Segunda vuelta para confirmar posiciones
Diario de campaña ·
El PNV en Euskadi y el PSOE en España confían en amarrar más poder local al calor del 28-AApenas once días después de haber votado en las generales, la campaña a las elecciones municipales, forales (autonómicas en Navarra, Madrid y otras diez ... comunidades) y europeas subió a medianoche el telón convertida en una segunda vuelta del 28-A. Los partidos ganadores de la reciente contienda, el PSOE en España y el PNV en Euskadi, tratarán de confirmar sus posiciones, con EH Bildu como principal amenaza para los jeltzales en Gipuzkoa, y con Araba y Vitoria muy abiertas. El gran perdedor, el PP de Pablo Casado, intentará una remontada que parece imposible en tan poco tiempo, con Ciudadanos suspirando por materializar el 'sorpasso' en la derecha. Unidos Podemos buscará consolidar la mayoría de izquierdas y conservar la mayor parte del significativo poder que amasó hace cuatro años, con el Ayuntamiento de Madrid como joya de su corona.
En Euskadi, el PNV pone en juego su enorme cuota de poder local, con las tres diputaciones y las tres capitales de la Comunidad Autónoma Vasca, con el viento de cola de sus extraordinarios resultados en las municipales y el deseo de que el electorado vasco siga movilizado como hace dos semanas. Con Bizkaia y Bilbao en el bolsillo, se anuncia una cerrada pugna con EH Bildu en Gipuzkoa, mientras que en San Sebastián Eneko Goia sale con el claro cartel de favorito para reeditar la Alcaldía. La clave para la Diputación foral pasa, de nuevo, por que los peneuvistas logren repetir mayoría con sus socios del PSE-EE. En Araba y Vitoria, ciudad donde ganaron los socialistas en las recientes generales, está todo abierto, sobre todo porque el PP aspira a recuperarse y volver a tener algo qué decir en su territorio vasco más proclive. Las espadas alavesas están en todo lo alto.
El territorio que el PNV no puede permitirse el lujo de perder en ningún caso es Gipuzkoa, donde los jeltzales comenzaron anoche con fuerza con la presencia en San Sebastián del lehendakari Iñigo Urkullu, un hombre cuya moderación atrae votos. Ya sin el factor del temor a la ultraderecha en España, que le rentó en las generales, la formación peneuvista, con Markel Olano a la cabeza, se presenta como el garante de la estabilidad económica en esta campaña foral. Ello le llevará, inevitablemente, a agitar cierto miedo a EH Bildu, el factor que fue decisivo hace cuatro años, aunque polémicas como las de las basuras ya no tienen la intensidad de entonces.
Las claves
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Gipuzkoa Los jeltzales quieren apretar y no se fían deEH Bildu, que se presenta con aires renovados
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Pugna cerrada Vitoria y Araba están muy abiertas, y en Navarra, la derecha y el PSN acechan al nacionalismo vasco
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Ayuntamientos Madrid, con Carmena y Errejon contra Iglesias, y Barcelona, con el procés de fondo, puntos calientes
La coalición abertzale, de hecho, afronta la cita municipal y foral con ganas de reivindicarse de su derrota de hace cuatro años por corta cabeza. Lo hace con una amplia renovación en todas sus listas y candidatos, principalmente en Gipuzkoa. El 85% de sus alcaldables son nuevos y con un perfil técnico que confían en que sirva para ensanchar los caladeros electorales, recuperando voto de Podemos y mordiendo también a los nichos más soberanistas del PNV.
Muchos frentes
En esta polarización tratarán de buscar su hueco PSE-EE y Elkarrekin Podemos, que afronta su primera cita a Juntas Generales con una estructura estable, ya que las de 2015 cogieron al partido de los círculos todavía en pañales en Euskadi. Los socialistas apuntan a ser claves para reeditar de nuevo mayorías absolutas con el PNV en diputaciones y ayuntamientos, con la piedra en el zapato de Irun, donde sus respectivos cabezas de cartel no pueden ni verse.
Fuera de Euskadi, Madrid y Barcelona serán los dos puntos calientes. En la capital de España, se juega la gran batalla del 'podemismo': la alcaldesa Manuela Carmena e Iñigo Errejón contra Pablo Iglesias. En la Comunidad de Madrid, la niña bonita del PP, Pablo Casado pondrá a prueba si la ciudadanía da credibilidad a su giro exprés de 180 grados al centro, con la sombra de Vox amenazando. Si, como augura el CIS de Tezanos, los populares pierden la comunidad madrileña puede ser el principio del fin del 'casadismo'.
Aunque para batalla la de Barcelona, objeto de deseo del independentismo catalán para dar más eco internacional a sus demandas, pero también del PSC que aspira a apuntalar a Pedro Sánchez desde Cataluña y de la propia Ada Colau, que pone a prueba el cambio. Un cambio que también pasa examen en Navarra, donde la derecha de Navarra Suma y el propio PSN han comenzado la campaña con más brío que el cuatripartito de Geroa Bai y EH Bildu.
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