Elecciones forales y municipales
Lezama liga su voto a Mendoza a ser diputado foralInvestidura ·
El PP de Gipuzkoa se distancia de Feijóo y amaga con no votar a la candidata del pacto PNV-PSE si no se negocia con ellos la estabilidadEl PP de Gipuzkoa tensó ayer la cuerda y, desoyendo las indicaciones de Alberto Núñez Feijóo, amagó con la posibilidad de no respaldar la candidatura ... de la jeltzale Eider Mendoza si este partido no se siente respetado en las negociaciones de la investidura de la futura diputada general del territorio. El juntero popular Mikel Lezama quiere hacer valer a su grupo de tres procuradores, que tiene la llave de la Diputación. E incluso propuso la posibilidad de que se hiciera cargo de una cartera menor, la de Deportes, en un futuro gobierno de coalición. «No aspiraría a gestionar Hacienda», se limitó a señalar.
El PP guipuzcoano ha elevado el listón de las condiciones al pedir un trato de respeto a los futuros socios de gobierno PNV y PSE, que ayer volvieron a descartar que no tienen en cuenta al PP, que no van a negociar con este partido y que su alianza se limita a dos formaciones. En el fondo ambos partidos juegan con una baza de seguridad. Los populares no pueden permitir ni por activa ni por pasiva que por su voto Maddalen Iriarte, de EH Bildu, fuera elegida diputada general al encabezar la candidatura más votada en las últimas elecciones forales. No lo pueden permitir porque trastocaría por completo su discurso en el País Vasco de presentarse como la única formación coherente frente a la izquierda abertzale. Pero sobre todo porque podrían poner entre la espada y la pared al propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que tropezaría con un serio escollo en su estrategia de denuncia de las alianzas de Pedro Sánchez.
El PP de Gipuzkoa, que es consciente de este principio de realidad, necesita hacerse valer en un escenario en el que sus tres votos en las Juntas resultan determinantes para un ejecutivo en minoría, sobre todo cuando se acerque la negociación presupuestaria o cuando se aborden debates de calado como la fiscalidad. Este escenario cambiante saca en la práctica al PP guipuzcoano del córner político y revaloriza su papel en el juego de las alianzas
Dirigentes del PNV y del PSE prefieren pactar con Elkarrekin Podemos la estabilidad foral
La propia secretaria general del PP vasco, Laura Garrido, señaló el pasado jueves que su partido «no va hacer cosas raras» pero, a la vez, exigió que no hubiera movimientos hostiles contra esta formación. En este contexto se sitúan los ayuntamientos de Laguardia y Labastida, en la Rioja alavesa, en donde el PP fue la primera fuerza en los últimos comicios forales, pero que hace cuatro años fueron el escenario de un acuerdo por el que EH Bildu votó a los alcaldables del PNV.
El papel de Podemos
Pero el problema es que ni PNV ni PSE quieren escenificar un acuerdo con el PP. E incluso en el seno de ambos partidos hay dirigentes que son partidarios de buscar el apoyo de Elkarrekin Podemos, tanto para la investidura de Mendoza como después para la gobernabilidad.
La predisposición de Elkarrekin Podemos a alcanzar un eje con EH Bildu complica esta apuesta, e incluso las declaraciones de Pilar Garrido, coordinadora autonómica de Podemos Euskadi, muy críticas con el PSE por haber elegido ya su alianza con el PNV y el PP, parecen abonar este escenario de divorcio entre los morados y la coalición PNV-PSE. Pero incluso en la alianza PNV-PSE se reclama prudencia a la espera de que se clarifiquen los acontecimientos. Por ahora no se cierra ninguna puerta a la espera de que la propia configuración de la Mesa de las Juntas Generales visualice la nueva relación de fuerzas y empiece a reflejar la geometría variable y un juego negociador más abierto por el que podrían inclinarse las ejecutivas de PNV y PSE para buscar mayorías estables.
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