Donostia-Madrid, tres décadas para recortar 100 minutos al tren

La historia de la conexión ferroviaria entre Donostia y Madrid es la eterna espera de un futuro prometedor que no acaba de llegar. Este verano se ha producido un avance importante con los 42 minutos de trayecto que el Alvia ha conseguido recortar gracias a la inauguración de un nuevo tramo de alta velocidad entre Burgos y Venta de Baños (Palencia), lo que deja Madrid a menos de 5 horas de tren por primera vez en la historia, en concreto a 4 horas y 48 minutos. Pero un vistazo a los tiempos de conexión con la capital que se ofertan actualmente desde los cuatro puntos cardinales demuestra que las capitales vascas se mantienen aisladas en una burbuja que solo explotará cuando el TAV llegue a Euskadi. En el mejor de los casos, en 2027. Las 2 horas y 45 minutos de trayecto que se prevén entonces entre San Sebastián y Madrid suenan hoy a ciencia ficción. Sería un salto de dos horas de golpe que contrastaría con los apenas 100 minutos que se han logrado recortar en los últimos 30 años.

Que cualquier mejora en las infraestructuras y las conexiones tiene un reflejo directo en el número de usuarios del transporte público es un hecho que los datos de este verano ratifican: desde que el 22 de julio comenzó a operar un tercer tren a Madrid que, además, reducía el trayecto por debajo de las 5 horas, el número de viajeros se ha incrementado un 36%, según los datos de agosto facilitados por Renfe. «Se está notando la mejora en los tiempos de viaje y la nueva frecuencia», señalan desde la empresa pública, aunque apuntan que a finales de año se podrán sacar conclusiones más completas. Desde luego, entre los usuarios hay unanimidad en que las mejoras introducidas en julio son todo ventajas.

Aunque los más curtidos en la línea ferroviaria San Sebastián-Madrid, aquellos que desgastaron los asientos del Talgo que operó desde 1964 a 2007 o que han sufrido los diversos vaivenes del Alvia, conocen de primera mano las dificultades que ha vivido esta conexión a lo largo de la historia. Algunos apuntes: en los 56 años que transcurrieron desde 1950 hasta 2006, el trayecto Donostia-Madrid solo se redujo 110 minutos (de las 8 horas y 30 minutos a las 6 horas y 46 minutos que marcaban los últimos Talgos). Pero es que los mejores tiempos de ese modelo en 1989 eran de 6 horas y 28 minutos, por lo que la conexión con Madrid ha sufrido varios pasos atrás en las últimas décadas. A falta de avances, se daban nuevos retrasos.

Un repaso a los tiempos históricos facilitados por Renfe para la conexión Donostia-Madrid desde 1989 demuestra que en las tres últimas décadas apenas se han podido reducir 100 minutos de viaje. La hora y 40 minutos que van desde las 6 horas y 28 minutos que se alargaba el viaje hace 33 años a las 4 horas y 48 minutos que dura desde el pasado 22 de julio. Del vetusto Talgo en vía convencional, al Alvia que es capaz de avanzar a 250 km/h en vías de alta velocidad desde Burgos a Madrid. ¿Hay próximas estaciones para nuevas mejoras de tiempos? La conexión de la alta velocidad entre Burgos y Vitoria y la construcción de la 'Y' vasca. Ambas, sin una fecha cerrada.

Así que por ahora los usuarios se conforman con que no ocurran contratiempos como los que se dieron de 2003 a 2006, cuando diversos problemas en la conexión ferroviaria con Madrid arrastraron los tiempos desde las 6.01 horas de 2001 hasta las 6.45 horas de 2006. Una pesadilla que solo acabó cuando el primer Alvia pasó por la estación de Atotxa: bajó los tiempos 90 minutos de golpe, hasta las 5 horas y 23 minutos. El problema es que en los siguientes 15 años no hubo mejoras y los tiempos incluso se dilataron. Hasta que, este julio, el Alvia logró dar un tajo de 40 minutos y bajar de las 5 horas. Ahora falta el gran salto, que solo se dará con el TAV.

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