El acusado del crimen de Elgoibar tuvo una relación sentimental con la pareja del asesinado
El entorno familiar confirma que ambos se conocían, y la Ertzaintza espera a la declaración de la mujer herida | El presunto autor del crimen, un nicaragüense de 35 años, pasará hoy o mañana a disposición judicial para declarar ante el juez
Este lunes puede ser determinante en la investigación del crimen que se cometió la madrugada del sábado en Elgoibar. El sospechoso de apuñalar a Pablo ... Acuña y herir a la actual pareja de este, Jacqui Vargas, pasará hoy a disposición judicial; se le practicará la autopsia al cadáver del fallecido e igualmente se espera que a lo largo de la jornada el juez tome declaración a la mujer, que permanece ingresada en el Hospital comarcal de Mendaro con varias heridas que aunque no revisten gravedad, son de cierta relevancia.
La versión de los hechos que pueda ofrecer la mujer de 37 años podría aportar algo de luz a la sospecha de si ella y el agresor se conocían antes de la noche del viernes. O de si, incluso, compartieron una relación sentimental en el pasado. Fuentes cercanas a la familia corroboran este hecho, si bien desde la policía autonómica se muestran cautos al confirmar tal vinculación entre ambos.
La investigación continúa tratando de esclarecer qué fue lo que le llevó presuntamente a este hombre de 35 años a cometer el crimen. La Ertzaintza mantiene abiertas todas las líneas de investigación hasta dar con la pieza clave que permita dilucidar si todo partió de la riña en la que habían estado involucrados los tres nicaragüenses unas horas antes en el bar Landa, agravada por el estado de embriaguez en el que se encontraban, o si tal y como se barajó en un primer momento, habían sido los celos los causantes del fatal desenlace.
Este supuesto cogió fuerza al inicio de la investigación, pese a que la mujer aseveró en su primera declaración que «no conocía de nada» al agresor. Fuentes de la policía autonómica no desvelan tal supuesto pero tampoco «descartan ninguna hipótesis» y trabajan por «cerciorar» que se hubiera producido tal relación previa.
No obstante, afirman las mismas fuentes policiales que «todos los indicios» apuntan a que el atacante, cuando siguió a la pareja hasta el portal situado en la calle San Ignacio en el que ella vivía y trabajaba como interna atendiendo a una mujer anciana, tenía como propósito principal agredir a la mujer. Y que de hecho, fue hacia ella a quien dirigió sus primeros ataques con el cuchillo que portaba, provocándole heridas de cierta importancia en brazos, espalda y omoplato.
Las claves
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Hipótesis. La investigación se centra en saber si el crimen estuvo motivado por la riña del bar o por celos
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Jacqui Vargas. La mujer que testificará hoy aseveró el sábado que «no conocía de nada» al presunto agresor
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Autopsia. El cadáver de Pablo Acuña, a la espera de que le sea practicada la autopsia a lo largo del día de hoy
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Segunda pelea. La Ertzaintza investiga si la pareja y el sospechoso participaron además en una segunda trifulca
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Ayuntamiento. Convoca para hoy a las 19.00 horas frente al consistorio una concentración silenciosa
En este sentido, fuentes del entorno familiar a las que ha tenido acceso este periódico, sí confirman que Jacqui Vargas y el sospechoso tuvieron en el pasado algún tipo de relación sentimental, si bien no especificaron cuándo se produjo ni la duración de la misma.
La Ertzaintza está investigando además, si la pareja y el acusado estuvieron involucrados igualmente en otra trifulca que ocurrió la misma noche, temporalmente situada entre la riña del bar y el crimen. Se están analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad situadas en ambas zonas de Elgoibar, lo que podría aportar nuevos datos a la investigación.
La cronología del suceso
De lo que no cabe duda es de que Pablo Acuña, de 36 años, y su actual pareja sentimental, Jacqui Vargas, salieron de fiesta el viernes y coincidieron con el presunto agresor en el bar Landa, habitualmente frecuentado por personas procedentes de latinoamérica. En un momento dado, los tres protagonizaron una riña en la que tuvo que intervenir uno de los camareros, quien les invitó a abandonar el establecimiento.
Sobre las 5.40 horas de la madrugada, la pareja decidió regresar a casa y cuando estaban a punto de entrar en el portal de la calle San Ignacio, donde ella trabajaba como interina, asistiendo a una mujer de avanzada edad, el presunto agresor les sorprendió con un cuchillo en la mano. El primer ataque fue dirigido a la mujer, causándole diversas heridas de relevancia en brazos, espalda y omoplato.
Según indicaron fuentes policiales, Pablo Acuña, en un intento de defender a su novia, salió detrás del atacante, pero a unos 50 metros le asestó una puñalada mortal en el cuello. La víctima trató de perseguir al varón unos metros pero, a la altura del parque de los Derechos Humanos, se desplomó.
El barullo alertó a más de un vecino, pero fue un trabajador que acudía a realizar las labores de limpieza al bar Usoa, el que se topó con el cadáver del joven en medio de la acera, justo frente al establecimiento. El hombre efectuó la llamada a los servicios de emergencias a las 5.50 horas, y hasta el lugar se desplazaron varias patrullas de la Ertzaintza, dos médicos forense y el secretario judicial de Eibar, que acordonaron la zona, desde la calle Antonio Arrillaga hasta el parque de los Derechos Humanos.
Entre tanto, el sospechoso vio en la Vuelta a Elgoibar que partía de una calle cercana a las 6.00 horas la vía de escape perfecta para abandonar el escenario del crimen sin levantar sospechas. Sobre todo, porque aún era de noche. El ahora acusado se camufló entre los participantes, pero su estrategia le duró poco. A medida que se fue haciendo de día, su indumentaria -vestía unos vaqueros e iba sin camiseta, llevando la prenda de color rojo en la mano- llamaba la atención casi tanto como su evidente estado de embriaguez. Varios participantes avisaron a la organización, que a su vez dio el aviso a la policía local. Dos agentes de este cuerpo policial vestidos de calle, hicieron el recorrido de la prueba a la inversa hasta que lograron interceptarle pasadas las nueve de la mañana a la altura de Karakate, es decir, después de que el sospechoso recorriera 12 kilómetros. Los agentes de la Ertzaintza procedieron a su arresto y lo trasladaron a dependencias policiales, donde permanecerá hasta que hoy o mañana declare ante el juez. El Ayuntamiento de Elgoibar ha convocado una concentración a las siete de esta tarde.
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