«Las basuras, que eran un problema, ahora son una oportunidad para Gipuzkoa»
Asensio subraya durante la colocación de la primera piedra del centro de transferencia de Sasieta que los residuos son hoy «materia prima» para reciclaje, economía circular y energía renovable
«Las basuras, que antes eran un problema, representan hoy una oportunidad para Gipuzkoa». En la nueva era de los residuos tras el cierre de los vertederos y las inversiones realizadas en los últimos años en sistemas de recogida selectiva y tratamiento final, con la incineradora como punta de lanza, los desechos urbanos ya no se acumulan y son «materia prima» para reciclar e impulsar la economía circular, o una fuente de energía renovable, como la que genera la incineradora durante su proceso y que puede llegar a abastecer de electricidad a 45.000 hogares.
El diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio (PSE), ha puesto en valor este lunes el cambio radical que ha experimentado Gipuzkoa desde 2015 en materia de gestión de residuos. Lo ha hecho durante la colocación de la primera piedra de la estación de transferencia de Sasieta, en Beasain, la última instalación contemplada en el plan de gestión (Pigrug), y con la que «culminamos el mapa de infraestructuras» del territorio para la gestión de las basuras.
Acompañado por el director del consorcio de residuos de Gipuzkoa (GHK), César Gimeno, y de la presidenta de la Mancomunidad de Sasieta y alcaldesa de Beasain, Leire Artola (PNV), Asensio ha explicado que el nuevo centro, levantado sobre el antiguo vertedero en terrenos cedidos por la Mancomunidad, recogerá 18.000 toneladas anuales de residuos clasificados para su traslado posterior en camiones más grandes a las plantas del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa, en Zubieta.
22 municipios y 72.000 vecinos
Este punto de intercambio dará servicio a los 22 municipios de Goierri y Urola que conforman la Mancomunidad de Sasieta y que suman una población de unos 72.000 habitantes: Altzaga, Arama, Ataun, Beasain, Ezkio-Itsaso, Gabiria, Gaintza, Idiazabal, Itsasondo, Lazkao, Legazpi, Legorreta, Mutiloa, Olaberria, Ordizia, Ormaiztegi, Segura, Urretxu, Zaldibia, Zegama, Zerain y Zumarraga. Sus camiones de basura no necesitarán trasladar los residuos hasta Zubieta o cualquier otro punto de tratamiento final, sino que los depositarán temporalmente en el nodo de Sasieta para que sean recogidos por los camiones de GHK.
Este centro de transferencia prevé gestionar cada año 5.000 toneladas de fracción resto, 6.000 de biorresiduo, 1.200 de desechos recogidos en polígonos, 3.200 de rechazo de la planta de envases de Legazpi, 1.300 de podas procedentes de Sasieta y Tolosaldea, y 700 de residuos voluminosos.
Será el segundo de estas características en Gipuzkoa, pues se suma al de Elgoibar, que da servicio a toda la zona occidental del territorio.
Con esta son ocho las nuevas infraestructuras para el tratamiento de residuos promovidas por GHK desde la aprobación del Pigrug tras la vuelta de PNV y PSE al gobierno de la Dipitación en 2015. Las otras son la planta de compostaje de Epele, la remodelación completa de la planta de envases de Legazpi, y en Zubieta la planta de recuperación de materiales, la de biosecado, la incineradora, la planta de tratamiento de escorias, y la de biometanización. Asensio ha recalcado que «gracias a estas infraestructuras, Gipuzkoa recupera hoy 200.000 toneladas anuales de materiales que ponemos a disposición de nuestras empresas como nuevas materias primas secundarias y producen energía renovable«.
El plazo de ejecución de las obras de la estación de Sasieta es de nueve meses, y el contratista que la llevará adelante es la UTE Viuda de Sainz-Urdinberri, con un precio de adjudicación de 2.389.467,94 euros más IVA a cargo del consorcio de residuos.
