El agua de mar está 3 grados por encima de lo normal
La temperatura en la superficie marina alcanza los 25 grados en la costa guipuzcoana, una cifra anómala para julio, por el calor y la falta de oleaje
Bañarse en el Cantábrico este año está resultando fácil para los frioleros. La temperatura del agua en costa alcanza a diario los 25 grados. Son tres más que la media de un julio 'normal' en el que los registros suelen rondar los 22º. La ola de calor de la semana pasada, el aumento de las horas de insolación propias del verano y la falta de oleaje han provocado que, a estas alturas y con muchos días de verano por delante, la sensación de los bañistas al meterse al agua es que está como un caldo templado.
Manuel González, investigador de AZTI, explica que el calor en el agua es acumulativo. «Lo que los bañistas notan es la temperatura superficial. En los 15 o 20 primeros metros de la columna de agua se acumula mucho calor. Como hemos tenido temperaturas muy altas con las olas de calor y casi dos semanas sin prácticamente oleaje, los grados en costa suben. El oleaje provoca que se mezcle el agua de superficie con el agua del fondo del mar», explica. «Si viene algún temporal con olas de 3 o 4 metros notaríamos una bajada en la temperatura superficial».
González es contundente: «El agua en costa está especialmente caliente». Las temperaturas que se están registrando en costa son las habituales entre mediados del mes de agosto y mediados de septiembre. «A lo largo del verano el océano va acumulando calor», cuenta. Lo normal es que en ese periodo de tiempo «en un año normal» al final del verano la temperatura del agua esté «en torno a los 24 grados y un año cálido, por encima de 25º. El año más extraordinario fue 2003, cuando la temperatura llegó a 27 grados».
«Este agua está especialmente caliente. El calor en el mar es acumulativo
Manuel gonzález | azti
El Aquarium de Donostia lleva un registro diario de la temperatura del agua en superficie desde 1947. González apunta que en él se constata que el mar está cada vez más caliente. «Hasta los años 80 casi no se superaban nunca los 23º, desde entonces hasta el 2000 se hizo relativamente frecuente llegar a 24º. De ahí en adelante se anotan temperaturas de 25 grados casi todos los años», revela. «El contexto de temperaturas desde 1947 es una información muy valiosa porque en las máximas se percibe claramente los veranos más cálidos y las temperaturas más altas de la superficie del mar».
Xabier Lasaga, del Aquarium donostiarra, lleva buena cuenta del registro. «Cada día, desde hace 75 años, alrededor de las diez de la mañana bajamos un cubo al mar desde el balcón de las oficinas para medir la temperatura del agua», relata. «Hemos tenido otros julios calurosos como los de 2020, 2013 o el de 1983».
«Se llevaba un registro de desde 1947. Los otros julios calurosos fueron los 2020, 2013 y 1983»
xabier lasaga | aquarium ss
En AZTI toman nota de la temperatura del fondo del mar, a 50 metros de profundidad. A esa distancia, el agua está actualmente en torno a los 14º y 16º, «también ha aumentado, el calor se transmite», señala González. «La semana pasada con ola de calor llegamos a apuntar en mar abierto entre 23º y 24º, que es anormalmente cálida, ya que debería estar en 21º, dos grados más es mucho».
González considera esta situación excepcional como «una situación puntual, similar a una ola de calor en tierra pero en el mar». Recuerda que el año 2016 se llegaron a alcanzar los 25 grados en el mes de junio.
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Aumento del nivel del mar
La preocupación de los investigadores no se centra en momentos puntuales de altas temperaturas. «Los efectos importantes en los océanos se dan si las elevadas temperaturas son cada vez son más frecuentes», dice González. «En ese caso las especies que están acostumbradas a temperaturas más bajas y tendrán que desplazarse más al norte».
El aumento de la temperatura superficial se transmite al fondo del mar, y el océano acumula parte del calor atmosférico. «No en aguas del golfo de Bizkaia, sino a nivel general», señala el investigador. Con el incremento de las temperaturas aumenta el nivel del mar «porque el agua, cuanta mayor temperatura tiene, también crece en volumen».