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Los artífices del buen yantar en el Mikel irundarra, ante una mesa plagada de pescados y mariscos listos para preparar. F. DE LAHERA
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Restaurante Mikel (Irun), un hallazgo gastronómico

Una cocina tradicional basada en un producto seleccionado y de primera calidad

Domingo, 13 de febrero 2022, 07:39

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Fue primero mi prima Maria la que me recomendó Mikel Jatetxea. Al llamarla para felicitarla en su cumpleaños, me comentó que habían comido en este restaurante irundarra y que muy bien, que suelen visitarlo de vez en cuando y que lo veía como candidato para aparecer en este rincón gastronómico semanal. Después coincidí con David Rodriguez y Naiara Abando, del Danako de Irun, y les pregunté por alguna recomendación de ciudad y volvió a salir su nombre. Tenía que escaparme a conocer sus bondades gastronómicas.

Me acerqué a finales de enero hasta el puente de Santiago, donde el restaurante ocupa el último edificio antes de llegar a la frontera. Al lado derecho está el Bar Mugarri, abierto el pasado 14 de septiembre y que ejerce de hermano pequeño del restaurante, ofreciendo una cocina más informal, con una buena terraza y cuya oferta se basa en los bocadillos, hamburguesas, platos combinados y esas raciones de toda la vida patrimonio de nuestra gastronomía, como los callos, los morros, las manitas y demás manjares.

La entrada al restaurante la encontramos a la izquierda. Me acomodé en una de las mesas apartadas y me dispuse a dar un señor homenaje, porque fue empezar a leer las propuestas de la carta y quedarme anonadado con tanto plato atractivo. Si todo ello no fuera suficiente me recomendaron las alcachofas con foie y jamón que había fuera de carta.

Para empezar, un aperitivo de la casa, una buena anchoa en vinagreta, con un toque de tomate, ideal para abrir boca. La camarera me recomendó tan fervientemente las alcachofas, que no pude dejarlas a parte. Cuatro señoras alcachofas, de tamaño generoso, con una pinta más que apetecible, con una loncha de jamón crujiente debajo y un poco de foie encima. Me sorprendieron muy gratamente, confitadas a baja temperatura en aceite, en su punto perfecto, tiernas, se deshacían en boca y plenas de sabor, un manjar que acompañado del crujiente de jamón y el foie se convertía en todo un placer para nuestros paladares. No me extraña que sea uno de los grandes platos de la casa.

Restaurante Mikel en Irun

  • Dirección Avenida Iparralde 59

  • Teléfono 943623896

  • Comedor 1 para 100 comensales

  • Cierra Jueves y las noches de domingo y miércoles

Desde que lo leí en la carta el plato de almejas Mikel me llamó la atención, soy de los que opinan que si un plato lleva la firma de la casa normalmente siempre es una buena opción, y viendo la importancia que tiene el marisco en su oferta, no podía dejar pasar la ocasión de darme un homenaje. Unas buenas almejas, con bien de carne, que vienen acompañadas de un refrito de ajos tiernos, gambas y hongos, un plato donde el mar y la tierra se dan la mano, para nuestro goce y disfrute.

En el apartado cárnico hay algo que me llamó la atención, el solomillo, que lo puedes tomar de seis maneras diferentes. Yo me dejé aconsejar y terminé disfrutando con un gran solomillo a la pimienta. La calidad de la carne, excepcional, tierna y sabrosa, cocinada en su punto justo, que venía con una salsa de pimienta que me gustó mucho, con su potencia y su toque bixigarri, un puré de patata maravilloso y verduritas. Un lujo.

Para terminar, volví a pedir recomendación a la camarera y no se decidía por un postre en especial, hasta que apareció una de sus compañeras y me dijo que tenía que probar el soufflé de praliné. Todo un acierto, un postre que me pareció sublime, el soufflé con todo su interior líquido, lo saboreé con paciencia y tranquilidad, cerrando los ojos y viajando al paraíso. Un colofón inmejorable a un homenaje gastronómico que cumplió todas mis expectativas.

Precios

  • Alcachofas con jamón 20 euros

  • Almejas Mikel 22 euros

  • Solomillo con salsa de pimienta 20 euros

  • Soufflé de chocolate 7 euros

Mikel Aramberri aterrizó con apenas 18 años en el restaurante, cuando aún se llamaba Txabola, hasta que en enero de 1995 cogió él las riendas y le puso su firma, Mikel Jatetxea. Un cocinero autodidacta, que ha ido creciendo y aprendiendo con el paso de los años y que hoy en día ofrece una cocina de muchos kilates, sin trampa ni cartón, una cocina que se basa en nuestra tradición culinaria y una selección de buen producto. A partir de ahí hace magia, con una amplia selección de propuestas culinarias que satisface a todo el público. En toda esta aventura ha sido indispensable el apoyo de su familia. Su hijo Mikel ha decidido sumergirse en el mundo de la cocina y echar una mano a su padre entre fogones, sin olvidarnos de su mujer, Anabel Ibarguren, y su hija Maitane, quienes también arriman el hombro para que Mikel Jatetxea siga haciendo feliz a la gente que se acerca hasta allí. Sin olvidarnos de todo ese equipo que es clave en el día a día: Lourdes, Ernesto, Alonso, Gorka, Miguel, Seila, Marco, Ana, Maite, Cristina, Jesi, Marisa, Camila, Carlos, Mart, José. María y Sagrario. Un gran equipo para un gran restaurante, eso es Mikel Jatetxea. On egin!

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