Euskadi se prepara para impedir desde el mar la llegada de pélets al litoral

El Gobierno Vasco espera confirmar o refutar este extremo este jueves, según el resultado de las analíticas realizadas este miércoles de estos residuos, y con este fin comparecerá públicamente este jueves por la mañana el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka. En opinión de varios expertos consultados por este periódico, estas granzas podrían llevar tiempo -incluso años- en los arenales de Getaria, La Arena (Zierbena), Barinatxe (Sopela) y Gorondatxe (Getxo). Sin embargo, también coinciden en que las corrientes marinas y los vientos del este y nordeste han podido ralentizar su avance, pero «es de esperar» que la marea blanca llegue también a nuestro litoral,

Con esa previsión trabajan estos días instituciones y diversas entidades. Con esta visión preventiva, el consejo asesor del 'Itsasertza', que preside Erkoreka, activó el martes el Plan Especial de Emergencia ante la Contaminación de la Ribera del Mar, y este miércoles al mediodía un barco inspección pesquera supervisó el entorno de Muskiz y Zierbena, sin que se avistara rastro de pélet. Asimismo, en Santurtzi fue equipada otra embarcación «con todas las herramientas necesarias para poder actuar en el mar» en el caso de hallar estas bolas de plástico, según explicó la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia.

El objetivo es evitar que el pélet llegue a la costa, para lo que se cuenta con una máquina subcionadora y una red «de una malla muy pequeña» que ha sido desarrollada específicamente por Azti con el fin de «recoger este plástico» en la mar. Este organismo tiene lista también una boya para medir la posible concentración de bolitas plásticas en el agua. Según Tapia, el objetivo es «anticiparse» a la marea de estas microesferas que se emplean para la elaboración de plástico.

La consejera se mostró cauta ante la posibilidad de que estas granzas no procedan del buque 'Toconao'. Este jueves se conocerán datos «concluyentes», tras el análisis efectuado por el centro tecnológico Gaiker, que cotejará sus datos obtenidos con los de las muestras recogidas en Galicia.

La labor preventiva también se llevó a cabo en municipios como en Donostia, donde el Ayuntamiento advirtió a la brigada de playas que tuvieran en cuenta durante su rutina diaria la posible presencia de pélet en Ondarreta, La Concha y Zurriola. Sin embargo no fue notificado el hallazgo entre la arena de estas bolas, normalmente de un tamaño de menos de 5 milímetros.

Por su parte, el alcalde de San Sebastián Eneko Goia afirmó este miércoles que el Ayuntamiento donostiarra está en contacto con el Gobierno Vasco y con Azti para ofrecer toda su colaboración para «dar la mejor respuesta posible ante un problema que no tiene fácil solución».

En una entrevista en Radio Euskadi Goia lamentó que estos pélets procedentes del vertido del buque Toconao, «desgraciadamente acabaran llegando» también a Gipuzkoa. «Si están ya aquí no quedará mucho para que nos aparezcan en nuestros arenales», añadió.

El regidor donostiarra explicó que este jueves se reunirán los responsables para activar el Plan Especial de Emergencias, aunque, según dijo, «no sé qué pueden hacer, porque también hay una sensación de impotencia a veces».

En esa línea, mantuvo en que «no debe resultar sencillo poder actuar». Así, señaló que el martes estuvo hablando con los responsables del Aquarium, «que tienen bastante experiencia en estas cuestiones», los cuales le trasladaron que «actuar con redes de malla muy pequeña o para tratar de capturarlos puede afectar a los peces». «Es decir, pueden caer en esas redes cosas que no queremos que caigan, y la solución es complicada», aseguró.

Pese a la alerta suscitada por los pélets que se encuentran a la deriva desde la costa de Portugal a la cornisa cantábrica, diferentes expertos consultados por este periódico aseguran que la existencia de estos microplásticos es «habitual» en el litoral. En este sentido, el biólogo Xavier Curto, de Surfrider Foundation -una organización fundada por surfistas para proteger el océano y el litoral y con sede en Donostia-, explica que «llevamos más de diez años denunciado la presencia de pélet en los mares» y la «falta de regulación y control» durante «toda la cadena de producción y distribución del plástico», así como de «un régimen sancionador».

«Es casi imposible limpiar estas partículas si llegan a la playa», añade, aunque han coordinado «una red de voluntarios» en el caso de que sea necesaria su labor para retirar la marea blanca.