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Nerea Lazkano, en las instalaciones de Basa Lore. Lusa
GURE LURRA SEMBRANDO FUTURO

«Damos visibilidad al territorio con un producto autóctono de primera calidad»

Nerea Lazkano Bodega Basa Lore

MIRARI GÓMEZ

Viernes, 27 de diciembre 2019, 12:47

Nerea Lazkano representa la cuarta generación de una familia txakolinera asentada en el caserío Basa Lore de Zarautz, ahora reconvertido en una bodega.

¿Por qué el primer sector es estratégico para Gipuzkoa? Porque nos provee de alimentos kilómetro cero y de calidad, vertebra nuestro territorio, gestiona y cuida el entorno natural y el paisaje, nos da espacios de ocio y disfrute, y conserva nuestra identidad. El futuro del territorio no puede entenderse sin el primer sector, que va a ser una prioridad para la Diputación esta legislatura. Conozcamos, respetemos y apoyemos a quienes cuidan de Gure Lurra.

¿Cómo nació Basa Lore? ¿Se imaginaba de pequeña dedicándose a la producción de txakoli?

–Fue mi bisabuelo quien, en los años 30, plantó las primeras cepas de viñedos y luego, mi abuelo Inaxio amplió poco a poco la viña con la ayuda de mis padres. Por tanto, yo, que pertenezco a la cuarta generación de Basa Lore, he conocido la producción de txakoli desde pequeña en casa. Aunque he trabajado un tiempo fuera de casa, al final decidí seguir la tradición de la familia.

El txakoli es una de las joyas de la gastronomía vasca. ¿Qué le diferencia del resto de vinos blancos?

–El txakoli de Getaria se produce con la uva autóctona Ondarrabi Zuri, que tiene cierta acidez que lo diferencia del resto de los vinos, pero a su vez es fresco y fácil de beber.

«La D.O. Getariako Txakolina garantiza el origen de la uva autóctona, su elaboración y el control de calidad»

Concretamente, Basa Lore produce txakoli amparado bajo la Denominación de Origen Getariako Txakolina. ¿Qué indica esta etiqueta?

–Esta etiqueta garantiza al consumidor el origen de la uva autóctona, su elaboración y el control de la calidad que tenemos en nuestras bodegas. Además, siempre bajo el cumplimiento del reglamento de la D.O. Getariako Txakolina certificado por las auditorías de Hazi Fundazioa como órgano de control.

¿Supone alguna diferencia respecto a las otras dos D.O. del producto?

–Getariako Txakolina fue la primera Denominación de Origen de txakoli, creada en 1989. Lo que caracteriza nuestro txakoli es que se produce principalmente de viñedos ubicados junto al mar, siendo nuestras variedades principales Ondarrabi Zuri (blanca) y Ondarrabi Beltza (tinta).

¿Cuántas variedades trabajan?

–En estos momentos contamos con tres productos en el mercado -Basa Lore, Basa Lore 'Igartzeta' sobre lías y Basa Lore Rosé-, pero este próximo año presentaremos algo nuevo.

Cuentan con viñedos propios que garantizan una producción 100% local. ¿Es importante fomentar el kilómetro cero también en el txakoli?

–Tendríamos que presumir de producto local y tradicional, y reconocer el trabajo que hacemos durante todo el año en el viñedo, en la bodega y en el ámbito comercial. Fomentar el km 0 es importante sí, pero es vital también que lleve consigo un aumento en el número de viñedos y el consiguiente incremento en la producción. Nuestra misión consiste en tratar de abrir el mercado a todo el mundo.

En una bodega como Basa Lore, que elabora txakoli desde los años 30, ¿cómo se conjugan tradición y modernidad?

–Tenemos cepas de casi 90 años y otras de 25. Cuando era niña recuerdo que vendimiábamos en familia. Se pisaba la uva en el lagar y pasábamos el mosto a las cubas, embotellando y etiquetando manualmente cada botella de txakoli Basa Lore. Ahora se lleva un control más exhaustivo en todo el proceso. Seguimos vendimiando manualmente, pero ahora se trabaja con la prensa neumática, el mosto se controla en los depósitos de acero inoxidable y después, las máquinas se encargan del embotellado y etiquetado. Así conseguimos mantener tradición y modernidad en Basa Lore.

¿Cómo valora la vitivinicultura guipuzcoana?

–Prácticamente el 100% de las bodegas vivimos de la producción de txakoli, lo que implica una profesionalización del sector y una puesta a punto de las últimas técnicas en viticultura. Estamos siempre aprendiendo y formándonos.

¿Está el txakoli arraigado en la sociedad?

–Sí, aunque es cierto que normalmente el consumidor de nuestro txakoli tiene más de 50 años. Deberíamos fomentarlo en gente más joven.

Decía antes que tienen que abrir el mercado a todo el mundo. ¿Qué acciones tienen previsto emprender?

–Además de asistir a las ferias que organiza la D.O. Getariako Txakolina en Gipuzkoa, a nivel nacional tenemos distribuidores en varias ciudades y nos vendría de maravilla recibir alguna ayuda para promocionarnos en el Estado. Por otra parte, llevamos varios años exportando a Estados Unidos y este año hemos ampliado el mercado a Europa y Asia. En 2020 tenemos previsto asistir a Prowein en Düsseldorf, dentro del stand del Gobierno Vasco, y también iremos a Tokio a la feria Wine & Gourmet Japan 2020, a través del proyecto Caprice.

Con el enoturismo tan en auge, ¿realizan otras actividades complementarias a la producción?

–Sí, realizamos visitas guiadas, con reserva previa, para ver el viñedo y la bodega, y degustar los txakolis Basa Lore acompañados de diferentes productos locales. Para finalizar, y si el tiempo acompaña, subimos al mirador de Santa Bárbara para contemplar la vista de Zarautz. Esta actividad nos permite enseñarle al consumidor nuestra bodega familiar, así como mostrarle cuál es nuestro trabajo diario en el viñedo y en la bodega hasta conseguir nuestro mimado txakoli. Es otra forma de dar a conocer el producto a un posible consumidor final.

¿Cómo se imagina el futuro del sector?

–En lo referido al conocimiento del producto, con optimismo. La dificultad la encontramos a la hora de contratar personal en momentos puntuales como son la vendimia o la poda.

¿Cómo valora las políticas de apoyo al primer sector lanzadas por la Diputación?

–Se apoya mucho al sector en lo referido a inversión de maquinaria y almacenes. También tenemos el laboratorio agrario Fraisoro que nos hace los análisis de mostos, txakolis, tierras...

¿Qué destacaría de la aportación del conjunto del primer sector a Gipuzkoa?

–Somos los responsables del mantenimiento de una superficie agraria cuidada, el paisaje y el entorno. Además, damos visibilidad al territorio con un producto autóctono de excelente calidad.

El viñedo de uva en Gipuzkoa

  • 130 explotaciones, 433 hectáreas y 10 millones de euros de producción.

  • Gipuzkoa acoge un total de 38 bodegas.

  • El 55% de las explotaciones tiene menos de cinco hectáreas y el 70% viven del sector en exclusiva.

  • El 24% de las personas jefas de explotación son mujeres y el 47% menores de 54 años (más jóvenes que en otros sectores). La superficie adscrita a la D.O. Getariako Txakolina ha crecido el 193% desde el año 2000.

  • Sector internacionalizado: El 37% se vende al extranjero. Francia es el principal país que importa txakoli procedente de Gipuzkoa. Le siguen Estados Unidos, Suiza, Alemania, Bélgica y Reino Unido.

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