«Tensión y estrés» entre los trabajadores del transporte público por los altercados en fiestas

Según testigos presenciales, el último tren del día dirección Brinkola ha estado parado media hora debido a una trifulca. El personal de seguridad ha llamadao a la Ertzaintza y según las mismas fuentes, al menos dos patrullas se han personado en la estación.

Son tres ejemplos de cómo el contexto festivo se convierte en un escenario hostil para los trabajadores de autobuses o trenes, más en un verano en el que aseguran que, tras los dos años de pandemia, la movilización por fiestas está siendo «masiva». Los trabajadores que cubren los turnos de noche o los primeros de la mañana en fiestas o fines de semana aseguran que están «en tensión» y que tienen «mucho estrés».

El caso del autobús de Aia obligó a suspender el servicio. Todo se produjo por la afluencia masiva de personas que querían hacer uso de la línea Zarautz-Aia-Orio a las 4 de la madrugada. Aunque se solicitó la presencia de la Ertzaintza, diversos grupos comenzaron a lanzar objetos contra los agentes y el propio autobús, y ante la avalancha de personas se suspendió el servicio.

Imágenes del autobús de Aia difundidas por el PP en Zarautz:

«No es la primera vez que ocurre. Hay 200 personas en una parada y solo entran 80, y se lía», señala Txema Gaztelubide, presidente del comité de empresa de Ekialdebus, que cree que uno de los problemas que se está dando es precisamente la falta de servicios que cubran la demanda. «Es un año de explosión tras la pandemia y la afluencia de gente es masiva» asegura, por lo que considera que en este contexto Ayuntamientos y Diputación «deberían acordar más servicios, reforzar los actuales, porque es increíble la movilidad que está habiendo», insiste.

Gaztelubide asegura que tanto los chóferes del turno de noche como los de los primeros servicios de la mañana del sábado y el domingo, «que son lo peores porque la gente está muy pasada», están «mucho más que preocupados, con mucha tensión y estrés, porque no sabes cuándo van a liártela». Asegura asimismo que en estos trayectos, además de personas afectadas por el alcohol y las drogas, «las mascarillas brillan por su ausencia», y en caso de problemas «siempre la pagan con los conductores».

Sin ir más lejos el domingo en el servicio de las 7.00 horas de Oiartzun un varón ebrio se enfrentó con algunos viajeros y con la propia conductora, quienes le habían reprochado su actitud, con la que molestaba al resto de usuarios del bus. Finalmente se requirió la presencia de la Ertzaintza que acabó echando al hombre.

«Sería importante establecer un protocolo por el cual en estos servicios haya patrullas de policía local o Ertzaintza en las paradas», plantea el presidente del comité de empresa de Ekialdebus.

No solo los autobuses registran incidentes en noches de fiesta. Este sábado un altercado en la estación de Renfe de Donostia se saldó con varios heridos, entre ellos algunos vigilantes de seguridad. Según informan fuentes de Adif, ocurrió sobre las 22.40 horas, «varios jóvenes saltaron los tornos para acceder al andén y coger el tren, además de invadir las vías. Al ser increpados por el personal de seguridad, comenzó el altercado, al que se sumaron otros jóvenes que viajaban en el tren».

Desde Adif rechazan «cualquier acto incívico que desemboque en violencia contra los trabajadores, en sus instalaciones o en cualquier ámbito público». Asimismo, explican que además del personal de seguridad que trabaja en el día a día, «en ocasiones extraordinarias se solicita incremento de personal. Del mismo modo se ajusta el personal cuando así se precisa».

En el caso hechos puntuales, con alteración de orden público como el del pasado sábado, «se cursa aviso a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, en este caso la Ertzaintza». Desde Renfe señalan que la colaboración con la policía es «total».