El aeropuerto de Hondarribia roza el medio millón de pasajeros y alcanza ya las cifras previstas para 2030

El plan director de 2014, elaborado una vez que las instituciones locales descartaron definitivamente la ampliación de la pista que propuso el Gobierno central, dibujaba como «escenario previsible» un aumento progresivo de la actividad que llevaría a alcanzar los 486.000 pasajeros en el año 2030. Por aquel entonces, la pista guipuzcoana recibía menos de 250.000 viajeros anuales.

El año pasado la instalación cerró con un total 482.662 usuarios, rozando el objetivo con siete años de antelación. La previsión para 2024 es rondar una cifra similar. No es previsible que se llegue a las 486.000, pero en cualquier caso, esa cota, y la del medio millón de pasajeros, están ya al alcance de los dedos cuando hace una década parecían una quimera.

La explicación hay que buscarla en el impulso que ha recibido Hondarribia después de la pandemia. Un aeropuerto históricamente limitado a conectar con Madrid y Barcelona y con Iberia como único operador (bien con su propia enseña o a través de sus vinculadas Air Nostrum primero y Vueling después), este año ha batido todos sus récords con 10 destinos gestionados por cinco aerolíneas diferentes.

Cinco de esas conexiones son permanentes durante todo el año. Se trata de Madrid (Iberia), Barcelona (Vueling), Gran Canaria (Binter), Sevilla y Valencia (ambas con Volotea). Además, en verano se añaden Málaga, Palma de Mallorca y Menorca (Volotea) y dos rutas internacionales hacia Gran Bretaña (Londres y Edimburgo) operadas por British Airways.

Tras el impacto negativo que tuvo la pandemia con los límites a la movilidad que trajo aparejada, las cifras del aeropuerto guipuzcoano se han disparado y su actividad se ha multiplicado. En 2020 la crisis del Covid hundió la cifra de viajeros a 83.859. Ya en 2021, con las restricciones aún presentes aunque atenuadas, ese guarismo casi se duplicó, aunque los 155.331 pasajeros contabilizados seguían lejos de las cifras prepandemia. A la mitad, exactamente.

La 'normalidad' se recuperó en 2022, con 383.584 usuarios, superando ya los años anteriores a la aparición del coronavirus, pero aún por debajo del récord histórico logrado en 2007, con 466.457 viajeros. Fue el año pasado cuando se batieron todos los registros, hasta alcanzar los mencionados 482.662 pasajeros.

Esta escalada continua ha sido posible por la incorporación progresiva de nuevas rutas desde 2021. Ese año, la primera en añadirse al escueto catálogo que formaban Iberia y Vueling fue Volotea. La aerolínea asturiana de bajo coste se estrenó en Hondarribia con dos enlaces veraniegos hacia Palma de Mallorca y Menorca. Al año siguiente reforzó su apuesta por el aeródromo guipuzcoano con otras dos nuevas conexiones con Málaga y Sevilla, también para primavera y verano. Y en 2023 sumó un quinto destino, Valencia. El éxito de algunas de estas líneas ha sido tal que las de Sevilla y Valencia se han consolidado durante todo el año.

También en 2021, pero en diciembre, aterrizó la aerolínea canaria Binter, que se lanzó a conectar el archipiélago con Gipuzkoa a través de dos vuelos semanales hacia Gran Canaria, con el añadido de que las conexiones interinsulares hacia el destino final (Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro...) van incluidas en el precio del billete original. La permanencia de esta ruta y la incorporación temporal de un tercer vuelo este año en determinados periodos vacacionales parecen demostrar que este enlace también ha sido exitoso.

El crecimiento de Hondarribia no se limita a los vuelos nacionales. También se han recuperado conexiones internacionales. En este caso, es la británica British Airways la que en 2023 comenzó a operar una ruta hacia el aeropuerto de London City. Este pasado verano amplió su oferta estival con una conexión con la ciudad escocesa de Edimburgo.

El aumento de la oferta posibilita a los guipuzcoanos desplazarse a nuevos destinos de manera más rápida y cómoda, sin necesidad de recurrir a otros aeropuertos. Pero, sobre todo, atrae más visitantes al territorio. Como norma general, son más los británicos, sevillanos o canarios que vienen a Gipuzkoa gracias a la operativa de estas aerolíneas que los guipuzcoanos que se desplazan a esos destinos. Aunque solo sea por una cuestión de tamaño poblacional.

Sea como fuere, el ensanchamiento de actividad no tiene aspecto de cesar en el futuro cercano. Para 2025 la previsión es que al menos se vayan a mantener las mismas rutas que han operado este año, sin que se deba descartar la aparición de nuevos enlaces.