Los crianzas que más nos gustan

Bajo la dirección y los preparativos de José Borrella, uno de los grandes, y donde pudimos catar y hablar de algunos de los mejores Crianzas del mercado.

La Montesa 2020 fue el vino que más se diferenció en esta cata. Porque la Garnacha riojana de la zona oriental tiene una personalidad única y Álvaro Palacios elabora este vino de Palacios Remondo con la idea de transmitir a través del vino el alma del frescor de las tierras altas y el entorno árido donde crecen los viñedos. Vino con todo el aroma y sabor a fruta roja y la frescura para un vino que destaca por su sabor, elegancia y largura.

Rioja Vega Crianza Edición Limitada 2019 de Tempranillo y Graciano siempre queda bien en estas catas. Un vino sabroso y con un paso en boca elegante, lo que hace que sea un vino de los que apetece siempre tener en una comida. Los aromas nítidos y claros de fruta negra y tostados elegantes. Un acierto de su enóloga Esperanza Elías en una bodega centenaria que sabe presentar vinos de carácter muy actual.

Bodegas Tarón y su Tarón Crianza 2018 procede de la zona más al norte de la Rioja a las faldas de los montes Obarenes, entre pueblos y viñedos centenarios. Hay una selección y una labor artesana en cada botella, da mucha fruta roja en nariz que juega con los tostados y las especias. Destaca en boca por su estructura, porque es un vino redondo, muy bien armado con una acidez que le aporta frescura. Uno de los grandes para la gastronomía.

Valserrano Crianza 2018 es un vino elaborado para compartir, el estilo de vinos que distingue a la familia de Bodegas y Viñedos de La Marquesa. Mucha fruta roja amable, madera elegante y unos ligeros toques a nata. En boca se expresa de manera abierta y es muy fresco. Sale la fruta que se convierte en cremosa en el paladar y es largo, lo que lo hace ideal para la gastronomía.

Si Bodegas Zifar siempre destaca, con Senda de los Olivos, su Crianza, empieza la historia de la seducción. De las mejores zonas de la Ribera del Duero te da mucha fruta negra madura en nariz, acompañan unos toques de especias y madera elegantes. En boca se comporta con elegancia, entra suave y cremoso y tiene un largo fi nal lleno de frutas.

Valparaíso 2020 de Bodegas Valparaíso es un digno y destacado ejemplo de los mejores vinos de la Ribera del Duero. Con viñedos de altura plantados en Burgos y Valladolid. Fruta roja melosa y madura y tostados en nariz, en boca entra carnoso con una buena concentración y elegancia, complejidad y estructura. Un final largo para los platos de la zona.

Dominio de Berzal Crianza 2019 es un vino en el que puedes confiar siempre porque te da más de lo que esperas. Con uvas procedentes de viñedos de edad superior a 40 años en nariz enseguida encuentras esa fruta negra madura, esos tostados envolventes y las especias en un aroma cautivador. En boca es elegante y maduro con buena estructura, tiene un final largo y fresco. Uno de los Crianzas de Rioja mejor valorados por las guías.

El Rayo 2020 es una nueva expresión de Bodegas Olarra. Le han dado a este vino una personalidad que se vive a través del viñedo y la añada, un vino nuevo y diferente, y han conseguido seducir a un consumidor que busca que un vino emocione. Salen frutos negros domados por una madera de mucha elegancia, en boca es profundo, entra con potencia y la acidez mantiene la frescura. Un vino para gustar.

Bodegas Ondarre consigue reflejar la diversidad de los suelos en la Rioja a través de este 7 Parcelas. Viñedos altos y suelos diferentes le dan carácter a este vino lleno de matices, frutos rojos muy presentes, algo de especias, una entrada en boca fácil con una pizca de acidez que hace que sea fresco, redondo y largo. Al final queda el regusto de la fruta.

Salceda 2019 de Viña Salceda es la propuesta de la bodega para cautivar a un consumidor más actual manteniendo la tradición de Rioja y de la bodega. Lo consiguen gracias a la fruta roja y las especias en la nariz. En boca es una explosión de sabores y frescura, un vino que no te cansa y con el que te apetece la siguiente copa. Ideal para el consumidor joven.

