Agua solidaria para el Sahara
Los Amig@s de la RASD de Donostia buscan garantizar el derecho al agua potable en los campamentos de refugiados
El cuerpo humano puede sobrevivir un mes sin ingerir alimentos sólidos, pero solo siete días como máximo sin beber agua. Este elemento líquido es un ... bien común y cotidiano en el primer mundo, pero se convierte en extremadamente preciado en algunos países en vías de desarrollo o en poblaciones olvidadas que subsisten en condiciones muy precarias.
Es el caso de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, en pleno desierto de Argelia, donde las altas temperaturas malean las cisternas de zinc en las que se suele almacenar el agua en las jaimas de las distintas 'wilayas' -así se les llama a las provincias-, provocando que el preciado líquido deje de ser potable.
44 años después de que el Sahara Occidental fuese ocupado de manera ilegal por Marruecos, nada o muy poco ha cambiado. Los derechos humanos de los saharauis siguen lejos de ser respetados.
Asociaciones como El Watan, de Oiartzun, o Bixi-Bixi, de San Juan, también actúan en esa zona
El objetivo es sustituir las cisternas de zinc por bidones de plástico, un material menos maleable
Lejos de mirar para otro lado, como hacen algunos gobiernos, hay ONGs y asociaciones que sí se preocupan por ellos. Sin ir más lejos, en Donostia, la capital del territorio, la ONG más antigua es la de los Amig@s de la República Árabe Saharaui Democrática. Fundada en 1994, llevan un cuarto de siglo encabezando misiones humanitarias, unas bodas de plata por las que fueron homenajeados el pasado 31 de agosto por el ayuntamiento donostiarra.
Las cifras
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175.000 personas son las que viven en los campamentos de refugiados de Tinduf, en unas condiciones que en la mayoría de los casos se podrían considerar inhumanas.
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90 euros es el precio de cada bidón de plástico. Una cantidad que puede ingresarse en el siguiente número de cuenta ES48 3035 0060 4506 0006 4286.
Germán Etxegarai y Maite Berzosa son dos vecinos de Donostia que se alistaron hace ya unos años en la asociación para sumarse a la causa saharaui. El primero en 2011 y la segunda, más veterana, en 2001. Ambos son piezas importantes de un engranaje fundamental para la subsistencia de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, asfixiados por la presión que ejerce sobre ellos el gobierno de Marruecos. Llevan años bajando a los campamentos para echar una mano en todo lo posible y revisar que los proyectos en los que están inmersos progresan adecuadamente.
Uno de los más recientes y que tiene que ver con la falta de agua es el de BIZI Ura. «El agua suele llegar a los campamentos en camiones y se descarga normalmente en zonas comunitarias en cisternas de zinc», explica Etxegarai, quien añade que el objetivo de esta iniciativa solidaria es el de «sustituir esas cisternas por bidones de plástico con una capacidad de 1.000 litros, y adjudicar a cada familia un bidón. La idea es que cada unidad convivencial disponga de uno para almacenar el agua en condiciones saludables».
Un calor abrasador
En la logística para llevar a cabo esta operación hay varios agentes implicados. En primer lugar, la propia asociación donostiarra y sus socios y voluntarios. Ellos supervisan la adquisición de los bidones -se compran a una empresa argelina a través del contacto de un intermediario de la zona- y se ocupan de los gastos, cuya financiación bebe de diversas fuentes.
Cada bidón cuesta 90 euros, y ese dinero se consigue gracias a la colaboración desinteresada del Ayuntamiento de San Sebastián, de la solidaridad de los organizadores del Cross de Ormaiztegi -donan todos los ingresos que obtienen de las inscripciones-, y de particulares que donan dinero a la cuenta bancaria que facilita la organización para ayudar al pueblo saharaui: ES48 3035 0060 4506 0006 4286.
El último viaje, en el que tomaron parte Etxegarai y Berzosa, sirvió para llevar un total de 100 bidones a la 'daira' -ciudad- del Bojador, localidad hermanada con San Sebastián desde 1988. Lo llevaron a cabo entre el 5 y el 9 de noviembre. «Queremos que nuestro mensaje llegue a cuadrillas de amigos, familias, empresas, sociedades... Nos gustaría que este proyecto tuviese más alcance, pero hacemos todo lo que podemos», apunta Etxegarai. En esta iniciativa, además, colaboran con el mismo interés otras asociaciones benéficas como El Watan, de Oiartzun, o Bixi-Bixi Elkartea de San Juan, que operan en otras wilayas.
«Con el tiempo nos gustaría también que los colegios y los centros de salud también contasen con estos bidones», agrega Maite Berzosa, quien hace hincapié en que «ahí hay una temperatura media de unos 37 grados, y en verano se pueden alcanzar los 50. Son unas condiciones muy duras, más si cabe sabiendo que es un lugar con una alarmante falta de infraestructuras».
Maite quedó impactada la primera vez que visitó este lugar, en el año 2000. «Fue muy duro lo que vimos. Es en esos momentos cuando realmente te das cuenta de que somos unos verdaderos privilegiados», admite. En la misma línea se expresa Germán, quien señala que «ayudarles es un tema de moral y dignidad humana. Yo vivo en un paraíso comparado con ellos. Lo que me llama la atención es la falta de solidaridad de muchos jóvenes, que están ocupados con otras tonterías en la cabeza...».
Además de este proyecto, la Asociación de Amigos de la RASD está involucrada en otros como un centro de educación especial en Smara, un centro de salud materno-infantil en Mahbes, un centro de mujeres en Farsia, o el programa de acogida para niños Vacaciones en Paz.
Recogida de alimentos
Ahora, los esfuerzos de la asociación se centran en la recogida de alimentos para el Sahara que va a tener lugar en las próximas fechas. El 13 y el 14 de este mes en el centro comercial Garbera, el día 28 en La Bretxa de Donostia y en enero en los centros escolares. Lo que se recoja se llevará a los campamentos en el mes de febrero.
Un granito de arena municipal
Duñike Arrizabalaga, delegada de Igualdad, Solidaridad y Derechos Civiles del Ayuntamiento de Donostia, ente con el cual tiene firmado un convenio de colaboración la asociación, es la voz del Consistorio en este tema. Respecto a la última alerta terrorista que saltó la pasada semana sobre un posible ataque en los campamentos de Tinduf, Arrizabalaga aclara que «no se puede descartar que Marruecos esté detrás del aviso, aunque no sabemos nada en concreto. No quieren cumplir con la resolución de la ONU -de convocar un referéndum- y buscan presionar a los cooperantes».
Además, la edil subraya que llevan «mucho tiempo» colaborando con la causa, y que todos los años destinan diversas cantidades dinero: 5.000 euros para el suministro de depósitos de agua, 5.200 euros para la escuela de educación especial en Smara, 54.000 euros para el programa de acogida 'Vacaciones en Paz'...
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