Primer día con pasaporte covid: calma, dudas y cancelaciones
Restaurantes y locales de ocio nocturno viven con tranquilidad el primer día de pase obligatorio pero con dudas sobre la letra pequeña de la norma
VERÓNICA MELO
san sebastián.
Domingo, 5 de diciembre 2021, 07:33
El servicio de comidas de ayer fue el que sirvió de experiencia piloto para los restaurantes de más de 50 comensales. Obligados ya a ... pedir a su clientela el pasaporte Covid se tuvieron que afanar para tener la infraestructura lista con el fin de que fuera un trámite lo más ágil posible. El sector hostelero vivió la primera jornada del pase covid con las dudas propias de una normativa que no llevaba en vigor ni 24 horas y para la que cabían, en algunos casos, diferentes interpretaciones. A la entrada de los establecimientos, tanto los restaurantes como los locales de conciertos o los locales de ocio nocturno ya pidieron a sus clientes la prueba de que estaban vacunados o pasado el virus. Es la nueva medida implantada por el Gobierno Vasco para frenar esta sexta ola, agresiva especialmente en Gipuzkoa. No tienen la obligación de exigir también el DNI
Las dudas en el estreno eran frecuentes. En los bares con barra de pintxos y zona de restauración no sabían si era obligatorio pedir la documentación en todo el establecimiento o solo para sentarse en el comedor. «Lo estamos pidiendo por si acaso, pero nadie nos ha dicho que sea así, y a lo mejor estamos haciendo un trabajo de más», decía Ibon Cusset, responsable del Itsaspe en Donostia. Sus clientes mostraban su móviles y documentos sin ningún tipo de problema.
Era el caso de Rosa Deslandes, que desde hace tiempo «lo llevo a mano, en mi formato personal». Ella, como el resto de sus amigas, lleva impreso y plastificado en «modo carnet» su pasaporte covid. «Buscarlo en el móvil resulta complicado y así es muy cómodo». La parte negativa, según Cusset, es «que es tan pequeño que no me lo lee la aplicación». En la zona de mesas Ana Gracia enseñaba su teléfono, «lo tengo descargado desde hace tiempo, he ido de visita a Francia y allí te lo piden en todos los sitios, ya me he acostumbrado».
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En el restaurante La Perla desde el viernes están llamando a todas las personas con reservas para comunicarles que tienen que presentar el certificado covid y algunos han cancelado su cita. «Hay mucha gente que no se ha enterado de que es obligatorio y se lo descarga al llegar», cuenta Ramón Antía, el 'maître'. «Supone algo más de trabajo».
Aquí el protocolo de entrada es «toma de temperatura, enseñar el pasaporte y luego les acompañamos a la mesa, pero creo que la gente está más tranquila sabiendo que alrededor todo el mundo está vacunado», manifestaba. La misma opinión tenía Monica Lilly que se disponía a entrar al comedor. «Me enteré ayer y esta mañana he preparado todo. Es cómodo y me da seguridad saber que todos estamos inmunizados. Creo que se debería pedir en todos los sitios, debería ser algo normal», comentaba.
«Estamos en un limbo»
Patxi del Orden, gerente de la churrería Santa Lucía, no tenía tan claro si estaba obligado a pedir a sus clientes el certificado para entrar en el local. «Estamos en un limbo, no somos un restaurante, pero sí damos comida, podemos atender a 140 personas», explicaba. «Vamos a pedirlo para cubrirnos, tengo que poner a una persona en la puerta solo dedicada a esto porque nuestra clientela rota mucho y en poco tiempo», contaba junto al cartel que ha colocado en la puerta. «Me preocupa la cola que se puede formar, y más con mal tiempo».
Solo por la mañana comprobó algo que ya se temía. «La mayoría de las personas mayores no saben ni cómo descargarlo, ni cómo encontrarlo en sus teléfonos. No les ha dado tiempo de imprimirlo», exponía. «Esta mañana hemos ayudado a varios a hacerlo pero no puedo dedicar 8-10 minutos con cada persona». Otra de las dudas que le surgían es la situación de los menores de 12 años. «Están sin vacunar, ¿pueden entrar? En ningún sitio pone que sí, aunque tampoco pone que no. Además ahora son ellos los que están teniendo más problemas de contagios».
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«En Barcelona nos piden el certificado todos los días, estamos acostumbrados»
En la sidrería Saizar la normalidad era la tónica a mediodía. Begoña Hernani advertía a los clientes de que tenían que mostrar su pase covid. «Hay bastante gente que no sabía que era obligatorio», destaca. «Estoy recibiendo muy buenas respuestas por parte de la clientela, quienes no lo tienen se separan de su grupo y se lo descargan en un momento. La actitud es muy positiva, pensaba que iba a encontrar más gente reticente», sostiene. El viernes estuvieron preocupados por si les restrasaba la entrada de los comensales. «Y no, está siendo ágil, no se forman colas».
Merche Pérez fue con sus hijos a disfrutar de la sidra, los más jóvenes tenían el pasaporte descargado en su móvil, ella llevaba dos papeles impresos. «No son los de 'cuadradito ese' –por el código QR–, son los que me dieron cuando me vacuné. Estoy venga que llamar a la calle Andía –sede del Gobierno Vasco en Donostia– para que me hagan el nuevo papel, y no hay manera de que me cojan el teléfono», se lamentaba. «Mis hijos me quieren poner un teléfono más moderno, el que tengo es de los de llamar, tendré que aprender», observaba.
En la sala Dabadaba están acostumbrados a chequear las entradas a través de los móviles y esta medida «opara nosotros resulta sencilla, es un click más en el escaneo de comprobación a la entrada», apunta Alex Marlon, uno de los responsables de esta sala de conciertos donostiarra. Ayer tenían organizado el primero para el que pidieron pasaporte covid. «No hemos tenido casi devolución de entradas para estos días pero hemos notado que hay algún sector de público que no entiende que estamos obligados a pedirlo, ¡qué se le va a hacer!», decía Alex.
El desconcierto sobre dónde era necesario el pase llegó a los cines Trueba donde había gente que lo enseñaba a la entrada. «¡Que no hace falta, al menos por ahora!», respondía riendo el portero de las salas.
Sin pedir el DNI
La orden de Salud que entró ayer en vigor recoge la obligatoriedad de pedir el pasaporte Covid, pero exime de la exigencia de cotejar los datos con el DNI del cliente. Este era uno de los aspectos más cuestionables por parte del sector hostelero ante las dudas que surgía de su autoridad legal para pedirlo.
Esta es la primera fase del certificado en Euskadi para acceder a ciertos tipos de recintos cerrados. Pero el lehendakari Urkullu ya anunció el viernes que solicitará a la Justicia permiso para ampliarlo a más bares, gimnasios, visitas a hospitales y residencias, y eventos en lugares cerrados como conciertos y ferias con público de pie.
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