La bodega Paco García es un proyecto joven enfocado a la elaboración de vinos de alta calidad que puedan gustar a un nuevo consumidor. Este Crianza cautiva gracias a su fruta muy constante y porque la entrada en boca es sedoso y muy fresco. En el paladar te encuentras de nuevo con la fruta que te seduce. Vinos fáciles de beber como lo son los vinos que siempre han destacado en la Rioja.

Bodegas Riojanas en Cenicero lleva la tradición en cada botella de Monte Real Cuvée. Con una elaboración cuidada y respetuosa en bodega con lo que llega del campo, nos da este vino lleno de frutas rojas de baya junto a las especias y los toques ahumados. La entrada en boca está hecha para disfrutar del vino, elegante, con buena estructura y frescura. Para muchas ocasiones.

Lo que más atrae de este Viña Pomal Crianza 2018 es la boca suave, envolvente y fresca gracias a una acidez ajustada. Es un vino que se elabora con el criterio tradicional de la Rioja sin complejos, mucha fruta negra y algo de flores en nariz, aparecen las especias, la vainilla y la madera elegante y tostados, una complejidad que te lleva a la boca.

Una nueva visión de un clásico de toda la vida. Este Crianza clásico de Bordón se muestra más moderno, más afrutado en nariz con ligeros toques de especias. Una elegante acidez y un paso por boca ligero. La Tempranillo que se expresa desde las tres zonas de la Rioja no esconde su clasicismo y se integra mejor en los gustos actuales.

Bodegas Muriel de Elciego elabora su Crianza 2019, un Crianza de Rioja Alavesa. Es un vino 100 % Tempranillo, con una vid que halla en esta comarca, al abrigo de Sierra Cantabria, que protege el viñedo del frío y la humedad propia del cercano océano, un entorno de excepcional equilibrio climático. Es un vino amplio en boca, elegante y de taninos suaves.

Viñedos de Cabernet, Merlot, Syrah y Graciano a más de 400 metros de altura son las variedades de este Inurrieta 400 2019. Variedades que se han adaptado a la zona como si hubieran nacido allí y que le dan el carácter singular a este vino. En nariz mucha fruta y algo de compota, en boca entra cremoso, vivo, entretenido y equilibrado, como deben ser los encuentros entre amigos, porque este vino es para disfrutar en compañía.

Un vino que nace de una sola finca, La Romañíguez en Elciego y es lo que la familia Larrea quiere transmitir en este Caecus Crianza 2019 de Pago de Larrea. Hay una fruta muy presente y enseguida salen las notas tostadas y ahumadas de la barrica. En boca es puro terciopelo, con muy buena estructura y equilibrio. La acidez mantiene un vino largo en boca.

El Coto Mayor Crianza 2019 no defrauda, es el vino que mejor representa a la bodega y por eso mantiene el nivel año tras año. La fruta roja se distingue en nariz junto a los tostados sutiles de la madera. En boca es carnoso, con mucho equilibrio y muy fresco. Lo mejor llega al final, cuando reaparece la fruta. Combina con muchos estilos de cocina.

El carácter que mejor describe este Vivanco Crianza 2019 es la variedad, el vino siempre tiene la esencia de la bodega, pero proviene de 20 parcelas diferentes de Tempranillo, Maturana Tinta y Graciano, lo que le aporta una personalidad singular. Elegancia, expresividad entre la intensidad de frutos rojos, y los aromas tostados, en boca es goloso y mantiene la complejidad, es largo. Un vino que se distingue desde la botella.

Fernández de Piérola Crianza se distingue por muchos motivos: por su botella, la etiqueta y, sobre todo, porque es un Crianza que representa la manera de amar el vino. Viñedos de más de 30 años y una elaboración cuidada en la que se busca intensidad de aromas de frutas rojas maduras y especias como la vainilla. Destaca por su entrada golosa, se nota que es un vino para disfrutar del vino en la comida.

Rioja, Navarra y Ribera del Duero son el estilo de Crianzas a los que estamos más acostumbrados. Los que nos tocan más de cerca y los que saben adaptarse a los paladares de todas las edades. Aquí se encuentran algunos de los mejores y cada consumidor acaba por decidir cuál es el suyo para esa copa que le acompaña a menudo.

