El apoyo de Ion Aramendi a su mujer y la anécdota en San Sebastián
La influencer María Amores se sometió ayer miércoles a una operación de diástasis abdominal
Ion Aramendi es una persona muy familiar y siempre que su apretada agenda profesional se lo permite no deja pasar la ocasión de disfrutar de la compañía de su mujer, la influencer María Amores, y de sus tres hijos: Jon, Lucas y Marieta. Es más, en la medida de lo posible el popular presentador, cara visible de 'Reacción en cadena' y el debate de 'Gran Hermano Vip 8', también acostumbra a darse una escapada a su tierra natal, San Sebastián, para disfrutar de sus amistades, su gastronomía y todos los atractivos de la capital guipuzcoana.
Con todo, este miércoles María Amores pasó por quirófano para someterse a una pequeña intervención de diástasis abdominal, secuela derivada de una cesárea complicada cuando dio a luz a su hija pequeña, Marieta, de poco más de un año de edad. La operación fue bien, tal y como confirmó ella posteriormente y el propio Ion Aramendi no dudó en acompañar y apoyar en todo momento a su mujer, tal y como se ha podido ver en uno de los últimos stories (publicaciones de 24 horas de vigencia) subidos por la influencer salmantina a su cuenta de Instagram. En el mismo se puede ver a María Amores mostrando la habitación que se le ha asignado en el hospital, con su marido en un pequeño sillón leyendo lo que parece un libro.
Eso sí, Ion Aramendi únicamente hizo una excepción por fuerza mayor, cuando le tocó acercarse a los estudios de Mediaset para seguir presentando Gran Hermano Vip 8, en sustitución de Lara Álvarez. «Riguroso directo. Le he dejado irse un ratito a sustituir a @laruka, afirmaba la influencer», tumbada en su cama en el hospital mientras veía a su marido en televisión.
Noticia relacionada
Ion Aramendi y la curiosa aclaración de su mujer sobre una prenda vasca
Lo importante es que la intervención quirúrgica fue según lo previsto aunque, lógicamente, pocas horas después la influencer aún padecía los efectos de la anestesia. Con todo, tuvo fuerzas de subir una imagen para tranquilizar a sus seguidores y darles a conocer que todo había ido bien. «Todo ok! pero un poco KO de la anestesia y medicamentos», afirmaba antes de dar las gracias a todos por sus ánimos y el apoyo recibido.
La diástasis de María Amores, mujer de Ion Aramendi
En los últimos días, la mujer de Ion Aramendi no dudó en ir contando con todo lujo de detalles su estado anímico. Y pese a sus evidentes nervios no se ha cortado en explicar exhaustivamente en qué consistía su dolencia y qué era exactamente lo que tenían que tratarle en quirófano. Pese a todo, María Amores siempre se mostró muy convencida de que la operación era lo correcto.
«No deja de ser algo voluntario que me viene muy bien», afirmaba a sus casi 30.000 seguidores en redes sociales. Es más, la influencer quiso dejar constancia de una realidad que le sucede y que puede hacerse extensible a otras madres. «Los que no tenéis hijos pensáis que las madres estamos un poco trastornadas… Toda la razón. Pero hay cierta conexión entre madres, sobre todo, e hijos. No sé si es la gestación en la tripa o estar tanto con él. Yo hoy me he levantado con muchos nervios. Marieta ayer estaba divina, sin parar, hablando y bailando. Y hoy se ha levantado fatal, como que se caía, no quería comer, estaba… Yo le he transmitido la ansiedad, y eso que a mí no se me nota por fuera. Ha sido una cosa muy rara. Luego no quería comer, le he dado las cosas que más le gustan y nada, tenía síntomas de ansiedad, se ha quedado dormida y luego nos hemos despertado estupenda», afirmaba en el día de ayer.
La anécdota de María Amores en San Sebastián
María Amores, mujer de Ion Aramendi, también quiso rescatar una anécdota para reflejar esa conexión especial que hay entre madres e hijos desde el momento en que nacen. «Con Lucas me pasó una vez en mi casa de Donostia, en la última que vivimos. Estábamos en el salón y Lucas -que era pequeñito- estaba dormido en una habitación. De repente yo me empecé a encontrar con ganas de vomitar, viendo la televisión. Estaba revuelta. Y de repente oí cómo Lucas se movía en la cama. Fui a ver, lo cogí y… vomitó. Y a mí se me pasaron las ganas».