Donostia retoma la normalidad aunque continúa la alerta amarilla por olas

Gipuzkoa se va recomponiendo poco a poco de los efectos del temporal de viento y olas que causó numerosos destrozos en diferentes municipios, aunque Donostia es la que se llevó la peor parte.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Martín Ibabe, y el jefe del cuerpo de Bomberos de Donostia, Imanol Andonegi, han visitado esta mañana el Paseo Nuevo para ver los posibles desperfectos y han dado cuenta de las actuaciones acometidas ayer, que alcanzaron más de 200 intervenciones con más de 300 personas que atendieron a la ciudadanía entre ertzainas, policías municipales, bomberos, servicios de mantenimiento, contratas y servicios de coordinación.

En esta zona, -que se abrirá en una hora al tránsito de peatones y vehículos de carga y descarga una vez terminen los trabajos de limpieza- se han detectado «muy pocos desperfectos», una barandilla rota y una fisura en el muro de costa, «que se ha hecho un poco más grande de lo que estaba. Cuando se estabilice la situación del mar, la miraremos más concienzudamente y la trataremos de reparar», ha explicado Ibabe, que ha realizado un balance «muy satisfactorio» de la actuación realizada ayer teniendo en cuenta la virulencia del temporal.

En estos momentos, hay desplegados varios efectivos por la ciudad para acometer las actuaciones pendientes que irán devolviendo la normalidad, como «árboles que no han llegado a caer pero que por seguridad habrá que retirar, como en la avenida de Tolosa y en el Parque de Cristina Enea», ha detallado el concejal donostiarra. En este sentido ha confirmado que los parques van a permanecer cerrados hasta que un servicio específico los revise y se garantice su seguridad. En total, se contabilizaron 66 árboles caídos ayer, que complicaron la circulación, tanto peatonal como en carreteras y vías de tren.

«Las rachas de viento por intensidad y duración fueron las más altas de lo que llevamos de año, fue una jornada muy dura. La previsión más complicada era el frente marítimo pero roló el viento y eso hizo que la ola no fuera tan impactante como lo fue el viento, que fue más dura de la que en un principio manejábamos. La racha máxima llegó hasta los 135 kilómetros por hora en la isla, sin embargo lo más significativo es que fue muy alta durante mucho tiempo, hasta bien entrada la tarde. El viento además complica mucho más que el mar porque abarcó toda la ciudad y generó unas consecuencias que nos cuesta mucho más recuperar», ha destacado Ibabe.

Los Bomberos atendieron un centenar de incidentes en la ciudad, «es una barbaridad», ha destacado Andonegi. Para ello se necesitaron en algunos momentos incluso seis dotaciones y seis personas más para reforzar el servicio, desde las 3 de la mañana hasta las once de la noche de ayer. «Fue una jornada muy complicada, con numerosas intervenciones por toda la ciudad. El arbolado en Sancho el Sabio nos dio bastantes problemas y las cristaleras que se desprendieron del polideportivo de Zuhaisti también»

En cuanto a los heridos, el hombre que chocó contra un camión ayer en Donostia «está en planta» en el Hospital Donostia, según fuentes municipales.

La alerta amarilla por olas por impacto en la costa continúa a lo largo de la jornada de hoy. El viento amainará con rachas de viento mucho menos intensas de las vividas ayer.