Absuelven al joven acusado de abusar de su novia mientras dormía en Legazpi
Se enfrentaba a una pena de 9 años de prisión
La Audiencia de Gipuzkoa ha absuelto al joven acusado de abusar de su pareja mientras dormía en Legazpi. El chico se enfrentaba a una pena ... de 9 años de prisión. El tribunal considera que «no ha quedado probado que la penetrara vaginalmente sin su consentimiento».
Según declaró la denunciante, un día de julio de 2018 acudió con el acusado, que entonces era su pareja, a un concierto en Eibar. Después regresaron a casa de ella, y él le propuso mantener relaciones sexuales, si bien ella se negó y se dispusieron a dormir. A la mañana siguiente la joven «nada más despertarse se percató, sin lugar a dudas, de que había sido penetrada vaginalmente», tras lo cual dio por finalizada la relación.
Sin embargo, el joven, representado por los abogados Eduardo Bolea y Maribel Damián, aseguró que esa noche no durmieron juntos. . «Cada uno durmió en su casa», declaró en el juicio. En su opinión, la chica lo denunció por «celos», después de que él iniciara otra relación.
Por su parte, una forense declaró que el acusado no tenía «características» de agresor sexual, y señaló que es «imposible una penetración con una persona dormida que no se despierta».
En este caso la única prueba de cargo existente era la declaración de la joven, ya que los hechos denunciados se produjeron presuntamente en la intimidad. En la sentencia, el tribunal considera que su testimonio «no proporciona un relato completo de los hechos», en cuanto no se basa «en recuerdos de una experiencia que revive», sino de la deducción que hace de una sensación que tuvo y que describió diciendo que «notó como si hubiera pasado algo en sus partes íntimas», y por ello «concluye la existencia de una penetración vaginal sin su consentimiento».
La sentencia también se refiere a la presunta confesión que realizó el joven los compañeros del grupo de música en el que tocaba durante un ensayo. Dos de ellos aseguraron que les dijo que «abusó» de su novia «cuando estaba dormida » y luego «se puso a llorar». Los otros dos dijeron que no escucharon la conversación, solo que que «la había preparado o liado» y que «se la folló». El acusado negó haber afirmado tal cosa.
El tribunal señala que «no hay una manifestación espontánea» de lo ocurrido por parte del acusado al grupo, sino que estos se enteran de lo ocurrido por lo que cuenta la denunciante, y que «no hay una versión unánime» de lo que pasó en el ensayo, y que no puede «entenderse la existencia de un reconocimiento».
Pintadas
Los hechos, si bien habrían ocurrido en junio de 2018, fueron denunciados en 2020. Fue primero el acusado quien denunció unas pintadas contra él en las que le acusaban de ser un violador, e inmediatamente después su expareja interpuso la denuncia por abusos. Ella aseguró que lo hizo cuando se enteró que iban a grabar una canción contra los violadores.
Sin embargo, señala el tribunal que eso ocurrió, según lo manifestado por los testigos, en 2019, y que la denuncia no se interpuso hasta un año después, «lo que introduce un dato distorsionador en la consistencia del relato de la testigo». Por ello insiste en que su testimonio en el que alude a varias penetraciones «no cuenta con corroboraciones periféricas objetivas» ni por parte de los testigos ni de la asistencia psicológica que recibió la joven. Todo ello lo considera insuficiente para enervar la presunción de inocencia del acusado, por lo que dicta su absolución.
La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
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