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Empleados de Uvesa, en Tudela, abandonan la fábrica después de que el viernes tuviera que cerrar tras detectarse 197 positivos por Covid. Aldanondo

El temor a posibles contagios marca de nuevo la vuelta al trabajo tras las vacaciones

Gobierno Vasco y empresarios se remiten a los planes establecidos en la desescalada, pero los sindicatos denuncian incumplimiento

jesús L. Ortega

Domingo, 30 de agosto 2020, 07:30

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La reincorporación de decenas de miles de trabajadores vascos a sus puestos tras las vacaciones es inminente. En medio de un panorama sociosanitario inquietante por los numerosos contagios de coronavirus que se vienen registrando en las últimas semanas, y ante el que se da por hecho que Euskadi ya se encuentra en una segunda oleada de la pandemia, la vuelta presencial constituye para muchos empleados, otra vez, como ya ocurrió en abril tras el fin de las restricciones a las actividades no esenciales decretado por el Gobierno, un escenario de riesgo, incertidumbre y temor.

Las circunstancias actuales no son las que antes del verano, con el final de la desescalada, cabía esperar. No obstante, tanto el Gobierno Vasco como la patronal empresarial Confebask mantienen que las recomendaciones recogidas en los protocolos y guías elaboradas por el Departamento de Trabajo y por el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral, Osalan, así como los planes de contingencia establecidos por las empresas para la vuelta a la actividad de mediados del mes de abril siguen siendo plenamente válidos.

Sin embargo, los sindicatos temen que se vuelvan a producir incumplimientos de esas medidas, como ya denunciaron en más de medio millar de casos en apenas dos meses y medio antes de que en julio se iniciaran las vacaciones. Por ello exigen, por un lado a las empresas el cumplimiento escrupuloso y a rajatabla de dichos protocolos y planes de contingencia, y por otro al Gobierno Vasco que refuerce con medios técnicos y humanos a la Inspección de Trabajo para que pueda atender debidamente las numerosas reclamaciones y denuncias que temen pueda volver a darse.

Duras críticas a Confebask

Confebask reconoce que el escenario ha cambiado y es peor que el que se preveía al inicio del verano. «Los rebrotes preocupan mucho y generan gran incertidumbre», señalaba su director general, Eduardo Aréchaga, en una reciente entrevista concedida a este periódico, pero sostiene que «han llegado por la actividad individual y social, en el tiempo de ocio, no por la actividad laboral». En todo caso, el dirigente de la patronal aseguraba que «como en los peores momentos de la pandemia vamos a ser absolutamente cumplidores con las máximas precauciones». Y afirmaba que «los centros de trabajo son centros sanitariamente seguros, por cuanto se mantienen a rajatabla todos los requisitos y protocolos que dictan las autoridades sanitarias».

«Los rebrotes han llegado por la actividad individual y social, en el tiempo de ocio, no por la actividad laboral»

Eduardo Aréchaga | Confebask

«Es estúpido pensar que los contagios sólo se dan a la noche y en la hostelería. También los hay en empresas industriales»

Peio Igeregi | ELA

«Vamos a exigir que las empresas cumplan los protocolos y comprobaremos si lo hacen sin ninguna laxitud»

Loli García | CC OO-Euskadi

«Se quiere dar una imagen de que nos podemos contagiar en cualquier sitio menos trabajando y no es cierto»

Xabier Ugartemendia | LAB

«Empresas y sindicatos haremos todo lo posible para garantizar la seguridad y la salud en la vuelta al trabajo»

Raúl Arza | UGT-Euskadi

Unas consideraciones duramente contestadas desde los sindicatos ELA y LAB, que además denuncian que «hay muchas empresas que no están cumpliendo los protocolos ni sus propios planes de contingencia». Así, Peio Igeregi, responsable de negociación colectiva de ELA, califica de «estupidez» pensar que «los contagios sólo se dan a la noche y en la hostelería, porque también los está habiendo en empresas industriales». Asimismo, su homólogo en LAB, Xabier Ugartemendia, tachó de «irresponsable» y «mentira» decir que en el ámbito laboral «la gente no se contagia». «Se quiere dar una imagen de que nos podemos contagiar en cualquier sitio menos trabajando y eso no es cierto», afirma.

Ambos ponen como ejemplos los recientes casos registrados, además de entre trabajadores sociosanitarios y en residencias y hostelería -«que también son centros de trabajo», puntualizan-, en dos supermercados vizcaínos de la cadena Dia, en una instalación polideportiva municipal de Bilbao y en industrias como la antigua PBC, ahora filial de ITP Aero, donde la pasada semana se diagnosticaron siete contagios. Y sobre todo, el de la planta de la empresa cárnica Uvesa, en la localidad navarra de Tudela, que tuvo que cerrar el viernes al constatarse 197 casos positivos de Covid-19, casi el 28% de su plantilla de 713 trabajadores.

