El gran aumento de mujeres que busca empleo explica el alza de la tasa de paro

La Encuesta de Población Activa (EPA) que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ofreció este jueves, y que supuso un cierto golpe en el territorio, al perder Gipuzkoa la posición líder en cuanto a la menor tasa de paro en toda España (y también en Euskadi), incluye miles de datos y de prismas desde los que analizar el mercado laboral del territorio. Uno de los más llamativos es el referido a la posición, a la presencia de la mujer en ese campo, que poco a poco gana un enorme protagonismo.

Tanto es así que, según esa estadística oficial, Gipuzkoa tiene hoy el mayor número de mujeres en busca activa de empleo de los últimos seis años, lo que explica en parte el comportamiento al alza de la tasa de paro hasta el 8,67%, bajando al puesto 14 del ranking de provincias de todo el Estado.

En concreto, son 18.700 féminas las que se afanan estos días en encontrar un empleo. Eso, conviene matizarlo, no significa que la situación para este colectivo sea la peor en esos seis últimos años, sino que su incorporación es creciente y por ende su peso en los distintos análisis estadísticos. En lo bueno y en lo menos bueno.

El número surge al restar a la población activa femenina en Gipuzkoa (compuesta por todas las que tienen un empleo sumadas a las que lo buscan, y que alcanza las 175.200) el número de aquellas que efectivamente están trabajando, que son 156.500.

Con esa fórmula en la mano, y esas 18.700 que dedican su jornada a encontrar una ocupación, hay que retrotraerse al primer trimestre de 2017 para hallar un guarismo superior. En aquel entonces, las 'buscadoras' de trabajo en el territorio eran 18.800.

La creciente presencia femenina se aprecia también en que las citadas 175.200 mujeres que conforman la población activa suponen un récord histórico. Y aún más, la tasa de actividad femenina, que mide la relación entre las mujeres ocupadas y demandantes respecto al total de féminas en edad de hacerlo, y que se sitúa en el 55,6%, es otra cifra inédita en Gipuzkoa.

Visto el dato, conviene buscar el porqué. Y ahí el catedrático de Economía de la UPV/EHU Jesús Ferreiro ofrece algunas claves. La más importante, y que puede contrariar a más de uno, es la de que «las decisiones personales en materia de empleo se toman normalmente con dos, tres y hasta cuatro trimestres de decalaje».

Esto quiere decir, añade, que las personas se animan a buscar empleo cuando «las cosas van bien», lo que significa que el paso que ahora parecen estar dando muchas guipuzcoanas deriva del buen comportamiento del mercado laboral del último año, no de lo que pasa ahora. «Cuando las cosas van mal, y más si hay cargas familiares, es la mujer la que normalmente se queda en casa y el hombre el que busca trabajo», dice Ferreiro.

El repunte del tercer trimestre se debe así a las buenas sensaciones de los hogares de los últimos meses, sin importar si en estos días la incertidumbre (tipos altos, inflación, guerras en Ucrania y Oriente Próximo, debilidad europea...) es mayor. A eso, aclara Ferreiro, y a que «en el tercer trimestre, sobre todo en septiembre, son los más jóvenes los que terminan sus estudios y los que se ponen a buscar empleo, y como en las universidades son mayoría las chicas...». Junto al llamativo repunte femenino, el catedrático llama la atención, «con un punto de preocupación» sobre el recorte de la ocupación de la industria (9.500 personas en el tercer trimestre) que no compensa el alza en los servicios (7.200). Otra losa en la estadística del paro.

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