La cárcel de Zubieta supera el ecuador de las obras con la idea de abrirse en 2024

Un paseo por la zona permite confirmar que el desarrollo de los trabajos es notorio, como se aprecia en las imágenes que acompañan esta información. Está levantado ya no solo el esqueleto, sino buena parte de las estructuras de una instalación que se convertirá en el penal más moderno del Estado, con importantes novedades no ya respecto a Martutene, sino al resto de centros de la red penitenciaria.

Entre muchas otras innovaciones, mejorarán las condiciones de estancia de los reos, que podrán disfrutar de espacios más amplios y modernos, zonas verdes y ajardinadas, marquesinas o pasarelas en la práctica totalidad de la urbanización interior para permitir que sus circulaciones y las de los funcionarios estén siempre cubiertas cuando llueva, instalaciones deportivas modernas como un campo de Fútbol 7 exterior de dimensiones reglamentarias, o una sala de videollamadas para mejorar la comunicación con familiares y allegados, que es la primera entre las cárceles del Estado.

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También habrá un módulo específico para mujeres, con 25 celdas, y dependencias especiales para reclusas madres de bebés menores de tres años, así como caniles para perros de acompañamiento a los reclusos. Una iniciativa con la que se busca fomentar no solo el acompañamiento, sino también la responsabilidad de los internos en el cuidado y paseo de los animales.

Respecto a las actividades formativas tendentes a facilitar la reinserción de los internos cuando cumplan condena, además de los talleres habituales, Zubieta dispondrá de un taller de cocina para que los presos puedan lograr una capacitación profesional en este ámbito.

El llamado Centro Penitenciario Norte III representa también un cambio en el campo del diseño arquitectónico y la construcción. Zubieta rompe en su configuración con la arquitectura del centro tipo desarrollado hasta la fecha, ya que solo contará con 6 módulos residenciales para un total de 234 celdas, un Centro de Inserción Social (CIS) para internos en tercer grado de 50 habitaciones, más 58 celdas complementarias (36 de ingresos, 7 de régimen disciplinario y 15 camas para personas de movilidad reducida en Enfermería).

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Podrá acoger en total más de 500 reclusos, el doble de los que actualmente cumplen condena en Martutene.

El concepto del nuevo penal es el de Núcleo Urbano Autosuficiente, pues se trata de una pequeña ciudad formada por 6 'minicentros' penitenciarios, con servicios culturales, sanitarios, deportivos y productivos comunitarios.

El diseño de la nueva cárcel se ha definido siguiendo criterios de sostenibilidad, con la utilización de materiales menos contaminantes tanto en su fase de producción o fabricación, como en la de explotación. Así por ejemplo, se utiliza la madera en elementos estructurales, lo que constituye una novedad sin precedentes en los demás centros tipo.

Cuando esté operativo, el presidio empleará un sistema que permitirá la captación y el uso del agua de lluvia para su uso en aparatos sanitarios, y se instalarán sistemas de energía renovable. Al mismo tiempo, se ha cuidado la orientación de los edificios que componen esta miniciudad para maximizar la captación de energía y la comodidad de los internos y funcionarios.

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El paisajismo verde se potencia con la creación de una zona de paseo y estancia central conformada por los principales edificios del centro. Esta zona sirve a su vez de unión entre los ejes secundarios, paralelos entre sí y ortogonales a esa plaza central verde, que enlaza con las entradas de los edificios: Servicios Generales, Talleres, Enfermería, Salidas y Tránsitos, Jefatura de Servicios, Comunicaciones y Deportivo-Cultural. En la otra banda edificatoria, enfrentada con estos edificios dotacionales, se encuentran los módulos residenciales. El conjunto queda aislado del exterior por cuatro cerramientos de seguridad: un perímetro exterior formado por una valla de 6 metros de altura, un muro de ronda y un vial de circulación de vehículos; y un paseo de ronda interior con dos anillos separados mediante vallado metálico.

La prisión de Zubieta está focalizada a la reeducación e inserción social de los reclusos por encima del carácter punitivo que se asocia a las cárceles. Catalogada de seguridad media y baja, desaparece el módulo de régimen cerrado, que es sustituido por un 'módulo disciplinario' en el edificio de Ingresos, Salidas y Tránsitos.

Levantada en una parcela de 287.772 metros cuadrados, la edificación ocupará 35.900 m2. Las obras se adjudicaron por 38,8 millones de euros a una UTE formada por Acciona, Cycasa Canteras y Murias. La financiación de la obra corre a cuenta del Estado, aunque la gestión cuando entre en actividad corresponderá al Gobierno Vasco.