Los cuidadores solicitan cada vez más estancias temporales para sus mayores en residencias
Crece un 30% la demanda de estos programas en Gipuzkoa, que permiten que el dependiente que vive en el hogar pase unos días en un centro de la Diputación para que quien les atiende descanse
El número de mayores dependientes que pasan una temporada en una residencia pese a vivir en su hogar, normalmente con algún hijo, no ha ... hecho más que aumentar en los últimos años. Las solicitudes para optar a una plaza en el servicio de estancias respiro de la Diputación de Gipuzkoa han subido un 30% en apenas dos años. En lo que va de verano, 229 personas del territorio se han puesto en contacto con los servicios sociales forales para que, en la mayoría de casos, un familiar mayor pueda pasar unos días en un centro. De junio a septiembre del ejercicio anterior fueron 212 y en ese mismo periodo de 2022, un total de 180, según datos del departamento de Cuidados y Políticas Sociales. Las solicitudes de este estío aún pueden aumentar porque todavía no se ha cerrado el plazo para las estancias de la segunda quincena de septiembre.
Este servicio surge de la necesidad de que el cuidador, un papel que todavía recae en su mayoría en las mujeres, también pueda tomarse un respiro con la garantía de que el dependiente va a seguir recibiendo los cuidados que necesita, entre otras cosas. Con la pandemia, hubo unos meses en los que no se pudo realizar ninguna estancia temporal en residencias para evitar la posible propagación del coronavirus. Pero en cuanto se recuperó el servicio, el área que dirige Maite Peña empezó a recibir solicitudes. Primero, a cuentagotas. Pero poco a poco fueron al alza y ya se acercan a las cifras prepandemia. El último año 583 guipuzcoanos mayores y con discapacidad hicieron uso de este servicio, una cifra que se acerca a los 695 de 2019, el año anterior a que estallara la crisis sanitaria.
Más demanda en agosto
La mayoría de solicitudes se realizan para agosto, o al menos así ha sucedido este año, según las mismas fuentes. En total, este mes 131 mayores pasaran unos días o semanas en una residencia del territorio, son más de la mitad de los usuarios que se prevén entre junio y septiembre. De estos, 102 son mujeres y los 19 restantes, hombres. Además, por comarcas destaca Donostialdea, con 56 dependientes que van a estar este mes en un centro de forma excepcional. Le siguen Goierri, con 23; Debabarrena, con 19; Debagoiena, con 14; Urola Kosta, con 9; Tolosaldea, con 7; y Bidasoa, con 3.
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Agosto es el mes de las vacaciones por excelencia y así se refleja en la ocupación de las plazas que tiene la Diputación para uso de las estancias respiro. Si estas semanas se espera que más de un centenar de mayores pasen por un recurso del territorio, el mes pasado, en julio, fueron la mitad, 56. La mayoría también eran mujeres residentes en San Sebastián y alrededores.
De los cuatro meses que comprende el verano –junio, julio, agosto y septiembre– cuando menos solicitudes para una estancia respiro se registran es en el primero. Este año apenas fueron ocho. En septiembre, sin embargo, todavía hay muchas personas que siguen de fiesta en sus trabajos y aprovechan para descansar o hacerse una escapada, por lo que necesitan de estas estancias para que el mayor a quien cuidan siga igual de bien atendido pero, en este caso, en una residencia. A falta de cerrar las peticiones de estancias para la segunda quincena de septiembre, de momento para el próximo mes hay ya 36 personas apuntadas.
Si se suman los meses estivales, que son los que más demanda tienen, se alcanzan las 229 peticiones para este verano, la mayoría, 171, de mujeres mayores. Son tres de cada cuatro del total de usuarios de este servicio. En total, por comarcas también suma el mayor número de usuarios de este servicio Donostialdea, 108. Esto es, casi uno de cada dos residen en la capital guipuzcoana o en algún municipio de los alrededores. La de Bidasoaldea es, en el lado contrario, la comarca donde menos mayores solicitan este servicio. En total este verano han sido diez, ni siquiera el 5%, según las estadísticas de la Diputación.
De tres a quince días
Estas estancias están pensadas para dependientes, tanto personas mayores como con discapacidad, y aunque se pueden disfrutar a lo largo del año, normalmente las solicitudes suben en verano, entre los meses de junio y septiembre. Existe la opción de disfrutar de estancias largas y cortas. Las primeras se distribuyen en dos quincenas al año, que normalmente se solicitan en la época estival, en navidades o Semana Santa. No pueden ser seguidas y deben transcurrir al menos dos semanas entre ambas. El resto del año pueden realizarse estancias de entre dos y cinco noches, que no tienen por qué coincidir con el fin de semana. Así, la mayoría de personas que solicitan este servicio lo hacen más de una vez al año. El último año, de media los usuarios de este servicio pasaron 7,27 días en una residencia.
Los principales centros que ofrecen este servicio en Gipuzkoa son la residencia de Txara 2, en Donostia; y San José, en Ordizia. Julián Rezola, en San Sebastián; y Aita Menni, en Arrasate; cuentan por su parte con plazas de unidad psicogeriátrica y Villa Sacramento e Iza, ambas también en Donostia, están destinadas a personas con discapacidad. En el caso de que la demanda existente superara el número de plazas disponibles en estos centros, la Diputación valora la posibilidad de contar con plazas en otros centros de Gipuzkoa, intentando promover la cercanía con el lugar de residencia.
Las estancias pueden realizarse en habitación doble o individual, que son asignadas según necesidades del centro y disponibilidad de plazas.
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