Cómo escalfar huevos de codorniz
Con un sencillo y práctico truco podemos escalfar estos pequeños huevos de codorniz en grandes cantidades y de forma rápida, con un resultado exitoso
Ane Bergara
Martes, 26 de agosto 2025, 06:57
Una de las formas de consumir los huevos de codorniz es escalfándolos, una técnica con la que se logra un delicioso bocado que aúna la jugosidad de una yema envuelta en una sutil y suave clara.
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Para escalfar los huevos de codorniz, nada mejor que conocer un sencillo truco que permite cocinarlos con éxito con esta técnica, además de hacerlo con varios huevos a la vez, lo que nos aligerará el proceso en caso de tenerlo que llevar a cabo con muchas unidades.
El proceso arranca abriendo los huevos de codorniz, un proceso con cierta complejidad dado que se trata de productos delicados y de tamaño reducido. Es por ello que existen utensilios específicos para hacerlo, pero si no dispones de ellos, no te preocupes, porque ya hemos contado cómo abrir los huevos de codorniz.
Una vez tengamos hayamos abierto los huevos de codorniz, los vamos colocando en un plato hondo, hasta que hayamos pelado todos los necesarios para escalfar. Se ponen todos en el mismo plato dado que se van a escalfar todos al mismo tiempo, por lo que no hay problema en que se junten las claras de cada uno de ellos.
Que no falten el vinagre ni el remolino
Cuando hayamos acabado de abrir todos los huevos y estos estén dispuestos en el plato llegará la hora de escalfarlos. Para ello, es necesario poner abundante agua en una cazuela de gran tamaño y darle calor. La temperatura ideal es aquella en la que el agua humee, pero sin llegar al hervir.
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Además del agua, a la olla habrá que agregar también un chorrito de vinagre de vino blanco, un aliado que ayudará a aumentar la acidez de la cocción, es decir, a acelerar el proceso y, junto con ello, a que el huevo conserve mejor su forma una vez escalfado.
Con la mezcla de agua y vinagre ya humeante, llegará el momento de, con ayuda de una varilla de batir, remover el agua con movimientos circulares. El objetivo es generar un remolino, así que, una vez lo consigamos, habrá que añadir los huevos directamente desde el plato, de golpe para que 'entren' en el remolino generado.
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Este paso del remolino es fundamental, dado que sin generarlo, si agregamos los huevos directamente al agua en calma, los huevos se esparcirán por el líquido perdiendo gran parte de su clara.
Cuando apenas pase un minuto los huevos ya estará cocidos, es decir, escalfados, y tocará retirarlos, para lo que nos podemos ayudar de una espátula. El resultado es sencillamente espectacular.
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