Las propuestas de los partidos políticos para el patrimonio urbanístico de Donostia

El PNV propone en su programa electoral para el 28-M adquirir el caserío Astiñene, ubicado junto al puente del mismo nombre en la ribera de Egia. El plan sería rehabilitarlo y sacar a concurso su explotación para convertirlo en un punto de referencia en el eje de tránsito peatonal del paseo fluvial del Urumea. También apuesta por revitalizar el parque de Ulia y reabrir el servicio de hostelería y restauración del Tiro Pichón vía concurso público. La zona será declarada espacio natural protegido y se acondicionarán las rutas de acceso y senderismo, el trazado del Camino de Santiago y las infraestructuras y espacios abiertos de uso lúdico o comunitario.

EH Bildu advierte de que esta legislatura se ha dado un paso atrás en la protección del patrimonio urbanístico y artístico donostiarra y pone el Bellas Artes como el ejemplo más significativo. Considera que el Ayuntamiento debe defender el patrimonio de Donostia, que constituye un tesoro cultural de primer orden y una parte esencial de su identidad, por lo que tacha de grave su pérdida en beneficio de objetivos especulativos. Por ello, plantea formar un Consejo Asesor de Patrimonio plural e imparcial, con personas expertas, que deberá informar preceptivamente cuando lleguen expedientes de intervención en edificios protegidos o se proponga modificar su nivel de protección.

El PSE cree necesaria una reflexión, junto con todas las administraciones competentes, acerca del patrimonio de la ciudad y la mejor manera de protegerlo, conservarlo, potenciarlo y convertirlo en parte esencial de su vida diaria y su identidad colectiva. Apuesta por promover el programa 'Ondare', una reflexión sobre la política de patrimonio que se plasmará en un libro de buenas prácticas en patrimonio cultural. Como primer paso y ejemplo de esta política de patrimonio, impulsará la restauración del cementerio de los Ingleses y del conjunto monumental del monte Urgull, una de las joyas patrimoniales de Donostia.

El PP apuesta por volver a realizar una revisión completa del Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido para incorporar algunos elementos que hoy no están protegidos o elevar el grado de protección de otros, así como generar itinerarios educativos para que la ciudadanía pueda conocer el patrimonio de la ciudad y fomentar así el amor por el pasado y la arquitectura donostiarra. Además, los populares abogan por poner en valor el patrimonio natural, en especial el monte Urgull, uno de los lugares de mayor importancia histórica que sufre un estado de degradación del que debe salir.

El candidato de Elkarrekin Podemos, Víctor Lasa, toma como referencia a la teórica del urbanismo Jane Jacobs, quien solía decir que las ideas nuevas necesitan edificios viejos. Recuerda que ciudades de toda Europa valoran su patrimonio arquitectónico también a la hora de evolucionar y considera que en Donostia debería ocurrir lo mismo como norma general. Respecto a los cuarteles de Loiola, apunta que hay ejemplos recientes tan cercanos como Burdeos (Locaton y Vassal) sobre cómo adecuar edificios históricos a viviendas públicas dignas, que en este ámbito deben llegar al menos al 80% del total, el doble de lo previsto.