Por su parte, desde CC OO y UGT de Euskadi, que tampoco comparten lo dicho por el director general de la patronal vasca pero se muestran más moderados, señalan que estarán vigilantes para que los protocolos de seguridad establecidos «se cumplan a rajatabla».

Precaución

«El virus ya estaba antes de las vacaciones y las medidas de seguridad tienen que ser las mismas que en su día marcamos», señala Loli García, secretaria general de CC OO-Euskadi. «En todas las empresas tiene que haber un protocolo que garantice la seguridad de los trabajadores, vamos a exigir que se cumpla totalmente y en las próximas semanas comprobaremos si se cumplen sin ninguna laxitud».

Para Raúl Arza, secretario general de UGT-Euskadi, «la gente tiene que ir con precaución, pero también consciente de que tanto las empresas como los representantes sindicales vamos a hacer todo lo posible para que en la vuelta al trabajo se garantice su seguridad y salud».

Sin embargo, los responsables de negociación colectiva de ELA y LAB se muestran «muy preocupados» ante la posibilidad de que los contagios aumenten en septiembre, cuando la mayoría de los empleados se reincorporen a sus puestos porque, según denuncia Ugartemendia, «durante el verano no se ha hecho nada para elaborar nuevos protocolos o mejorar los que hay ni para reforzar la Inspección de Trabajo». Respecto a esa validez de los protocolos y planes de contingencia actuales, desde ELA Igeregi señala que al igual que los bancos con sus test de estrés, deberían de someterse a pruebas para verificar su vigencia ante la situación de contagios que sufre Euskadi y modificarlos para su adaptación al actual escenario si fuera necesario.

Por su parte, el sindicalista de LAB recuerda que «el protocolo de medidas preventivas que elaboró Osalan ya nos pareció insuficiente» en su día, por lo que ante esta situación de rebrotes incontrolados pide «que se haga otro más adecuado». Además manifiesta que «no existe ningún tipo de vigilancia ni control por parte de la autoridad sanitaria, ni de Osalan ni del Gobierno Vasco para que al menos las medidas existentes se cumplan realmente en las empresas».

Mantener el teletrabajo

Arza, por contra, considera que las empresas «ya tienen bastante trabajados los protocolos desde que se volvió a poner en marcha toda la actividad industrial», y opina que sus planes de contingencia, «consensuados entre empresas, sindicatos y siguiendo las pautas del Departamento de Salud y de Osalan, han funcionado correctamente». Aunque señala que ello no obsta para que «ante la situación actual, si hay que tomar nuevas medidas o reforzar las existentes, se haga«..

La secretaria general de CC OO-Euskadi pone un mayor acento en exigir que «ante esta nueva situación la atención primaria funcione muy bien, así como la delimitación de los contactos de las personas contagiadas, porque hay carencias de personal sanitario y de medios para seguir los contactos de los posibles contagiados». Loli García también considera que «en estos momentos es necesario mantener el teletrabajo allá donde se pueda», algo en lo que coincide su homólogo en UGT-Euskadi. «Hasta donde sabemos hay muchas empresas que van a seguir aplicándolo», señala García, pero advierte que «es urgente una regulación clara porque está habiendo mucho abuso por parte de las empresas sobre la forma de llevarlo a cabo».

Una Inspección de Trabajo desbordada

Si en algo coinciden todos los sindicatos es en la urgente necesidad de reforzar con medios técnicos y, sobre todo, más personal a la Inspección de Trabajo. «No tiene recursos suficientes para controlar que en las empresas se cumplan adecuadamente las medidas de protección», afirma desde ELA Peio Igeregi. «En la desescalada ya hubo empresas que incumplían los protocolos de seguridad pero la Inspección no dada abasto. Por ello solicitamos al Gobierno Vasco que reforzara el servicio con cien inspectores más pero no nos han hecho ningún caso», denuncia. Además, señala que siguiendo directrices de la Consejería de Trabajo, la Inspección «resolvía las denuncias sin ni siquiera visitar las empresas y sólo con recomendaciones de subsanación de los incumplimientos, pero no había ninguna intención de imponer sanciones».

Xabier Ugartemendia, de LAB, asegura haber tenido casos a los que una Inspección de Trabajo «absolutamente saturada porque su número es totalmente insuficiente», ha tardado en dar respuesta «mes o mes y medio después de la denuncia, y mientras tanto los trabajadores han estado en situación de mayor riesgo de contagios».

También CC OO y UGT de Euskadi exigen que se dote a la Inspección laboral de más medios y personal. «Vamos a seguir en la línea de denunciar los incumplimientos, aunque la Inspección, tras el confinamiento estaba desbordada y sufre una importante falta de personal que ahora se ha visto de manera muy clara», indica Loli García.

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