Río, la vermutería pamplonica de la que todos hablan

Según se ha destacado en la entrega del premio, el jurado ha valorado la calidad del producto y el cuidado servicio, que han sido determinantes para su consagración. Dirigida por Roberto Recasens y Roberto Irurtzun, que se han mostrado muy orgullosos de este «gran reconocimiento», la vermutería Río cuenta con un contador de su tapa estrella, los fritos de huevo, sobre la barra desde 2015. Y los datos son impactantes, no en vano entre 2015 y 2021 vendieron un millón de pintxos de esta ya mítica propuesta gastronómica de la Parte Vieja pamplonica. Que se dice pronto.

Pero lo importante no es la cantidad, sino la calidad, y eso es lo que siempre ha tenido este pintxo que Recasens define como una propuesta en la que «estiramos mucho la besamel, la trabajamos mínimo dos horas, para dejarla más ligera. A eso añadimos una tempura muy fina». Es el pintxo más representativo, pero no el único que destaca. Por ejemplo, Roberto Irurtzun pone en valor «los ahumados. Soy muy aficionado y se venden muchísimo. Tiendo a esos pintxos en los que apenas se toca el producto». Además, también trabajan con mimo las creaciones con el queso Idiazabal, las croquetas de txangurro o las carrilleras.

Vermutería Río inició su actividad en 1963, cuando Joaquín Barberena fundó el otrora bar Río. En 1998 Roberto Recasens y Roberto Irurtzun tomaron el mando del local tras la jubilación de Barberena y, mudanza mediante, siguieron atendiendo con fidelidad sin descuidar al emblema de la casa, el frito de huevo. Así que ya saben, Pamplona tiene un tesoro: la vermutería Río.