La mitad de los jóvenes vascos tienen un contrato temporal
Uno de cada tres cuenta con un empleo parcial, lo que lleva a CC OO Gazteak a concluir que la precariedad «está instalada en el mercado laboral vasco»
Casi la mitad de los jóvenes vascos, aquellos que tienen entre 19 y 29 años, tiene un empleo que es temporal. Y además, un tercio ... de ellos cuenta con un trabajo a tiempo parcial no deseado, lo que lleva a concluir a CC OO Gazteak que la precariedad, cuyo riesgo de cronificación se alertaba en la década anterior, «ya está instalada en el mercado laboral vasco», al menos en lo que respecta a los jovenes.
Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por CC OO Gazteak con datos a cierre de 2023 y que se comparan con los de 2020, realizado en base a datos oficiales, que ha sido presentado hoy en Bilbao. En el mismo se analiza la situación del empleo, la vivienda y la salud.
En lo que respecta al empleo, destaca que la temporalidad de los contratos de los jóvenes alcanza al 46%. Una cifra que se ha reducido algo en los últimos tres años, ya que en 2020 era del 62,6%. En cualquier caso a esa temporalidad se añade la parcialidad no deseada que llega al 32,4%, lo que supone que tres de cada diez jóvenes trabajan, sin ser una elección propia, menos de 30 horas semanales. Una tasa que no ha variado en los últimos tres años, ya que en 2020 era del 33,5%.
El doble de paro, con el 12,6%
En lo que respecta al paro, la tasa de desempleo de la juventud vasca era a cierre de 2023 del 12,6%, con lo que se ha reducido casi cinco puntos en tres años. Al tiempo, la tasa de ocupación y de actividad ha crecido, ya que pasan del 42,3% y 48,9% en 2020, respectivamente, al 43% y 49,1%. Con todo, recuerda que la tasa general de paro en Euskadi se sitúa en el 7%, con lo que el índice de desempleo de los jóvenes casi dobla esa tasa.
Por áreas de actividad, el informe revela que que la mayoría de los jóvenes trabajan en el sector servicios, cerca de 30.000, frente a los 6.100 que lo hacen en la industria, con mayor predominio de las mujeres en los servicios, ya que los hombres trabajan sobre todo en el ámbito industrial.
Asimismo, pone en evidencia que la recuperación del empleo ha beneficiado más a los chicos que a las chicas. De hecho, la tasa de mujeres jóvenes ocupadas en Euskadi es del 41,3% frente al 44,6% de los hombres jóvenes ocupados. Asimismo, la tasa de parcialidad entre las chicas es el doble que entre los chicos, del 42,2% frente al 23,8%.
En lo relativo al salario, el informe destaca que ha pasado de los 1.385 euros netos de media en 2020 a 1.465 en 2023, aunque denuncia «la brecha generacional existente, ya que a partir de los 40 años se sitúa en 2.000 euros netos.
El 57% del salario a compra de vivienda
En el apartado de la vivienda, revela que en Euskadi los jóvenes tienen que destinar más de la mitad del salario bien a comprar una vivienda o a abonar el alquiler. En el primer caso se eleva al 56,9% y en el segundo al 51%.
Un esfuerzo económico que resulta inalcanzable para muchos jóvenes, lo que lastra las posibilidades de emancipación. De hecho, la tasa de emancipación en Euskadi es del 34,5%, teniendo en cuenta a los jóvenes hasta los 34 años, cuando la media de la UE es del 51,8%. Además, ha sufrido un leve retroceso, ya que en 2020 era del 35,1%. Las mujeres jóvenes tienen un porcentaje de emancipación más alto que los hombres, un 37,6% frente al 30,9%.
El informe concluye que la temporalidad, parcialidad y bajos salarios de muchos de los empleos juveniles en Euskadi y el elevado precio de la vivienda tanto en propiedad como en régimen de alquiler hace que emanciparse «sea ya casi utópico».
Aspectos todos ellos que inciden en la salud de los jóvenes, que ha empeorado. Y es que la percepción negativa que tienen de su salud ha pasado del 2,4% en 20018 al 6,3% en 2023.
Es más, destaca que la tasa de mortalidad por suicidio en Euskadi no para de subir en los últimos años entre la juventud y ya se consolida como la primer causa de muerte no natural por encima de los accidentes de tráfico.
El informe también aborda el problema del absentismo y subraya que «las bajas médicas no son parte del absentismo laboral, pues el absentismo es la ausencia injustificada al puesto de trabajo». Añade que la la consideración de baja médica como absentismo provoca «una criminalización de las personas por estar de baja médica, por hacer uso de su derecho».
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