Tempranillo y Mazuelo procedente de la diversidad de suelos de Viana. Color rojo oscuro con ribetes púrpura. Aromas de frutos rojos y negros combinan con otros especiados. Perfil aromático fresco y limpio. En boca presenta una entrada suave y redonda, solidez y peso en el paladar medio y gran persistencia al final con posgusto dulce. Crianza en barricas de roble americano y francés durante 12/16 meses con trasiegas periódicas.

De color rojo cereza y ribetes rubí, brillante y atractivo. En nariz expresa sutileza con presencia de frutos rojos, balsámicos y toques especiados. En boca es muy sabroso, con buena acidez, equilibrado y elegante paso de boca. Con final suave e intenso. Se cría en barricas de roble francés y roble blanco americano (Ohio), durante 12-13 meses, con un trasiego cada 4 meses. Posteriormente, permanece 6 meses en botella para su afinamiento.

La fruta del Tempranillo se entremezcla con los matices de la barrica, con las notas tostadas y ahumadas de unas barricas de calidad. Un vino aterciopelado, con estructura y un muy buen equilibrio entre acidez, tanino, fruta y alcohol.

Este vino se fragua en la finca La Romañíguez. En bodega, crianza en barrica y ensamblaje en inoxidables.

De color cereza intenso; en nariz, despliega fruta madura en confitura con un fondo de frutas rojas, con alguna nota de la crianza, tostada y vainilla. En boca, sabroso, carnoso, equilibrado, con buena persistencia final de la fruta. El vino ha estado en reposo durante 12 meses en barricas de roble americano (80 %) y roble francés (20 %). Lo importante es conseguir el equilibrio entre la frescura de la fruta y la dulzura de las barricas.

Rojo brillante con ligeros ribetes púrpuras. Aromas frescos e intensos a frutos rojos, con notas especiadas y de regaliz, acompañado de elegantes aromas tostados y ahumados. En boca se muestra fresco y goloso, con un paso de boca elegante, persistente y muy equilibrado. Crianza de 16 meses en barricas de roble francés (60 %) y americano (40 %), con trasiegos periódicos.

Color rojo cereza intenso con capa alta sin evolución en el borde. En nariz, sin mover la copa se aprecian matices de frutos negros maduros. Agitando la copa sobresalen aromas minerales y bayas silvestres. En boca, en el ataque es cálido, dulce y envolvente, el paso de boca está marcado por sabores a bayas rojas y negras maduras, bien conjuntado con taninos maduros y elegantes. El retrogusto es largo y amable debido a su buena acidez. Crianza de 12 meses en barrica de roble francés y americano.

A 400 metros de altitud cultivan viñedos de Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Graciano para crear este vino, con uvas que maduran lenta y plenamente. De capa alta, elegante en nariz, combina notas de frutos rojos y especias con una fina y perfumada madera. En boca es vivo y equilibrado, aportando frescura y carnosidad con taninos bien maduros. Crianza de 14 meses en barricas de roble francés y americano.

Alma, equilibrio, orgullo de viñedo. 100 hectáreas de formación ordenada y pulcra. Viñedo clásico rodeado de la naturaleza agreste del Monte Yerga. Suelos de conglomerados calcáreos y arcillo-ferrosos. Un entorno árido, ventoso, beneficiado por el factor refrescante de la altitud. El temperamento de la Garnacha: sabor tradicional al que retornamos un protagonismo histórico. Un vino que cada añada renueva la pasión por la viticultura natural en las tierras altas de Alfaro.

Color cereza intenso, con ribetes violáceos. Muy expresivo en nariz, con recuerdos a frutos rojos, especias y finas notas de su paso por barrica. En el paladar es complejo y redondo. Sabroso, persistente, de maravilloso equilibrio. Muy personal y sugerente. Crianza de 12 meses en barricas de roble americano, más otros 12 meses como mínimo en botella, donde el vino prosiguió su afinamiento. Vino elaborado con Tempranillo de rendimiento bajo.

Color rojo cereza, brillante y limpio. En nariz, notas de fruta roja madura combinadas con aromas de la crianza (vainilla, coco, café) y recuerdos de regaliz. Boca amplia y con buena frescura. Los taninos son suaves y dejan una sensación de finura agradable. Posgusto sabroso, pulido y placentero. Envejecimiento mínimo de 12 meses en barricas de roble, más otros 12 en botella. El 60 % de las barricas son de roble americano y el 40 % de roble francés.