VETO DE CASTIGO
La visita-exprés de hoy de Pedro Sánchez a San Sebastián intentará inyectar energía a la campaña socialista de Denis Itxaso y Ernesto Gasco. Sánchez ... ha tenido un gesto con el PSE guipuzcoano, que sabe que su verdadero gran desafío electoral pasa también por mantener al electorado socialista movilizado, que vaya a las urnas y no se quede en casa. Al PNV también le preocupa también cierta desmovilización, porque lo cierto es que el 28 de abril también afloró una fuerte inquietud nacionalista.
La formación liderada por Idoia Mendía -que pone en juego alcaldías de peso en el territorio- trata de neutralizar en lo posible la estrategia del PNV, que intenta explotar su batalla contra EH Bildu. Los jeltzales han construido un discurso para captar voto moderado, nacionalista o no nacionalista, sobre el argumento de que hay que evitar que EH Bildu regrese al poder. Y obviar de paso olímpicamente al PSE y a Podemos. El contexto no es el mismo de hace cuatro años, pero su apuesta es similar.
El factor Sánchez quiere rompe esa dinámica. Su visita rápida a Donostia -en la misma jornada acude a Pamplona y a Logroño- busca quebrar esa espiral. Porque esa franja moderada y vasquista, la del voto dual en función del tipo de comicios, que en su día votó a Odón Elorza sin ser socialista o al PNV sin ser nacionalista, que ya no mantiene lealtades ideológicas para toda la vida, sigue siendo la mayor incógnita.
En todo caso, el relato vasco de campaña continúa en un perfil bajo, lo que pronostica una participación menor, y envuelto en cierta confusión de mensajes. El eje derecha-izquierda que ha vuelto a la política española no viene nada mal al socialismo guipuzcoano. Tampoco la posibilidad de un acuerdo entre Sánchez y Unidos Podemos, ya sea un acuerdo de legislatura o incluso de coalición. De hecho, en el PSOE empieza a aflorar una corriente que defiende un pacto de gobierno de izquierdas, entre otras cosas para controlar mejor a Pablo Iglesias dentro del Ejecutivo. Según todas las encuestas, la hipótesis de una alianza en el Gobierno entre el PSOE y Podemos tiene un índice de respaldo muy elevado en Euskadi, también entre los electores nacionalistas.
La constitución de la Mesa del Congreso la próxima semana -con un presumible pacto de izquierda que garantice una mayoría- y la decisión sobre Miquel Iceta serán dos claves que marcarán los próximos días. Un portazo a Iceta por parte de los independentistas en el Parlament va a dejar muy mal sabor de boca en el PSOE. Ciudadanos anunció ayer que no bloqueará su elección. Pero ERC se inclina por el anuncio del rechazo, lo que mete presión hasta el último momento. El PNV ha defendido públicamente a Iceta como futuro presidente del Senado. Detrás de la campaña todos mueven piezas. Pero la negativa del independentismo es un primer revés para Sánchez que provocará consecuencias.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión