La indemnización media por despido en Euskadi se sitúa en 13.099 euros, la más alta del Estado

Estos datos, que pertenecen al Ministerio de Trabajo, sirven para situar el tema del coste de los despidos en un momento en el que el Comité Europeo de Derechos Sociales (CEDS) ha fallado que la regulación española del despido improcedente no respeta la Carta Social Europea ya que no siempre se resarce al afectado en su justa medida, con lo que deberá adecuarla para que tenga en cuenta los perjuicios personales que implica para el trabajador. Tras la reforma laboral implementada por Mariano Rajoy en 2012 la indemnización por despido improcedente pasó de los 45 días por año trabajado con un límite de 42 mensualidades a 33 días con un tope de 24 mensualidades.

El CEDS ha dado la razón a UGT y CC OO, que habían planteado sendas reclamaciones para endurecer el despido. Yel Comité Europeo de Derecho Humanos se ha pronunciado en la misma línea en la que ya lo había hecho en 2016 para otros países –Finlandia, Italia y Francia–, con lo que ha cogido por sorpresa a las autoridades españolas, que deberán adecuar la legislación, un compromiso que ya se contemplaba en el acuerdo de Gobierno del PSOE y Sumar.

Pero volviendo a los datos que ofrece el ministerio que dirige Yolanda Díaz, la indemnización media de Euskadi –no hay datos territorializados– es la más elevada del Estado y a mucha distancia de la segunda comunidad, que es Madrid, donde se sitúa en los 12.017 euros. En el tercer puesto se coloca Cataluña con 10.805 euros.

La media estatal es de 8.251 euros, y ligeramente por encima de esa cifra se sitúan las indemnizaciones percibidas por los trabajadores que vieron extinguidos sus contratos en Navarra, donde percibieron de media 8.750 euros. En el lado opuesto están la comunidad Extremeña, con tan solo 3.266 euros, seguida por Andalucía (4.562 euros) y Castilla la Mancha (4.606 euros).

Un ranking que es representativo de los niveles salariales que perciben los trabajadores en dichas comunidades, aunque en el caso de Euskadi los sueldos son los segundos más elevados por detrás de Madrid.

Hay otro dato que llama la atención y es que mientras en el conjunto del Estado la indemnización media bajó en 2022 respecto al ejercicio anterior, y lo hizo, además, de forma considerable, en el País Vasco se incrementó y en nada menos que esos 1.550 euros antes mencionados. En el conjunto del Estado el coste medio del despido se redujo en algo más de 3.000 euros. Lo hizo en mayor medida en Madrid (casi 4.000 euros) y también en Cataluña (4.100 euros).

Para entender esta evolución tan dispar habría que echar un vistazo a las rescisiones en función de las distintas modalidades de contratación. Y es que mientras en Euskadi el coste medio de despido en el caso de los indefinidos a tiempo completo subió en el último año en más de 1.000 euros, hasta situarse en los 16.937 euros, en las dos comunidades que tomamos como referencia, así como en el conjunto del Estado, este coste desciende y de forma muy significativa.

Así, en Madrid pasó de los 22.807 de 2021 a los 16.606 de un año después, mientras que en Cataluña pasó de 21.023 a 15.250 euros. En el conjunto del Estado también se redujo en casi 6.000 euros en esta modalidad de contratación.

En los indefinidos a tiempo parcial sí se redujo la indemnización, aunque lo hizo en menor medida que en Madrid y Cataluña o que en el conjunto del Estado. El coste medio del despido en los temporales a tiempo completo se incrementó en el País Vasco y también los temporales a tiempo parcial.

La fotografría que dejan estos datos del Ministerio es también dispar en lo que respecta a la cifra de despidos, ya que se reducen en Euskadi, mientras que subieron en el conjunto del Estado. Así, en el País Vasco hubo en 2022 un total de 1.465 rescisiones de contratos frente a los 1.754 del año anterior (un 16,47% más). Sin embargo, en toda España se produjeron 528.413 despidos, 80.708 más que en 2021.

Eso sí, las rescisiones de contratos indefinidos a tiempo completo se mantuvieron invariables en Euskadi, mientras que descienden todas las demás modalidades menos los fijos discontinuos, una figura de contratación que se empezó a impulsar con la reforma laboral que se implementó en marzo de 2022, aunque sus efectos se han dejado sentir de forma paulatina. En cualquier caso la cifra es muy baja.

La estadística del Ministerio de Trabajo sí ofrece datos territorializados de despidos. En concreto, de los 1.465 que se produjeron en Euskadi, 377 fueron en Gipuzkoa, de los que la inmensa mayoría (245) eran hombres, frente a los 132 en el caso de las mujeres. En el territorio se produjeron 77 rescisiones menos que en 2021 (un 16,96% menos).

En cualquier caso, tanto la cifra de despidos de Euskadi como la de Gipuzkoa supone la más baja de los últimos cinco año. En 2019, antes de la pandemia se produjeron 20.777 rescisiones de contratos en el País Vasco y 5.598 en nuestro territorio. E incluso un año antes la cifra era todavía mayor, con 20.913 en Euskadi y 6.263 en Gipuzkoa. Es decir, prácticamente se han reducido a la mitad en nuestro territorio en el último lustro.

El presidente del Colegio de los Graduados Sociales de Gipuzkoa, Iñigo de la Peña, indica que esa mayor indemnización de los despidos de Euskadi puede deberse a que desde la pandemia se han renovado muchos convenios que han conllevado fuertes subidas salariales, lo que incide a la hora de las rescisiones; eso y la antigüedad, únicos criterios que se tienen en cuenta en estos momentos.

Con todo, De la Peña indica que en su despacho están constatando en los últimos meses un aumento de los casos de despidos. «Si antes veíamos uno o dos al trimestre, ahora son uno o dos al mes». Explica que la reforma laboral ha hecho que cambie también los tipos de contratos que se extinguen: «ya prácticamente no vemos los de fin de obra. El último fue el 3 de marzo y se había firmado hacía tres años. También hay muy pocos de duración determinada. Se hacen para sustituciones, excedencias, vacaciones....».

Apunta que antes no había tantos despidos porque había más finalizaciones de contratos y que ahora sí se están viendo más rescisiones de contratos indefinidos, que se han impulsado con la reforma laboral, pero que no terminan de estabilizarse y acaban finiquitándose a los siete u ocho meses o a los dos años y medio, porque no se han cumplido las expectativas económicas. Una tendencia que se debería plasmar en las cifras oficiales de 2023.

Respecto a la sentencias que ya están contemplando indemnizaciones superiores, indica que empezó con la pandemia con sendos casos de dos trabajadores que se trasladaron uno dentro de España y otro vino desde Chile y luego se quedaron sin trabajo sin que se cumplieran las expectativas del nuevo contrato.