Cómo conservar trozos de pizza sobrantes

Hay quien dice que no hay mejor recena o desayuno que las sobras de pizza. Sea una sola porción o mayor cantidad, la prefieras fría o recalentada… lo importante para que las sobras de pizza nos sepan a gloria es saber cómo guardarlas correctamente.

Si bien una buena conservación resulta clave, también conviene apuntar que no aguantará igual de bien una pizza casera que una precocinada u otra que hayamos pedido a domicilio. La masa (su grosor e hidratación) juega un papel importante en cómo se conservará la pizza, pero también lo harán los ingredientes, con especial mención al queso y a la salsa -habitualmente de tomate- elegidos.

Volviendo al método de conservación de las sobras de pizza, cabe destacar que hay varias fórmulas, si bien todas pasan por el uso del frío. Y es que la temperatura ambiente no es buena aliada a la hora de mantener en buen estado la comida, por lo que una vez haya perdido el calor, habrá que poner la pizza en la nevera o el congelador, en función del tiempo en el que queremos consumirla.

Pero no vale ponerla en frío de cualquier modo o en cualquier recipiente, ya que una buena conservación de las sobras de pizza pasa también por saber qué materiales le hacen bien o mal.

Si lo que pretendemos es consumir los trozos sobrantes al día siguiente o, como mucho, pasados los dos días, su conservación pasa por separar las porciones y ponerlas sobre un plato que tenga en la base un par de capas de papel de cocina o papel de hornear. Después, tendremos que envolver el plato en film transparente o en una bolsa o recipiente hermético. Si fuera posible ponerlas al vacío, mucho mejor.

Ya estaría la pizza preparada para aguantar en el frigorífico entre 48 y 72 horas, y trataremos de colocarla en el ambiente menos húmero de la nevera.

En ningún caso se recomienda guardarla en su caja de cartón -si la hemos pedido a domicilio-, ya que se trata de evitar que las porciones sobrantes se sequen en exceso.

Hay quien, por el contrario, desea conservar la pizza sobrante durante más tiempo y no consumirla en los días inmediatamente posteriores. En ese caso, el congelador nos permite conservar la pizza durante hasta cuatro meses.

Lo ideal para congelar las sobras de pizza es hacerlo en porciones individuales, envueltas en papel film o de aluminio y colocadas en recipientes herméticos. Sin embargo, por tema de espacio puede no ser posible, por lo que bastaría sustituir los táperes por bolsas de congelación con, importante, cierre hermético.

A la hora de consumirla, no olvides seguir estos tips sobre cómo recalentar la pizza para que siga crujiente.