Los tintos, también en verano

Lucía Marcilla: Uno de los pocos vinos de Rioja incluidos en Grandes Pagos de España. En esta ocasión, encontramos otro coupage de tres variedades distintas: tempranillo, graciano y maturana tinta con 24 meses de crianza en barricas francesas. Un vino de alta complejidad, con gran equilibrio entre los aromas frutales y los provenientes de la madera. Elegante y fresco, con taninos finos y muy especiado. Finca Valpiedra no deja indiferente a nadie, te seduce con cada trago.

Martín Flea: Es un vino muy representativo de la Ribera del Duero. Muy buen compañero de jamón y otros ibéricos, así como de quesos curados o guisos de caza. Es potente en boca, carnoso, untuoso y de presencia. Es también de nariz intensa de frutos rojos y fresco. Su color rojo granate con tonos violáceos invita a problarlo y a disfrutar de él.

Javier Caneja: Colores en copa de cereza picota, pero brillantes. Aromas balsámicos y especiados hacia canela tostada. En boca, intensidad media, tanicidad muy redonda con parte de regaliz y frutos rojos. Ideal para una tarde entre amigos, con embutidos, antes de seguir con unas txuletas.

Carlos Muro: En Bodegas Ollauri se puede disfrutar de una bonita experiencia caminando por los calados y respirando cinco siglos de historia vinícola. Nos presenta un vino con aromas de frutos rojos y un toque salvaje de monte, con peso en boca y buen equilibrio. Es la máxima expresión del terruño de Rioja Alta trasladado al vino. Perfecto con carnes a la brasa.

Carlos Muro: Es la historia de un sueño familiar. Este es su vino más emblemático. Tempranillo de suelos calcáreos situados a más de 800 metros de altitud. Precisión en la viticultura, elaboración cuidada para un vino aromático, potente e intenso. Para carnes rojas.

Lucía Marcilla: Este tinto de Bodegas Campo Elíseo, como su propio nombre indica, nos da un perfil diferente en cuanto a la idea que tenemos en mente de un vino de Toro clásico. Más fresco, delicado, en el que predominan las frutas rojas como las fresas y los arándonos, sin perder estructura e intensidad. Muy redondo y fino en boca.