Un carguero de 80 metros encalla dos veces en las rocas entre Getaria y Zumaia
Tras recibir ayuda, el navío ha podido navegar por sus propios medios hasta el puerto de Bilbao. Se ha abierto una investigación para determinar lo sucedido. No ha producido ningún vertido en la zona
Un carguero de 81 metros de eslora ha estado a punto de engrosar la lista de barcos que han naufragado en la costa de ... Gipuzkoa. El buque 'Waterway'encalló hasta dos veces en las rocas entre Zumaia y Getaria. Por fortuna, del segundo de los embarrancamientos logró salir indemne, lo que le permitió alcanzar aguas más profundas y alejarse definitivamente del peligro. Cuatro de las cinco personas que formaban parte de la tripulación fueron rescatadas por el helicóptero Helimer 207, de Salvamento Marítimo. Pese al siniestro, no se produjo vertido alguno en la zona y el navío pudo navegar por sus propios medios hasta el puerto de Bilbao. Lo hizo escoltado por un remolcador, el 'María de Maeztu', según informó la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa.
Eran las doce de la noche cuando el carguero, que permanecía en aguas frente a Zumaia a la espera de que se le asignase una carga y un puerto de destino, se acercó de forma extremadamente arriesgada hasta la costa, a aguas poco profundas. La presencia del navío fue detectada por varias personas que a esa hora circulaban por la carretera N-634. «El barco estaba en la zona Orrua. Al principio pensé que podía estar pescando, pero luego, al ver que era tan grande, me di cuenta de que era un buque», manifestó la zumaiarra Maialen Martínez, testigo del suceso.
Ante la sospecha de que el barco pudiera estar en dificultades, Maialen, que se encontraba acompañada de su padre, decidió poner los hechos en conocimiento del Centro de Coordinación de Emergencias, mediante un aviso efectuado al 112. «Desde aquí, derivaron la llamada a Salvamento Marítimo. Les explicamos la situación en la que se hallaba el barco. Primero respondieron que no tenían constancia de que se hubiese producido ningún incidente. En los instantes siguientes, nos advirtieron de que tenían al navío localizado y que estaban intentando ponerse en contacto con ellos, pero que no conseguían comunicarse».
Imágenes a las 3:15am de la cabina del Helimer 207 tras la evacuación de 4 de los tripulantes del buque Waterway, enbarrancado en #Zumaia. El capitán permaneció a bordo y tras conseguir liberarse de la embarrancada fue escoltado por el María de Maeztu a Bilbao. Movilizada Orión pic.twitter.com/0VK3ogsoEi
— SALVAMENTO MARÍTIMO (@salvamentogob) May 8, 2019
Pese a la falta de respuesta por parte de la tripulación, Salvamento Marítimo activó el protocolo establecido para este tipo de situaciones. Al lugar acudieron los remolcadores 'María de Maeztu' y 'Falcal Dieciocho', así como una embarcación de intervención rápida, la 'Salvamar Orion'. Asimismo, se desplazó el helicóptero Helimer 207 que se encontraba en Santander, y también un equipo de operaciones especiales Sasemar, ante la posibilidad de que pudiera producirse algún vertido. El dispositivo estuvo coordinado y dirigido por el capitán marítimo de Pasaia, Josu Bilbao.
El buque finalmente terminó por encallar y quedó a merced de las olas, aunque al cabo de unos minutos logró recuperar la flotabilidad por efecto del empuje de la marea. «Entonces, comenzó a virar pero volvió a embarrancar. Los que estábamos allí pudimos escuchar el ruido que hizo el casco al entrar en contacto con las rocas», explica Maialen.
Nuevos intentos
Los miembros de la tripulación, compuesta por cuatro marineros y el capitán, recibieron indicaciones para prepararse para la evacuación. De esta forma, el helicóptero logró rescatar a los marineros, no así al capitán que decidió quedarse al gobierno del buque.
En las horas posteriores, el capitán se esforzó por reflotar el carguero. La principal opción que le quedaba pasaba por aprovechar la subida de la marea y, en una maniobra de marcha atrás, llegar a aguas de mayor calado. A las tres y media de la madrugada, la operación dio sus frutos y el 'Waterway' consiguió librarse y alejarse definitivamente de la costa.
Pese a los dos impactos contra el fondo, el casco del barco no sufrió desperfecto alguno y, por lo tanto, no se produjo ningún vertido de combustible ni tampoco de aceite.
Una vez en mar abierto, el carguero fue instado a dirigirse al puerto de Bilbao, aunque en primer lugar se barajó la posibilidad de que pudiera navegar a Pasaia. No obstante, dada la hora que era y las dificultades que entraña el acceso a la dársena guipuzcoana, se optó por que pusiera rumbo a Santurtzi, donde llegó sobre el mediodía. En su singladura estuvo acompañado por el remolcador 'María de Maeztu'.
El 'Waterway' pertenece a una naviera de Lituania, aunque navega con pabellón de San Vicente y Las Granadinas. Los tripulantes son de nacionalidad rusa. En el momento del suceso, el carguero se encontraba a la espera de que la empresa armadora le asignara una tarea. El último puerto en el que había recalado fue el de Avilés.
Del 'Maro' en Jaizkibel al 'Motxo' en Deba
El episodio protagonizado por el carguero 'Waterway' tuvo un final feliz. Pero no siempre ha sido así. El último embarrancamiento de un mercante en Gipuzkoa se produjo en 2008. El buque 'Maro', de 96 metros de eslora, quedó destrozado tras encallar en las rocas de Jaizkibel. Un temporal terminó por partirlo en tres pedazos.
En 2003 otro carguero de bandera noruega encalló en la bocana del puerto de Pasaia y bloqueó durante casi doce horas las salidas y entradas de todos los buques mercantes. Ningún tripulante sufrió daños y los desperfectos que sufrió en el casco fueron escasos.
Más recientemente, en 2010, otro barco, esta vez un pesquero vizcaíno bautizado como 'Motxo', quedó varado en las rocas del flysch, entre Deba y Zumaia.
Capitanía Marítima de Pasaia ha abierto una investigación para determinar las causas que motivaron que el buque encallara en el litoral guipuzcoano. En este sentido, se ignora si el carguero sufrió alguna avería que imposibilitó su gobierno. De haber sido así, no obstante, sorprende que la tripulación no hubiese lanzado un SOS o cualquier otra llamada de advertencia sobre la grave situación en la que se encontraba.
Desde el puente de mando, sin embargo, no solo no se realizó ninguna demanda de auxilio, sino que ni siquiera respondieron a las llamadas que le fueron dirigidas desde Salvamento Marítimo.
También se investiga si existió una negligencia o dejación en las funciones de vigilancia durante la navegación, de tal manera que ningún miembro de la tripulación se percató de la proximidad de las rocas.
Lo único que, de momento, parece totalmente descartado es que el siniestro tuviera su origen en las adversas condiciones del mar. A esas horas, la lámina de agua estaba en calma y soplaba viento del sur.
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