan varios sistemas de embalses. Por ejemplo, el de Azpeitia está conectado con el de Barrendiola, y este a su vez está conectado con el de Arriaran.

– ¿Los gases que producen estos embalses pueden agravar el efecto invernadero?

– El embalse en sí no genera estos gases, sino que en estas situaciones de escasez en la que están, todo el lodo que está bajo el agua aflora y empieza a pudrirse. Esto genera gases de efecto invernadero como el metano.

– ¿De qué forma afecta esto a la flora y la fauna de la zona?

– Cuando un embalse se hace aguas arriba afecta a la flora y la fauna que hay debajo, bien cuando hay una avenida o bien cuando estamos llenando el embalse. Por ejemplo, si hay una sequía y no podemos respetar lo denominado como caudal ecológico, que es el mínimo que tenemos que utilizar para que puedan sobrevivir.