Espárragos, el oro blanco navarro

El espárrago blanco es uno de los productos más emblemáticos de la huerta navarra. Estamos acostumbrados a consumirlos durante todo el año en conserva, pero la primavera nos ofrece la oportunidad de disfrutar de ellos frescos, gozando de todo su sabor y de todas las cualidades beneficiosas que tiene para nuestra salud.

Abril y mayo son los meses en los que los espárragos adquieren mayor calidad, aunque se producen hasta junio. Pero es esta la época en el que mayor calidad y también, obviamente, mayor precio alcanzan.

El espárrago blanco navarro es especialmente valorado por su suavidad y su texturaSe trata de un producto cultivado con mucho mimo, de ahí que tenga un precio acorde al trabajo que conlleva. Y es que esta variedad de espárrago se cultiva bajo tierra y los agricultores lo deben cubrir con montículos de tierra para evitar que les dé el sol y mantener así su color blanco característico. Se trata de una técnica manual que requiere una atención prácticamente diaria al cultivo. Además, son recolectados y pelados a mano, de ahí su calidad y su frescura.

Además de ser una joya gastronómica muy apreciada, también se puede decir que el espárrago blanco es una joya para nuestra salud, puesto que tiene diversas propiedades que lo convierten en un aliado de la salud renal y digestiva, siendo muy propicio para evitar la retención de líquidos.

Es bajo en calorías, con lo que puede ser incluido en cualquier dieta y, además de ser rico en fibra, aporta vitaminas como la A, la C, la E y varias del grupo B, especialmente ácido fólico. También contiene minerales como el potasio, el fósforo o el hierro, así como antioxidantes y compuestos diuréticos naturales, de ahí que sea muy adecuado para la salud renal.

Para disfrutar de un espárrago en su punto, lo primero será tener en cuenta que los que vayamos a cocer sean más o menos del mismo grosor, de lo contrario nos encontraremos unos tiernos y otros duros. Además, deben pelarse cuidadosamente antes de cocerse, ya que su piel es más dura.

Una vez pelado, habrá que hervir el espárrago con sal y algo de azúcar durante unos 15-20 minutos. Hay quien prefiere comerlos templados y quien opta por dejar que se enfríen. Es cuestión de gustos.

A la hora de servirlos, también ofrecen múltiples variables. Hay quien los disfruta solos, quien les añade aceite de oliva, quien prepara una vinagreta o quien los mezcla con mayonesa.

Sea como sea, el espárrago blanco es todo un manjar y estamos de enhorabuena porque es el momento de disfrutarlo ahora que la primavera empieza a hacer acto de presencia.

Además de en los establecimientos de nuestro entorno, en el sur de Navarra no es difícil encontrarse con pequeñas ventas a pie de carretera en los que se puede conseguir este producto lo más fresco posible, recién recolectado por el agricultor.