Dispararon a todos ese día

El paso del tiempo lo cura casi todo. Hoy hay que hacer memoria para no ser impreciso respecto a aquel tiempo de calles ensangrentadas día ... tras día. En aquella época trabajaba en el Cierre del periódico, tras haberlo hecho durante años en la sección de Política, donde ya creía haberlo visto y sentido casi todo: Atentados a cualquier hora del día y de la noche, coches bombas, secuestros, tiroteos... Solo faltaba que nos pusieran la diana, como así ocurrió. Entonces nos acostumbramos a escribir con los escoltas esperando en la planta baja y a que nos miraran los bajos del coche al entrar a trabajar, veíamos cómo a otros compañeros les intentaban asesinar o conseguían matarles, y sentíamos en carne propia la «socialización del sufrimiento» que nos recetó el 'sindicato del crimen'. Maximizar el impacto de los atentados con el mínimo riesgo para los asesinos llevó a que cayeran las personas más insospechadas: un concejal de pueblo, alguien que pasaba por allí... y evitó que otros compañeros del periódico más protegidos fueran abatidos antes que Santi Oleaga. Intentaban asesinar a quien querían y, si se lo ponía difícil, a quien podían. No necesitaban hilar fino para justificar el crimen: meses después nos explicaban en un comunicado que la víctima era un enemigo más de su 'guerra ficción'. Así mataron a Santi. Recuerdo el silencio gélido de aquella mañana en la redacción. Inconscientemente me acerqué al lugar del atentado, donde lógicamente había una nube de compañeros trabajando. En ese momento estaba allí el diputado general Roman Sudupe, quien se acercó a darme un abrazo. Estuvimos en shock todo el día en DV, pero la conmoción, incluso una de este calibre, no está entre los motivos para dejar de sacar el periódico. Ese día estaba citado para celebrar el cumpleaños de mi aita. Por eso tengo el 24-M grabado a fuego en la memoria. Por eso y porque unos años después mi padre fallecería también en un aniversario del asesinato de Santi, el día en el que de alguna manera nos dispararon a todos los trabajadores de DV. Hicimos acuse de recibo de aquella barbaridad y resistimos: ETA nos hizo más fuertes.