La cumbre del G-7 que arranca el 24 de agosto en Biarritz amenaza con colapsar la frontera

El tránsito de un lado a otro de la muga será en esas fechas poco menos que imposible. Queda aún algo más de un mes y ya se aconseja a los usuarios habituales de esta ruta que, en la medida de lo posible, eviten el paso. El Ministerio de Interior galo contempla severas restricciones a la circulación. Los controles serán rígidos, no solo al otro lado del Bidasoa, sino también en la comunidad autónoma vasca.

El colectivo más afectado será, una vez más, el de los transportistas que verán cómo sus vehículos son sometidos a estrechos controles. Ello hará que las retenciones resulten kilométricas y afecten no solo al entorno de la frontera sino que pueden llegar también a la comarca de Donostialdea. Los días más críticos para ellos serán el viernes, 23, y el lunes, 26.

Este sector ha mostrado de manera reiterada su hartazgo por los graves perjuicios económicos que este tipo de situaciones le producen.

La cumbre también tendrá una repercusión directa en quienes por esas fechas estén inmersos en plena operación regreso de las vacaciones de verano, principalmente aquellos que han disfrutado de su descanso estival en el sur de la península, en países del Magreb o en Portugal. Muchos de ellos emprenden la vuelta los últimos diez días del mes, de manera que tendrán que ser previsores si no quieren verse atrapados en el previsible atasco.

El tercer grupo de afectados será el de los guipuzcoanos que residen en algunas de las localidades de Iparralde y que a diario se ven obligados a cruzar cualquiera de los puentes que cruzan el Bidasoa, así como los franceses que acuden a este lado.

A todos ellos, los responsables de Tráfico del Gobierno Vasco recomiendan que en la medida de lo posible eviten circular por el paso de Biriatou y para aquellos que estén de camino a Francia, lo hagan por otras vías.

Durante la semana pasada, la Dirección de Tráfico de Euskadi instaló en los peajes de Irun y Zarautz, en dirección hacia el sur, señales en las que se advierte de la celebración de la cumbre. En las mismas se aconseja evitar el paso fronterizo del País Vasco durante dichas fechas. Las recomendaciones están escritas en español, inglés, francés y árabe.

El evento político también tendrá una incidencia directa en la red viaria francesa. Ni qué decir tiene que el acceso a Biarritz será imposible. El tráfico en el centro de la localidad estará prohibido desde el viernes 23. Los responsables han habilitado un corredor hacia Baiona a través de la A-63, que funcionará como un «boulevard urbano» y será gratis. También habrá restricciones al tráfico a vehículos de 7,5 y 19 toneladas. Asimismo, la salida de los peajes de Baiona, Biarritz, Boucau, Guéthary, Deux Jumeaux (entrada a Hendaia) estarán cerradas del 23 al 26. La de San Juan de Luz permanecerá, no obstante, abierta.

En el enlace ferroviario Burdeos- Toulouse, la parada más cercana a la costa vasca estará en la estación de Pau. Y en Dax, para el eje Burdeos-Baiona.

Las restricciones también repercutirán en el tráfico aéreo y, en consecuencia, en la operatividad de los aeropuertos. El de Biarritz estará cerrado al público durante los cuatro días. Además, se prohibirá el estacionamiento de vehículos en todas las zonas de aparcamiento. Aquellos coches que no respeten esta medida serán retirados al depósito.

Las autoridades francesas indican que quienes tengan previsto viajar desde el aeródromo labortano días antes de la celebración de la cumbre y piensen regresar una vez que los mandatarios hayan regresado a sus países, han de ingeniárselas para dejar el coche en otros lugares durante la ausencia.

Este acontecimiento político tendrá también su incidencia en el aeropuerto de Hondarribia. Fuentes de Aena indican que como consecuencia de las restricciones en el espacio aéreo francés y español, se permitirán los vuelos regulares, con origen y destino al aeropuerto guipuzcoano «que dispongan de acreditación». Añaden que esos días, las compañías aéreas solicitarán a las autoridades las acreditaciones oportunas para cumplir las condiciones de entrada en el espacio aéreo francés durante la maniobra de aproximación al aeropuerto.

Asimismo, se permitirán los vuelos no regulares, privados o comerciales, directamente relacionados con la reunión del G-7, debidamente acreditados. También se autorizarán los vuelos de los servicios públicos policiales y de emergencias

Los únicos movimientos aéreos que se prohibirán serán los de aviación general y visual, salvo los directamente relacionados con la cumbre. En suma, las compañías aéreas operarán con normalidad y los únicos vuelos que no serán autorizados serán los privados.