Asensio asegura que EH Bildu planeó construir una incineradora para 140.000 toneladas al año

Viene siendo un clásico en la comisión de Medio Ambiente de las Juntas Generales que EH Bildu solicite la comparecencia de algún responsable institucional para estrechar el cerco sobre la gestión de los residuos y se produzca el efecto boomerang en forma de algún tipo de acusación en su contra. Y ha vuelto a ocurrir este jueves. La coalición abertzale había pedido la asistencia del diputado general, Markel Olano, para dar explicaciones sobre la sentencia del Tribunal de Cuentas de España (TCU) que, más allá de exculpar a los excargos públicos de EH Bildu que paralizaron la incineradora, les da la razón en el argumentario de fondo de que la planta estaba sobredimensionada. Pues bien, el diputado general no compareció, y quien lo hizo por delegación, el diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, hizo emerger, como única novedad de la sesión, declaraciones comprometedoras de responsables de la coalición abertzale.

Quien ostenta también la presidencia de Gipuzkoako Hondakinen Kudeaketa (GHK) reveló en sede parlamentaria que anteriores gestores del Consorcio de Residuos de la legislatura de EH Bildu manifestaron ante el TCU que «no cuestionaban el esquema de infraestructuras anterior» y que tenían previsto construir «una incineradora dimensionada para 140.000 toneladas» de residuos.

El diputado foral leyó literalmente estractos del escrito de contestación a la demanda presentada por GHK contra el exdiputado de Medio Ambiente, Iñaki Errazkin, y la expresidenta del consorcio, Ainhoa Intxaurrandieta. El texto recogía que «el objetivo de GHK era la ejecución del CGRG -Centro de Gestión de Residuos de Gipuzkoa- en fases. En una primera fase se realizaría la planta TMB cuyo proyecto se redactó y aprobó, y en una segunda fase se podían ejecutar la Planta de Valorización Energética (denominada también incineradora) y la Planta de Maduración de Escorias, para lo cual expresamente se dejó el rectángulo previsto para tal infraestructura en el Plan Territorial Sectorial de Infraestructuras de Residuos de Gipuzkoa».

Asensio también hizo públicas las palabras que el que fuera director de GHK, Antton Lete, pronunció en el juicio celebrado en el Tribunal de Cuentas. La transcripción de su declaración en Madrid dice así: «Lo que se hizo fue manteniendo el mismo esquema de tratamiento, el mismo concepto, la misma teconología de tratamiento. Con lo que eran los flujos reales de generacion de residuos, se vio cuál era la dimensión de una infraestructura que pudiera tratar convenientemente esos residuos, siguiendo el mismo esquema, sin hacer ningún tipo de cambio. Y yo creo que era una incineradora, una planta de valorización energética, para un flujo, para un caudal de unos 140.000 toneladas/año».

Dicho dimensionamiento resulta «muy parecido al de la actual planta», tal y como puntualizó Asensio. La infraestructura que se construye en Zubieta prevé incinerar 165.000 toneladas al año, para lo cual cuenta con dos hornos de 100.000 toneladas por aquello de los márgenes de holgura y cuestiones técnicas de mantenimiento, según GHK.

Aunque en la propia comisión la bancada de EH Bildu no entró al trapo de tal revelación, en una nota de prensa posterior, el juntero Iban Asenjo aseguró que la comparecencia de Asensio «ha estado basada en mentiras y manipulaciones», ante lo cual su formación quiso reiterar que «incinerar no es la vía, y que existen alternativas más saludables y económicas». Lo que sí respondió Asenjo en su turno de réplica en la comisión fue que «el plan alternativo era una TMB -planta de tratamiento mecánico-biológico- para inertizar errefusa, y lo metiste en un cajón porque la intención ciega era hacer la incineradora tóxica».

No obstante, la primera y más ácida crítica del grupo que solicitó la comparecencia del diputado general se enfocó contra Markel Olano, «responsable último» del recurso presentado ante el TCU y que «no ha dado la cara», censuró el portavoz de EH Bildu Xabier Olano. Lamentó que, por contra, el diputado general y el PNV hayan optado por el «linchamiento a dos personas y por la venganza hacia dos personas buenas y transparentes», en alusión a Errazkin e Intxaurrandieta.

El diputado foral de Medio Ambiente, socialista, salió al paso de las críticas a su socio de Gobierno explicando algunos motivos del recurso de apelación presentado ante la resolución del TCU. Subrayó así que «contradice frontalmente sentencias de instancias superiores como el TSJPV y no tiene en cuenta hechos probados como la desviación de poder en las decisiones tomadas, incumpliendo el mandato de las Juntas Generales».

Asensio concluyó que la consejera de cuentas que emite la resolución «entra a valorar cuestiones que no le correspondían» al tratarse de un procedimiento contable, aunque recordó que «la sentencia cuestiona el sobredimiensionamiento, no el esquema de tratamiento previsto».