Pasión por las motos
Cientos de motoristas ruedan este fin de semana entre Biarritz, Jaizkibel, Trintxerpe y Lasarte atraídos por dos convocatorias legendarias, el festival Wheels&Waves y el rally organizado por el Euskadi Scooter Club
Begoña del Teso
Domingo, 18 de junio 2017, 11:49
Wheels&Waves es una concentración internacional de pilotos, aficionados, marcas legendarias, constructores artesanos de motocicletas que se dirían imposibles, artistas que diseñan cascos, guantes y cazadoras cuyo territorio natural es la Cité de L'Océan cerca del Faro de Biarritz donde han acampado en jaimas y cabañas y donde hay actuaciones, kedadas y momentos de absoluto éxtasis como cuando se presentaron, sobre la hierba y la arena dos máquinas sin igual, las novísimas Ducati Scrambler Mach 2.0 y la Scrambler Full Throttle, llegadas al campamento biarrota desde Borgo Panigale, el humilde barrio de Bolonia donde en naves que parecen del XIX se construye la moto que Jorge Lorenzo aún no controla.
Los cientos de 'motards' congregados en Biarritz cruzaron el viernes el Bidasoa y se desafiaron los unos a los otros en una carrera que edición tras edición se vuelve más y más exigente: la Punk Peak's Race. En Jaizkibel. La prueba fue dominada por las Indian, otra leyenda americana ensombrecida durante décadas por la furia devoradora de las Harley Davidson. Ha renacido en este siglo XXI con modelos como la Scout o la Dark Horse. Patrocinadora especial del Wheels&Waves 2017, dos mujeres pilotos la llevaron al triunfo en Hondarribia. Los espectadores rugieron al verlas entrar en charcos, salir a la hierba mojada, seguir dando gas, quemar ruedas y aparecer, victoriosas sobre el asfalto cruzándose con pilotos que nada pudieron hacer para vencerlas.
A Baztan y Donostia
El sábado al salir el sol decenas de motoristas empezaron a curvear por los caminos navarros que llevan a Baztán. Otros cientos pusieron rumbo a Donostia. Con parada obligada en Trintxerpe. En Casa Ciriza, donde hasta el domingo a las 21 horas se exhiben motocicletas que forman parte de la Historia del siglo XX. Máquinas creadas para el combate durante la II Guerra Mundial. Asombrados los Aliados de la eficacia, maniobrabilidad y fiabilidad de la inmortal BMW 71 alemana, instaron a la fábrica de Milwaukee, la Harley, a que construyese vehículos que la igualasen o la superasen. Surgió la Harley WLA donde hasta el motor (boxer de cilindros opuestos) parecía germánico.
En Casa Ciriza el artesano galaico conocido como 'El Solitario' presenta, enjauladas como si fueran bestias indomables, tres salvajes criaturas creadas a partir de la Harley Davidson Roadster y preparadas para cruzar el Sahara. Suspensiones, horquillas, amortiguadores de 4x4 redimensionados y una estética acorde a su nombre, Desert Wolves, Lobos del desierto.
Mucha Indian velocísima en Ciriza, dos Velocette soñadas para cualquier Tourist Trophy y las joyas del coleccionista y piloto Manuel Mocoroa, entre ellas una Daytona, una Alttona y dos Henderson inolvidable. En un rincón, las Motonetas Pcantes, máquinas llegadas desde Buenos Aires. Ofrecían la receta del cóctel que lleva su nombre: 1/2 de Fernet, 1/2 de menta y un toque de limón.
Vespas y Lambrettas en Lasarte
Los motoristas acampados en Biarritz se cruzaron por los caminos con unas cuantas, unas muchas de las 100 Vespas y Lambrettas reunidas en Lasarte y alrededores. Hasta hoy ruedan, potean, oyen música y muestran sus máquinas por las plazas, las calles, los bares, las curvas de los alrededores. Participan en la concentración propiciada por el Scooter Club de Euskadi. Hay modelos preparados para carreras de resistencia como las que se celebran en Zuera, Aragón. Otros transformados en motos de estilo más deportivo, más racer. No falta la restauración primorosa y fidelísima al original. Alguna fue rescatada de un pantano y hoy rueda invencible camino a Zubieta...
Los coches clásicos toman hoy el relevo
Y en toda esta locura y pasión por las dos ruedas, surge el amor de unos cuantos, muchos, por las cuatro. Con salida y llegada a la calle Idiazabal de Urnieta se celebra hoy la II Klasikoen Ibilaldia, una travesía de coches clásicos por un recorrido curveado y cargado de emociones en su trazado. Organizado por el Xoxoka Motor Klub, la lista definitiva de vehículos participantes impacta: hay un Dyane 6, efectivamente. Y un Mehari. Dos Porsche, un Ferrari, un Matra Murena. Un Corrado. Varios BMW E30 y E36. Muchos Turbo, dos Ford Cosworth...
De la Corniche a Xoxoka, olor a goma quemada, a gasolina de muchos octanos y a pasión motorizada.